Capítulo 50| Protegerla.

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Matt:

Entro a la tienda con los ánimos por el suelo.

No he dormido bien, no me siento bien. Estoy preocupado.

No puedo conciliar el sueño de solo pensar que ella está en peligro, no puedo siquiera respirar con normalidad solo de pensar que algo podría dañarla.

Leah.

Ese es el nombre de mi nueva debilidad.

Mi cabeza está hecha un lío, mis pensamientos solo buscan una solución para protegerla. Necesito saber que estará a salvo.

Pensar que todo un trío de idiotas está tras ella verdaderamente me tiene mal. Me molesta que por mí culpa ella esté en medio de una posible guerra de la cual nunca debió ser parte.

— Buen día, Matt. Feliz navidad aunque ya sea más de la mitad de enero —Vicky me sonríe con dulzura, yo hago el intento de devolvérsela mientras me acerco—. ¿Café?

— Buenos días, Vick. Sí, por favor —me poso frente a donde está de pie y espero con paciencia mi café, algo deberá mantenerme lo suficientemente despierto.

Miro la tienda la cual está algo llena. Suele ser una tienda transitada gracias a la buena posición.

— ¿Cómo está todo? ¿por qué duramos tanto en abrir? —pregunta, sirviendo el café en una taza—. Normalmente los primeros de enero ya estamos laborando.

— Tuve algunos problemas legales con la tienda, nada de qué preocuparse.

Uso la mentira que les he estado diciendo a todos para ocultar el problema que los hermanos Sabag. Lo más sensato y creíble es decir que tuve algunas multas y problemas.

Mhm…ya —me extiende la taza de café.

— ¿Y Ámbar? ¿Cómo están? —pregunto, para desviar la atención de mí.

— Nosotras perfectas. Ámbar cumplirá años este fin de semana, quiere ir a una discoteca gay, pensé que Leah y tu querrían acompañarnos —sugiere, sonriendo con emoción.

Vicky es una gran amiga. Lleva trabajando conmigo desde hace dos años, su madre ha sido parte del equipo de trabajo de mi madre desde hace años por lo que la conozco desde que prácticamente soy un adolescente. Me agrada su manera de ser y nos llevamos tan bien que es impactante.

— ¿Discoteca gay? —sonrío y le doy un sorbo a mi café.

— Sí, bueno…va toda clase de personas de la comunidad LGBT y también van personas heterosexuales. No juzgamos —me explica sin lucir para nada incomoda.

Otra de las cosas que me gustan es que entre ambos hay tanta confianza como para decirnos o pedirnos cualquier cosa.

— Suena divertido —acepto, será una buena manera de distraernos—. A Leah le encantará la idea.

Chilla, emocionada.

— Ámbar se pondrá feliz —dice, sonriendo con genuinidad—. Gracias por aceptar.

— ¿Bromeas? Debe ser súper divertido salir con ustedes —sonrío y le extiendo la taza de café vacía—. Iré a revisar algunas cosas en mi oficina; si llega alguien buscándome ya sabes a donde enviarlo.

Me guiña un ojo.

— Cuenta con eso.

Comienzo a caminar hacia mi oficina pero antes, la voz de Vicky me detiene.

— Eh, Matt.

Me doy vuelta y la miro.

— Sobre tu escritorio hay algo que encontré esta mañana, supongo que lo deslizaron bajo la puerta —mi corazón detiene sus pulsaciones normales y las altera—. No lo abrí.

Cayendo Por Ti [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora