Leah:
— Oh, maldita sea. Esta cosa no se mantiene de pie —me quejo de nuevo, maldiciendo el árbol de navidad frente a mí.
Hoy es 18 de diciembre y, después de todas las insistidas que Alice nos dio a Elena y a mí, hemos decidido decorar y darle un poco de vida y espíritu navideño a nuestro departamento.
Mi hermana y yo llevábamos años sin decorar, al menos no demasiado, la decoración no pasaba de un par de estatuas de santa y algunas velas decorativas. Este año me sorprende encontrarme colocando un bonito árbol ecológico en una esquina de la sala.
En este momento solo estamos Alice y yo ya que Elena se está preparando para ir a su club de apoyo.
He estado notando la rápida mejoría de mi hermana en los últimos dos meses. Estoy muy impactada por el giro de 190° que dio su personalidad en solo unos meses, de verdad agradezco a las personas que están generando y ayudando a ese cambio que al fin y al cabo le está haciendo un maravilloso bien.
— No tienes una pizca de paciencia —Alice sale de la cocina y se acerca a mí, ella en un santiamén hace que el árbol se mantenga de pie.
Resoplo mientras me levanto.
— Árbol del infierno —murmuro, sonriendo al ver el bonito árbol de pie. Ahora solo queda decorarlo.
— Está lindo —mi mejor amiga sonríe al mirar el lugar.
— Lo está. No decorábamos desde hace mucho —digo, tomando algunas bolas de navidad para comenzar a decorar el árbol.
— Desde que las conozco no decoran —dice ella, comenzando a moverse para ayudarme.
— Te podrás imaginar la cantidad de tiempo —digo, alejándome un poco para mirar donde quedan bien las decoraciones.
— Dos años llevo conociéndolas —se posa a mi lado y curva su cabeza como si apreciara o evaluara el árbol poco decorado.
— Largo tiempo —sonrío un poco recordando cómo me hice amiga de Alice.
La muy idiota derramó café en mi blusa cuando empezamos el tercer año en la universidad, luego la vi besándose con mi profesor de oratoria y bueno, después de un par de encuentros alocados terminamos siendo mejores amigas.
— Sí. En todo este tiempo que hemos sido amigas, estos últimos meses he notado que Elena y tú sonríen de una forma diferente —me da un codazo de manera juguetona.
— No te pongas cursi —digo, aunque una sonrisa estúpida comienza a pintarse en mis labios.
— ¡No lo estoy haciendo! De verdad ese Gadaff le sienta bien a ambas —se separa de mí y camina hacia el árbol, coloca un par de bolas mientras sonríe.
— Como temía, nos hace demasiado bien a las dos —respiro profundo y comienzo a decorar.
— ¿Por qué temes? —cuestiona ella, como si ya no supiese la respuesta.
— ¿La verdad o lo que intento hacerme creer? —me muerdo el labio.
— La verdad siempre, Le.
Respiro tan profundo como puedo antes de decir lo que voy a decir. Cuando dices algo en voz alta solo se vuelve…real.
— Estoy enamorándome de él.
Es la primera vez que lo digo en voz alta, la primera vez que me atrevo a aceptarlo y a decirlo. Mis últimas noches se basan en solo una cosa, ese pensamiento no me deja dormir, no me deja en paz, es terriblemente sofocante. Tenerlo ahí, dormido, observarlo respirar a mi lado con esa tranquilidad…mi mente trabaja como una rápida locomotora, me dice lo muy loca que me trae y lo mucho que sufriré el día en que se marche. Ahora temo porque no seré la única que va a sufrir, no seré la única que lo extrañará y añorará su presencia, mis días no serán los únicos que se pintarán de gris porque él no estará, pensarlo no es fácil, de hecho es tan difícil como mantener a flote esta mentira que le quiero hacer creer a todos.
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Cayendo Por Ti [Completa✓]
Teen FictionSer despedida es desagradable -aunque no fue un despido realmente-, ser despedida cuando de verdad necesitas el empleo es mucho más desagradable, y algo muchísimo peor a eso es buscar empleo, encontrarlo y que tu jefe sea nada más y nada menos que M...