No lo edité. Avísenme si leen un error :).
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Leah:
Miro la pantalla de mi teléfono por quinta vez en menos de diez minutos, me siento como una idiota esperando el mensaje del chico que le gusta.
Suspiro mientras arrojo mi teléfono a un sillón algo alejado de mí, tuerzo una mueca al mirar como el mismo cae sobre el sofá, rebota y se estrella contra el suelo, espero no se haya estropeado.
Mientras meto la comida restante de la noche anterior en el microondas —no sé porque no tengo ánimos de cocinar nada— para recalentarla, comienzo a rememorar cada una de las cosas que pasaron la noche anterior.
Comencemos por lo más importante de la noche pasada: el que Matt y yo hayamos hecho nuestro primer acto íntimo.
Fue sensacional, magnífico, sinceramente no sé porque duré tanto en aceptar que él me gusta demasiado.
Pasamos de besos insinuantes a caricias muchísimos más íntimas, pasamos de ver libros a gemir sin control, pasamos de tener tensión acumulada a explotar...no tengo palabras para describir cada sensación que me invadió anoche.
Y Matt... ¿por qué me gusta tanto? Es apuesto, claro que lo es, odioso y sexy, pícaro y amargado, combinaciones para nada buenas pero que al fin y al cabo crean a la magnífica persona que es Matthew Gadaff.
Mi mente repasa lo que pasó con nuestro encuentro caliente en su habitación. Aún sigo pensando en como fui capaz de desnudarme en frente de él ¡mierda! Ni yo misma me lo creo, fui osada al hacerlo y francamente nunca antes me hubiese atrevido a hacerlo delante de otro hombre, pero presiento que Matt saca partes de mí que supongo estaban dormidas. Me gusta ser así delante de él: descarada, coqueta, sin avergonzarme de ninguna parte de mí, por alguna razón Matt aumenta la seguridad en mi misma.
La mirada de Matt, su semblante, su fascinación a la hora de mirarme simplemente me hicieron sentir sensual, poderosa. Los hombres creen que son los dioses del sexo, dicen que todo lo provocan ellos para mantener su ego elevado, creo que se equivocan.
Ellos nos provocan, es más que obvio, algunas de las razones son inexplicables e inauditas, va desde lo más simple como su varonil aroma o su voz gruesa y ronca, hasta una mirada llena de algún tipo de emoción o el roce entre pieles; la cercanía de un hombre guapo, con voz gruesa, de gran altura, perfume delicioso y bien vestir simplemente hace que la sensatez de una mujer desaparezca, entonces sí, los hombres tienen un fuerte efecto sobre nosotras la mujeres, pero eso no quiere decir que no suceda lo mismo pero intercambiando papeles.
Nosotras también somos capaces de despertar el deseo en hombres y con muchísima más facilidad. Es nuestra manera de expresarnos y de ser, nuestra aura y seguridad; ningún hombre se puede resistir a una mujer segura de sí misma. Así como para nosotros su perfume, su altura o su voz actúan como droga, con ellos sucede lo mismo. Se fijan en todo: en nuestro cabello, nuestra sonrisa, nuestra mirada y lo que transmite, en nuestro perfume, nuestra manera de decir las cosas...ellos sienten muchísima más debilidad por nosotras y eso nos da el poder en todo lo que queramos hacer.
En fin, Matt tuvo una pequeña debilidad por mí y por mi cuerpo y lo qué le provocó, y creo que en esta guerra que tenemos vamos así:
Leah: 100.
Matt: 0.Lo siento por él pero los hombres suelen ser muy estúpidos cuando hay deseo de por medio, dejan de utilizar la cabeza y piensan con el pene.
Luego de desnudarme frente a él entré al baño, me vestí y salí. Matt inmediatamente se ofreció a llevarme a casa ya que casi eran las tres de la mañana, estuve tentada a decirle que quería quedarme —porque por un instante así lo deseé— pero recordé el acuerdo que hicimos con Alice así que no me negué y nos marchamos.
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Cayendo Por Ti [Completa✓]
Teen FictionSer despedida es desagradable -aunque no fue un despido realmente-, ser despedida cuando de verdad necesitas el empleo es mucho más desagradable, y algo muchísimo peor a eso es buscar empleo, encontrarlo y que tu jefe sea nada más y nada menos que M...