Capítulo 6| Dos Por Uno.

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Leah:

Abro la puerta del auto de Alice y cojo mi botella de agua.

Mi amiga detrás de mí viene con una cara de asombro que se me antoja muy graciosa.

— Necesito que me expliques que mierdas acaba de pasar —exige Alice en medio de respiraciones entrecortadas—. Estoy sedienta de chisme.

Casi escupo el agua por la risa pero me controlo.

— Eso ya lo creo —me río un poco mientras le extiendo la botella de agua.

— ¿Soy yo o entre Matt y tú había un aura que gritaba: sexo, sexo?

Suelto una carcajada.

— Creo que te has vuelto algo pervertida.

— Me gusta el sexo y no tengo vergüenza de decirlo —se cae de hombros y se da un trago de la botella de agua—. No soy como esas mujeres que son vírgenes y guardan aquel tabú luego de haber practicado el acto sexual. No hay nada mejor que aceptar lo que te gusta y te complace, a mí me gusta el sexo, sí. El que quiera llamarme puta pues que lo haga, tengo veintidós años y yo seguiré disfrutando sanamente de mi vida sexual.

Sonrío.

— Lo sé, Al.

— Bien, dejemos el tema de mi vida sexual a un lado y hablemos de la tuya. Dime ¿Qué tanto te gusta Matt?

— Alice, no me gusta —no puedo evitar reírme un poco.

— Sí, supongamos que nada más hace que se te mojen las bragas.

— No me ha mojado las bragas.

— Pero lo hará —ruedo los ojos—. ¿Eres consciente del aura que los rodea cuando están juntos?

— ¿El de odio mutuo? —adivino, luciendo confundida. Según yo no hay ningún «aura» a nuestro al rededor.

— Él no te mira con cara de odio, y aunque tu intentes forzar una al verlo tampoco se ve muy real —me hace saber.

— Estás loca, Alice. ¿Qué estás insinuando?

— Ojo de loca, no se equivoca —su frase me recuerda a toda clase de locura que veo en Facebook. Seguro la sacó de ahí—. Y no estoy insinuando nada, solo digo...

— No entiendo lo que dices —la detengo, haciéndola rodar los ojos.

— Creo que se gustan.

— Y yo creo que estás loca y eso no significa que lo estés.

Chasquea la lengua mientras asiente.

Touché.

— Creo que ya terminamos nuestra rutina de hoy. ¿Vamos por un helado? —sugiero, cerrando la puerta del auto lista para buscar las cosas dentro del gimnasio.

— Qué bueno es esto de quemar grasa y luego volverlas a sumar con una buena cantidad de azúcar. Adoro que seas mi compañera de ejercicio —me apega a su cuerpo sudoroso mientras caminamos

Subimos entre risas al piso del edificio donde se encuentra nuestro gimnasio. Me abro paso por todo el lugar con Alice a mi lado hasta dar con nuestros bolsos. Me agacho a tomar el mío y observo a Mikhail no tan alejado de donde nosotras estamos, ni siquiera me había dado cuenta de que él venía a un lado de Matt.

Me encuentro buscando a su hermano sin querer. Cuando mis ojos dan con él, lo observo sentado en la maquina en donde eliges el peso y luego alzas esa cantidad, algo parecido a levantar pesas, eso lo hace mientras habla con otro chico del cual no tengo ni la menor idea.

Cayendo Por Ti [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora