Leah:
Toco la puerta antes de entrar. No es la voz de Matt la que me pide pasar, sin embargo obedezco.
Al entrar me encuentro con una señora, Mikhail y Matt.
Mikhail está sentado en el sofá mirando su teléfono, y la señora y Matt están teniendo una conversación de la cual yo no entiendo ni mierdas porque es en árabe.
Todos alzan la vista al ver que yo entro. Escaneo cada expresión: Mikhail me sonríe, la señora no tiene ninguna expresión en el rostro y Matt igual. No me caben dudas que esa señora es su madre.
Es alta, elegante, de cabellos rubios y hermosa a su manera. Es una señora joven de unos cuarenta y tantos que solo aparenta un poco. Sus ojos son grises y el delineado alrededor de ellos solo hace que se vea muy majestuosa.
— ¿Es nueva? —es lo primero que dice sin quitarme la mirada de encima, yo tampoco la aparto.
— Lo es —responde Matt, haciendo que mí vista se mantenga fija sobre él.
Tiene un suéter de cuello alto color negro, un pantalón de mezclilla común y deportivos del mismo color que el suéter. El negro le queda extremadamente bien, sin dudas no me cansaría de verlo vestir así.
Sus ojos brillosos están sobre mí, más como siempre en su expresión no hay nada.
— Se llama Leah —responde Mikhail desde el sofá, sonriendo cuando mis ojos caen sobre él—. ¿Qué tal estás?
Le sonrío.
— Hola, Mikhail.
— No sabía que teníamos personal nuevo —responde la señora a cambio—. Soy Melanie, es un placer.
— El placer es mío.
— Necesitábamos una nueva empleada luego de que Samantha renunció —le explica el pelinegro a su madre, debido a que la misma no entiende mi contratación aquí.
— ¿Renunció? Admite que tu hiciste que ella huyera despavorida de aquí —se burla Mikhail, haciendo que su hermano lo mire mal—. ¡No me mires así! Le doy unas semanas a Leah para que salga corriendo.
— No la veo huyendo de mí ¿o si, Leah? —su comentario obviamente tiene un doble sentido que solo capto yo, bueno, Mikhail también parece entender pero no dice nada.
— ¿Estás haciendo que las chicas huyan despavoridas de aquí, Matthew? —cuestiona su madre sin poder creerlo.
— Ni siquiera es mi culpa —intenta defenderse Matt, haciéndome rodar los ojos.
No es tu culpa comportarte como un maldito patán.
No, no lo es.
— ¡Claro que lo es, Matthew Housein! Esa manera que tienes de tratar a las personas no es la correcta —la señora Melanie parece hiperventilar—. Tu padre se molestará al enterarse que tres chicas renunciaron en un solo mes, Matt.
¿Tres empleadas en un mes? Wow, eso es mucho.
— Yo no pedí ser yo.
Ruedo los ojos mientras que sin querer una pequeña risa se escapa de mí. Me arrepiento inmediatamente cuando todas las miradas son puestas sobre mí.
Mierda.
— Yo...eh —intento decir algo pero siento que si hablo no pararé de reír.
— ¡Tú ibas a reírte de Matt en su propia cara! —Mikhail estalla en carcajadas—. De verdad me caes bien.
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Cayendo Por Ti [Completa✓]
Teen FictionSer despedida es desagradable -aunque no fue un despido realmente-, ser despedida cuando de verdad necesitas el empleo es mucho más desagradable, y algo muchísimo peor a eso es buscar empleo, encontrarlo y que tu jefe sea nada más y nada menos que M...