— Aww que monos, os estáis enamorando — me dice Anne sonriendo cuando salimos de clase.
— ¿Qué? ¡No! Solo me gusta, nada más — se ríe.
— A mí no me engañas Evi, tienes una cara de enamorada... — niego riendo.
— Es que es tan mono...no sé, me hace sentir cosas que nunca he sentido por nadie — me sonríe.
— Qué bonito — nos reímos.
La verdad es que esta noche he echado bastante de menos no dormir entre sus brazos. Ayer me lo pasé tan bien con él, que ojalá fuesen todos los días así.
Al de un rato, nos despedimos porque llega su bus. En vez de esperar al mío, se me ocurre llamar a Hugo para que me venga a buscar. Pero por mucho que le llame o le mande mensajes, no me contesta. Supongo que estará aún en el trabajo....
Llego a mi casa en bus y al entrar, oigo ruidos extraños que vienen de la habitación de Flavio.
— ¡Fla! ¡Ya he llegado! — le digo tocando su puerta.
— ¡Un momento! — me grita desde el otro lado.
Me abre la puerta y veo a Sam sentada sobre la cama de Flavio con un libro entre sus manos.
— Hola Eva — me saludan los dos sonrojados.
— Hola, ¿qué hacíais? — les pregunto sonriendo.
— Leer — me responden a la misma vez y me río.
— Ya...bueno, pues os dejo seguir leyendo entonces — les digo con ironía y me voy para mi habitación.
Estoy segura de que tienen algo después de la fiesta del sábado, aunque me lo intenten ocultar. Me tumbo en mi cama a descansar un rato. Vuelvo a llamar a Hugo por varias veces, pero sigue sin contestarme y me estoy empezando a preocupar.
Al de un rato, voy a comer con Sam y Flavio.
— Oye, ¿sabéis algo de Hugo?
— No, ¿por? — me pregunta Sam confundida.
— Pues porque le he llamado un montón de veces y no me coge, ni me contesta a los mensajes
— Qué raro...igual ha tenido que quedarse más tiempo en el trabajo o así — me dice Flavio.
— Supongo...
Después de comer lo que nos ha preparado Flavio, vamos los tres juntos para el bar dando un paseo. Llegamos allí y vamos poniéndolo todo en orden.
Estamos a punto de abrir y Hugo aún no ha aparecido. ¿Dónde coño estará este idiota?
— No me contesta tampoco — nos dice Flavio empezando a preocuparse por él a Sam y a mí. Y ando de un lado para otro del bar nerviosa.
— Seguro que no le ha pasado nada malo a mi hermanito, ¿vale? Estaros tranquilos por favor — nos dice Sam intentando tranquilizarnos, aunque ella esté igual de preocupada por él.
— Le voy a llamar a Rafa, a ver si él sabe algo o así — nos dice Flavio. Sam y yo esperamos nerviosas a que terminen de hablar, pero cuando vuelve niega con la cabeza — no sabe nada tampoco, pero dice que va a acercarse hasta su casa a ver si está allí
No nos queda otro remedio que abrir el bar sin él. Se nota un montón su falta porque viene menos gente. Estoy atendiendo en la barra, cuando me entran ganas de vomitar y voy corriendo al baño. Siempre que me pongo nerviosa, acabo vomitando. Sam me recoge el pelo y me acaricia la espalda. Empiezo a llorar después de eso y me abraza fuerte.
— Todo va a estar bien, ¿vale? Tranquila pequeña — me intenta tranquilizar mientras sigo llorando...
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Se viene un poco de drama🤭❤️