Capítulo 24

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— ¿De qué quieres hablar conmigo? — me pregunta Hugo mirándome confundido y me lanzo a besarle.

Me corresponde enseguida poniendo una de sus manos en mi nuca para profundizar el beso mientras que mis manos se enredan en su pelo. Seguimos besándonos de una manera salvaje y me siento a horcajadas suya para estar más cómodos. Dejo un camino de besos hasta su cuello y me tomo mi tiempo en besar y mordisquear la zona. Noto su erección rozarme y los dos soltamos un gemido. Desabrocho torpemente todos los botones de su camisa y exploro con mis manos su torso desnudo.

— Nunca lo he hecho en un coche — susurro mientras él deja besos húmedos por mi cuello.

— Pues no es lo más cómodo, pero bueno... — me dice sonriendo mirándome a los ojos y me río — vamos a la parte de atrás mejor, agárrate a mí — hago lo que me pide y se levanta conmigo encima para salir del coche y volver a entrar por la puerta trasera. Me deja apoyada sobre los asientos para colocarse encima mío y seguir atacando mi cuello.

Nos deshacemos rápido del resto de nuestra ropa y no tarda en adentrarse en mi interior con varias embestidas haciendo que nos corramos los dos a la misma vez. Una vez recuperamos la respiración, cambio nuestras posiciones tomando el control.

Llegamos al éxtasis por segunda vez y caigo sobre su pecho agotada. Mientras nuestras respiraciones se ralentizan, recorre de arriba a abajo mi espalda con sus manos y deja pequeños besos en mi cabeza.

— ¿Sabes que si nos pillan aquí de esta manera, estamos metidos en un buen lío, no? — me río.

— Lo sé...espero que no nos hayan visto mis vecinos, que suelen ser muy cotillas — se ríe.

— ¿Te imaginas? Madre mía...

— Me muero de la vergüenza — nos reímos.

— ¿Qué tal tu primera vez follando en un coche?

— Pues tenías razón con lo de que es incómodo, pero ha estado bien — le digo sonriendo y se ríe.

— Me alegro de que haya sido conmigo entonces...

Nos quedamos durante unos minutos más así en silencio, solo escuchando el sonido de la lluvia golpear contra los cristales del coche.

— Me voy a quedar dormida...

— Y yo, a si que será mejor que subas ya — suspiro.

— Vale — me levanto de encima de él para poder ponernos nuestra ropa que está tirada por el coche.

Cuando ya estamos, abre la puerta para que pueda salir yo primera y me acompaña hasta el portal. Nos quedamos mirándonos por unos segundos, hasta que se acerca a mí cogiendo mi cara con sus dos manos y me besa lentamente. Yo paso mis brazos por detrás de su cuello acercándole más a mí mientras seguimos besándonos, sin prisas. Cuando se intenta separar de mí para irse, no le dejo.

— No — le digo poniendo voz de bebé y se ríe.

— Venga, vete a dormir ya, que mañana tienes que madrugar enana — me dice sonriendo pasando un mechón de mi pelo por detrás de mi oreja y pongo mis manos en su pecho empujándole un poco.

— No me llames así idiota — se ríe y se vuelve a acercar a mí para dejar otro beso en mis labios.

— Buenas noches Eva — le sonrío.

— Buenas noches Hugo — me sonríe y se aleja corriendo para no mojarse hacía su coche.

Ojalá se hubiese quedado a dormir conmigo...

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