Cayendo Por Ti [Completa✓]

Extra: Alice y Mikhail.

Corazones rotos.

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Domingo 24 de enero de 2021.

Alice:

Mirar a mi mejor amiga en este estado es frustrante. Tanto que quiero ir al departamento del mal nacido de Matt y darle una buena paliza.

Leah está enrollada en sus sabanas mientras mira en algún punto no específico de su habitación. Sus ojos están rojos e hinchados por tanto llorar, las lágrimas no dejan de salir silenciosamente.

Ha pasado un día desde su ruptura y recién hoy ha decidido exteriorizarlo. Ayer, con toda la valentía que encontró, fingió estar emocionalmente bien y fue a la piscina como lo tenía previsto. Aunque ella fingía estar bien, los que no saben sobre esto pudieron darse cuenta de que no todo estaba en orden, el brillo en los ojos de mi mejor amiga desapareció con la noticia de que ya no estaría más con el hombre que ama.

Acaricio su cabello suavemente mientras miro el televisor. Hemos pasado más de tres horas de esta misma forma, ella llorando en silencio y yo aquí a su lado.

No quiero presionarla a pesar de que me preocupa el hecho de que no sé qué fue lo que pasó entre ella y Matt, aunque fue muy clara diciéndome que todo se acabó. Me he mantenido callada para no ser pesada, a veces ser una buena amiga solo consiste en hacer saber que aquí estamos y que todo estará bien.

El teléfono de Leah no deja de vibrar. Ella no le da importancia y sigue sumida en su mundo, yo si veo quien no deja de llamarla de manera insistente.

Es Matt.

Respiro hondo y miro en dirección de la ventana. Son cerca de las seis de la tarde, o al menos ya casi serán.

— ¿Quién es? —pregunta Leah al notar que su teléfono no se mantiene quieto. Su tono de voz es bajo y ronco.

Me debato mentalmente entre si vale la pena decirle o no. Decido por decirle al verdad, no tiene caso mentirle.

— Es Matt —alzo el celular en donde el nombre del susodicho no deja de brillar. Leah traga grueso pero no hace ningún otro movimiento—. Si quieres puedo yo contestarle y con mucho gusto mandarlo a comer mierda.

Una sonrisa pequeña, casi imperceptible, se dibuja en sus labios.

— No, solo… —piensa por un momento—. Pásamelo.

Con cautela hago lo que me pide, ella toma el celular y para mi sorpresa rechaza la llamada, luego hace un par de cosas las cuales no logro reconocer. Al terminar me extiende su celular.

— Lo bloqueé de todos lados —me cuenta, soltando un suspiro luego de limpiarse las lágrimas—. Me pidió que me alejara, eso haré.

Asiento mientras le doy una sonrisa.

— Esa es mi chica —le guiño un ojo y luego tomo su mano suavemente y la observo con fijeza. Luce muy triste, deprimida en verdad—. Estarás bien, Le, lo sabes ¿no?

Sus ojos se humedecen.

— Duele tanto esto, Al —solloza, abrazándose a sí misma—. Lo amo, y que me pida dejarlo en serio duele.

Mirarla llorar casi me pone a llorar a también, de hecho, como soy algo sentimental termino llorando junto a ella.

— No sé si es una decisión propia o está siendo obligado por alguien pero es tan frustrante, estoy llena de impotencia. Él ha decidido acabarlo todo así, de la nada. Ha destruido de una manera tan cruel cada buen momento que pasamos juntos —gruñe, pasando del dolor a la ira. Es normal en estos casos.