Capítulo 25

829 34 0
                                    

— Eva, te estás pillando muchísimo por él — me dice Anne después de contarle lo que pasó ayer.

— ¿Pero qué dices? Para nada — se ríe.

— Ya, ¿y entonces por qué no has parado de sonreír mientras me lo contabas, eh? — me sonrojo.

— Porque me lo pasé muy bien, ya está

— Claroo — dice sonriendo y ruedo los ojos.

— No quiere nada serio conmigo Anne, si antes de que pasara eso estaba tonteando con otra en el bar

— Seguro que lo haría para darte celos Eva, y sino es que es un gilipollas que no te merece — suspiro.

— No sé, me confunde mucho... — me abraza.

— No te rayes, ¿vale? — asiento sonriéndole — bueno, me voy ya que pierdo el bus — me río.

— Vale, adiós — nos despedimos y me quedo esperando a mi bus, cuando oigo que me llaman.

— Eva — me giro para encontrarme con Dani.

— Ah hola Dani — le digo nerviosa y me sonríe.

— ¿Estás esperando al bus?

— Sí, aunque parece que se está retrasando un poco — nos reímos.

— Pues si quieres te puedo llevar en mi coche

— ¿Enserio? ¿No te importa? — niega sonriendo.

— Qué vaa, y así ya de paso te devuelvo el favor por dejarme siempre los apuntes — le sonrío.

— Valee — me sonríe.

— Pues vamos — me subo en su coche de copiloto y me lleva para mi casa después de darle la dirección — oye, he oído que trabajas en un bar, ¿no?

— Sí, en el bar de los padres de mi mejor amigo. Tenemos la actuación de un chico que canta súper bien todas las tardes, por si quieres pasarte algún día — digo refiriéndome a las actuaciones de Hugo.

— Ah guay, pues ya me pasaré — nos sonreímos.

El resto del camino hacía mi casa, lo pasamos hablando sobre cosas de clase y así. No puedo evitar ponerme nerviosa porque aunque haya empezado a tener sentimientos confusos por Hugo, él lleva siendo mi crush desde hace ya unos meses.

Cuando llegamos, me acompaña hasta el portal.

— Bueno Eva, pues ya nos veremos el lunes

— Sí, claro. Gracias por traerme

— No es nada, tranquila — nos sonreímos.

Y se acerca a mí para darme un beso en la mejilla. Me pongo súper roja y nos volvemos a sonreír, cuando de repente se abre la puerta del portal y sale Hugo con un par de bolsas en sus manos.

— ¿Hugo? ¿Qué haces aquí?

— Eva, holaa — me saluda con una sonrisa, pero al fijarse en Dani se le cambia la cara por completo...

Tú lo haces fácil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora