Capítulo 66| Infierno.

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Ranira:

¡La tenemos! —Dalila entra a mi habitación dando saltos que demuestra lo feliz que está. Ella está incluso más emocionada que yo con todo esto—. Tenemos a la muy perra.

Miro el poco licor en el vaso de vidrio que sostengo, notando con claridad como el hielo dentro de él se derrite.

— ¿Oíste? ¡La atraparon! —sigue escandalizando ella, haciéndome torcer los ojos.

— Lo dijiste dos veces, estoy algo enferma, no sorda —respondo, caminando a mi cama en busca de mi teléfono. Ahora que la tengo no falta mucho para que Matt intente rescatarla.

— ¿Qué le haremos? ¿tortura? —insiste en saber, sonriendo con verdadera emoción—. Dime que me dejarás arrancarle un diente.

— ¡Basta, Dalila! —le grito, su voz hará que me dé jaqueca y mi mente explote.

— Bien, no tienes que gritar —se hace la ofendida, tumbándose en la cama.

Miro los mensajes en mi teléfono, enterándome de que ya están trasladando a Leah al lugar que pedí. Sonrío, satisfecha, mirando la fotografía de la novia de Matt con un saco negro sobre la cabeza.

Lo que Matt no entendió a lo largo del los años es que soy perseverante. Lo que quiero, lo logro. Así pase un día o un año, siempre obtengo lo que quiero.

Cualquiera que supiera de esto diría que soy una ex casi algo ardida porque Matt nunca me eligió y que me enfoco en la bonita y puritana Leah por los celos que eso me causa, cuando en realidad es todo lo opuesto.

No tengo nada contra Leah, tal como tampoco tenía nada en contra de la antigua frágil novia de Matt; ellas solo son en mis planes pequeños daños colaterales. Mi venganza no es con ellas, es con él.

El haber hecho que Alí se enterara de todo y luego muriera por ello es la cúspide del motivo de mi venganza.

Alí es el loco y eterno amor de mi vida y, aunque esté muerto, no dejo de llevarlo siempre presente.

Que no esté conmigo me duele todos los días; era mi compañero en cada aventura, mi amante todas las noches y sin duda el hombre que mejor me conocía, perderlo es algo que no superaré jamás.

Dicen que si uno ama a alguien es incapaz de fallarle, sin embargo yo amo a Alí y me acosté con su mejor amigo. Sabía que si algo salía mal, las consecuencias podían ser fatales, contaba con que Matt guardara el secreto pero no fue así, y sí, las consecuencias fueron fatales para mí pero lo siguen siendo para él también.

— Me daré un baño —le informo a Dalila, poniendo mi teléfono sobre la cama nuevamente luego de revisarlo—. Iré a ver a nuestra amiga Leah.

— Uh, yo voy —se pone de pie casi de inmediato—. ¿Si me dejarás arrancarle un diente?

Sonrío ante el entusiasmo de mi hermana de veinte años. Desde que entró al mundo criminal se volvió bastante sádica. Yo, sin embargo, soy más de estrategia y poder.

— Ya veremos —murmuro, entrando al inmenso baño dentro de mi cuarto de hotel.

La ducha es lenta. Me deleito mientras me aplico el jabón, imaginando el pesar y la preocupación de Matt, pensará que su amada ha de estar siendo preparada para recibir la muerte.

Sonrío imaginando sus lamentos al ver el cuerpo inerte de su noviecita, quiero que lamente haberse metido conmigo y haber destruido mi relación, porque quiero cubrirlo de la sangre de la chica que ama tanto como me cubrí yo recogiendo el cuerpo de Alí sobre el suelo suplicándole que despertara.

Cayendo Por Ti [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora