Matt:
— No, así no es —dice Leah acomodándose. No puedo evitar reír—. Me duele ¿ok?
— ¿Muy grande? —bromeo, haciéndola blanquear los ojos.
— Idiota.
— Un idiota con algo muy grande que al parecer ahora no te entra.
— ¡Matt! —se sonroja aunque solo estemos los dos. Ella es tan tierna a veces.
— ¿Qué? Es la verdad —me incorporo en la cama sin dejar de sonreír—. Tal vez es la posición. Cambiemosla.
— ¿Sabes qué? Me cansé —se da por vencida poniéndose de pie y colocándose la camisa que antes yo utilizaba.
Ruedo los ojos sin dejar de sonreír.
— ¿Te rindes así de rápido? Eso es deprimente.
— Iré por agua.
Antes de que salga de la habitación, la tomo por la cintura, la cargo y la llevo de regreso a la cama.
— Matthew Gadaff —se ríe mucho, lo que me hace sonreír. Su risa es suave y femenina.
— Prometiste que íbamos a leerlo —me coloco encima de ella, haciéndola suspirar. Me gusta eso.
— Lo prometí, pero esta es la quinta posición y en serio duele cuando intentas…
Se queda callada y se sonroja. Le beso la nariz y sonrío con sugerencia.
— ¿Meterlo?
— ¡Matt! —se cubre la cara con ambas manos, haciéndome reír. Le quito las manos del rostro y beso parte de él.
— ¿Qué? Me borrarás el nombre de tanto decirlo —bromeo.
— No juegues. Ven, tengo sed.
— No hasta que hagamos algo divertido y sucio —digo con coquetería.
Ella se muerde el labio sin dejar de mirarme.
Leah.
Ella está convirtiéndose en algo que no quiero. Ella está importándome demasiado. Se está convirtiendo en mi debilidad. Me resulta impresionante como ella en tan solo dos meses ha logrado llegar a un lugar tan íntimo a las que todas las demás chicas con las que he estado no han llegado jamás. Leah es tan autentica, única, tan dulce y coqueta, tiene la cantidad perfecta de todo.
Temo quererla más de lo que estoy queriendola, temo ponerla por encima de todo sin importar qué, porque se está volviendo demasiado importante, porque no tenía debilidades hasta que ella llegó.
Leah fue como luz en mi vida. Suena cursi, lo sé, pero llegó y verdaderamente le dió un giro bastante inesperado a mi vida. Ella supo jugar este juego del que siempre salía ganador, creo que esta vez no va a ser igual.
— Podemos hacer algo divertido y sucio luego de beber agua —insiste.
— Bien —acepto, poniéndome de pie. Le doy la mano para que ella lo haga. Sus ojos grandes y que suelen ser muy curiosos se pasean por mi desnudez.
— Ponte ropa.
— No.
Rueda los ojos.
— Como quieras. Iré por agua.
— Y yo iré contigo —sin hacerle caso a su petición de vestirme, comienzo a caminar detrás de ella.
La cocina de la gran posada está después del largo pasillo en el que se encuentra nuestra habitación y baño. El lugar más atrayente de este retirado y relajante lugar al cual Leah me trajo es la piscina con vista natural que se encuentra después de un gran ventanal en la sala. Me gusta que sea privado y que nadie pueda vernos.
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Cayendo Por Ti [Completa✓]
Teen FictionSer despedida es desagradable -aunque no fue un despido realmente-, ser despedida cuando de verdad necesitas el empleo es mucho más desagradable, y algo muchísimo peor a eso es buscar empleo, encontrarlo y que tu jefe sea nada más y nada menos que M...