— Estoy agotada — le digo a Ane, mi mejor amiga aquí en la universidad, mientras salimos de clase.
— No me extraña, después de lo del sábado...jo es que qué suerte tía, yo ya ni me acuerdo de la última vez que follé — me río.
— Eh, que yo también llevaba ya casi un año sin hacerlo. Pues desde que lo dejé con Ethan
— Buaa es verdad, ¡el americano! — nos reímos.
Solo he tenido dos novios. Uno de ellos fue Ethan, al que conocí hace dos veranos cuando me fui de Erasmus a Estados Unidos. Nos enamoramos, pero por la distancia y demás, terminamos dejándolo.
— ¡Eva! — oigo mi nombre y nos damos la vuelta.
— Ah hola Dani — le digo nerviosa.
— Toma, tus apuntes. Gracias por dejármelos, ya te devolveré el favor — me guiña y me pongo rojísima.
— Vale — me sonríe y se va con sus amigos.
Daniel es un estudiante de intercambio que ha venido desde Barcelona para hacer este curso aquí en Madrid. Y cómo aún está un poco perdido, pues le voy ayudando pasándole los apuntes y así. Pero es que es súper mono, desde que le vi es mi crush.
— No sé qué le ves...
— ¿Enserio Ane? ¡Es guapísimo!
— Bueno bueno, no exageres... — nos reímos — ¿y el del sábado qué? ¿No vas a volver a verle?
— No sé, me dió hasta su número para que le llamaría si quería volver a repetirlo. Pero creo que paso, parece un fuckboy de estos. Además, seguro que ya ni se acordará de mí — se ríe.
— Bueno, pues queda con él solo para follar. Tú también puedes ser una fuckgirl, ¿no? — me río.
— Pues sí, pero por ahora quiero estar centrada solo en las clases. No necesito más distracciones de las que ya tengo — nos reímos.
*a la tarde en el bar*
— Es impuntual, eso no va para nada a su favor — le digo a Flavio empezando a impacientarme mientras esperamos al amigo de Rafa. Le vamos a hacer una entrevista para ver si le contratamos cómo cantante y así atraer a más gente al bar.
— Relájate Eva, seguro que tendrá alguna razón por la que llegue tarde. Igual no encuentra el bar — ruedo los ojos — voy a atender a esa chica de allí
— Vale — y me quedo yo esperándole.
De repente veo que entra un rubio, al que ya conozco, con una guitarra en la espalda...