Cayendo Por Ti [Completa✓]

Capítulo 33| El día de Matt.

Leah:

Hoy es 20 de Noviembre y estamos a dos semanas de navidad.

No es que me alegre mucho esa fecha, pero sí disfruto beber ponche con Alice y mirar películas navideñas con mis dos mujeres.

Con mucho espíritu, ese que no sé de donde saco, entro a la tienda, lista para otro día de trabajo.

Hoy se cumple una semana desde la playa. Pasamos esta semana comiendo en la noche, viendo Sabrina con las chicas y como es obvio, teniendo mucho sexo. Creo que debemos aprender a controlar eso, no podemos estar ni cinco minutos solos porque queremos estar uno arriba del otro, no es que me queje pero Zayn, Nomar y Alice se volvieron algo pesados con las bromas.

Elena, por su parte, salió con los mellizos el martes. ¡Sí, estoy como mamá emocionada! Thobias y Anthonella la invitaron a comer helado a lo que ella dudó en ir pero Alice y yo la convencimos. Que esté haciendo amigos es algo que me llena el alma.

Le sonrío a Vicky al entrar. Ella está como siempre detrás del mostrador. Frunzo el ceño al mirar un cupcake con una velita de cumpleaños.

— ¿Cumple años Ámbar? —pregunto hacia ella cuando estoy cerca—. Me hubiese gustado saber, le hubiera comprado un regalo o mi mejor amiga me hubiese ayudado a hornearle algo.

— Tranquila, Leah. No es Ámbar —me tranquiliza, lo que me hace respirar tranquila—. Es Matt.

Mis ojos se abren de par en par.

¿Matt?

¿Matthew Gadaff? ¿El mismo chico con el que estoy saliendo?

Ok, mi cara de estupefacción lo debe decir todo.

¿Está cumpliendo años? ¿Y cómo es qué demonios yo no sabía? Ahora me siento peor que antes porque con Matt tengo esa extraña conexión, obvio quiero regalarle algo.

Mierda ¿será que me envuelvo y me entrego a él? sería muy estúpido porque me ha tenido muchas veces, lo bueno es que al parecer nunca se cansa de hacerlo. Sería buen regalo.

— ¿El jefe?

Sonríe mientras comienza a sacar cuentas.

— Parece que no te lo dijo.

— Mierda, no. No lo hizo —respiro profundo buscando cualquier cosa que pueda servir como regalo de emergencia—. ¿Qué puedo regalarle?

— Descuida, Leah. No le gusta su cumpleaños, no le gustan los regalos y seguramente por eso no te dijo nada —se cae de hombros dándose vuelta para ordenar algunas cosas.

— ¿Cómo que no le gusta? —frunzo mi entrecejo.

A mi me encantan los cumpleaños, es celebrar que sigues vivo y tienes otro año lleno de oportunidades.

— Matt es toda una caja de secretos contigo —se ríe y eso me hace sonrojar.

He salido más de un mes con él y no sé nada...

— Es lo que parece.

— No te sientas mal, seguro te lo decía hoy.

— Hoy cuando no pudiera comprarle un regalo —bufo, recostándome del mostrador.

— Siempre puedes servir como regalo —llega Ámbar de un pasillo, sonriéndome con coquetería—. Sería lo mejor que podrías darle.

— Él ya me tiene ¿por qué no otra cosa? —suspiro, buscando regalos en mi cabeza.

— ¿Qué se le puede regalar a un chico que lo tiene todo? —Vicky se ríe otra vez, besando a Ámbar quien acaba de posarse a su lado.

— Buen punto —concuerda su novia.