Leah:
— ¿Estás segura? Puedo bajar y hablar con ellas si tendrás problemas —vuelve a ofrecerse Matt, deteniendo el auto frente al edificio.
Miro la entrada y respiro profundo, pensando en que decirle a Alice, Elena y tía Eleonor las cuales deben estar esperándome frente a la puerta sentadas. Aunque para ser sincera la verdad ellas son lo de menos, no dejo de pensar en que le diré a Marcus, es quien verdaderamente me preocupa.
— No es necesario —me niego, deshaciéndome del cinturón de seguridad.
— ¿Estarás bien? —luce inseguro.
— Sí, Matt. Estaré bien —le sonrío, transmitiéndole tranquilidad.
— Vale, me avisas si pasa algo.
Inmediatamente recuerdo mi celular, ni siquiera sé dónde carajos lo dejé.
— No sé donde dejé mi celular —echo un vistazo dentro del auto, pero no se ve por ningún lado.
— Me fijaré si lo dejaste en el departamento al volver.
— Bien —abro la puerta y bajo—. Nos vemos luego.
— Mañana en el trabajo para ser exactos.
Ruedo los ojos.
— Lo olvidaba.
— Así es, llegó el jefe.
Sonrío y me asomo por la ventana del auto.
— Y estoy feliz de eso.
— Lo mejor será fingir que no estamos de vuelta juntos ¿bien? No hasta saber dónde está Ranira.
Le doy un asentimiento, recién dándome cuenta de que este no es su auto habitual.
— Estoy de acuerdo.
— Nos vemos entonces —me guiña un ojo y yo me separo del auto, entrando al edificio fingiendo que no me importa mirar cómo se aleja.
Camino con el corazón acelerado y lleno de felicidad hasta el elevador. No recordaba cómo era sentirse así desde hace mucho, me siento plena, él es mi complemento y que esté de vuelta solo se siente como un sueño.
Salgo del elevador cuando este se detiene en mi piso, intento borrar mi sonrisa bobalicona antes de tocar la puerta, no quiero que me descubran tan fácil. Toco la puerta y espero sintiéndome un poco ansiosa, la abren casi al instante y mirar a mi tía con los ojos llorosos y luciendo preocupada me alarma.
— ¿Qué pasó? ¿por qué lloras? ¿Y Elena?
— ¿¡Donde mierdas estabas, Leah!? Por Dios, estás bien —Alice sale del pasillo también luciendo histérica, y detrás de ella viene Elena—. Te dejamos cientos de llamadas.
— No sé dónde dejé el celular —respondo—. Por eso no contestaba.
Frunzo el ceño, entrando y cerrando la puerta detrás de mí.
— ¿Qué sucede? ¿por qué sus caras de funeral? Estoy bien —sonrío para intentar calmarlas, creo que es una reacción exagerada por solo haberme ido anoche de la fiesta sin decirle a nadie.
— Pensábamos que no —dice Elena esta vez, percibo su seriedad.
— ¿Por qué pensarían eso? —camino a la cocina para buscar agua, dejando mis zapatos y vestidos en el sofá.
— Leah —mi tía me llama con un tono serio que me pone dudosa.
— ¿Si? —le doy la espalda mientras me sirvo el vaso con agua.
ESTÁS LEYENDO
Cayendo Por Ti [Completa✓]
Teen FictionSer despedida es desagradable -aunque no fue un despido realmente-, ser despedida cuando de verdad necesitas el empleo es mucho más desagradable, y algo muchísimo peor a eso es buscar empleo, encontrarlo y que tu jefe sea nada más y nada menos que M...