Capítulo 23| Rodeado De Chismosos.

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Capítulo dedicado a:
1 @bst_fow (no sé si se etiquetó, mi teléfono no parece encontrar tu usuario). No hay nadie más intensa con los capítulos que tú, te adoro ❤️.

......

Matt:

— Te estás viendo con una chica —señala Natalie, está sentada frente a mí mientras desayunamos.

Meto una cucharada de cereal a mi boca.

— Me veo con muchas chicas, Nat, ¿ahora es que te vienes dando cuenta?

Rueda los ojos.

— No hablo de chicas en esa forma. Te gusta una.

— Ajá.

— No me cortes con tu: ajá.

Ruedo los ojos.

— Entonces, ¿qué quieres que te diga?

— Que aceptes que te gusta una chica.

— ¿A qué le llamas gustar? Porque siempre me gustan las chicas, solo que termino con una y comienzo con otra.

Gruñe con irritación.

— ¿Por qué siempre buscas una manera de evadir los temas de conversación?

Sonrío. Molestar a mi cuñada me encanta.

— Porque eres chismosa.

— No lo soy —alzo una ceja en su dirección haciendo que ella se sonroje. Si lo es—. Bueno, tal vez solo un poco.

— Un poco bastante —mascullo.

— Matt.

— Natalie.

Me señala con su tenedor.

— Eres un imbécil.

— Gracias —me lanza una uva que se estampa en mi cabeza y eso me hace reír.

— ¿Cómo se llama?

Frunzo el ceño terminando de comer mis cereales.

— ¿Quién?

— ¿Es la chica de la tienda?

Me tenso ante la mención de Leah e intento disimularlo, creo que no lo hago muy bien gracias que mi irritante cuñada comienza a reír con emoción, yo me mantengo con mi semblante serio.

— ¿Qué pasa con la chica de la tienda? —finjo indiferencia mientras me limpio la boca con una servilleta y la miro fijamente.

— Leah es su nombre, ¿verdad? —sé que lo hace todo a propósito—. Es muy linda.

— Al grano —me cruzo de brazos.

— Fui ayer a la tienda a comprar algunas cosas...

— Eso temí —me pongo de pie para recoger la mesa, ella se queda aún sentada comiendo lo que queda de su desayuno—. Pensé que irías antes, supongo que el helado duró lo suficiente.

Sonríe con inocencia.

— Si duró bastante.

— Continúa con lo que decías.

— ¿Sabes lo que pasó?

— No tengo ni idea, no soy adivino —pongo los platos en el lavavajillas.

— Era una pregunta capciosa —la miro por encima de mi hombro rodar los ojos—. Le pregunté por ti y ella no dijo nada fuera de lo común.

Frunzo el ceño mientras me acerco a ella.

Cayendo Por Ti [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora