Capítulo 22| Reverendo Imbécil.

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¡Feliz día del libro, mis amados lectores!❤️.

Disfruten el capítulo. Los adoro.
.....

Leah:

Terminamos las deliciosas tostadas sentados en la mesa del comedor de nuestra sala. Elena habla con Matt sobre una tarea de la preparatoria, me siento inútil ya que es de números y para ser completamente sincera nunca he sido amiga de ellos.

Muerdo mi última tostada, alternando la vista entre mi hermana y Matt, no puedo evitar sonreír al verlos tan cómodos el uno con el otro, pensé que no se llevarían.

— Eres genial, Matt —dice Elena, haciéndome rodar los ojos mientras bebo de mi delicioso café—. ¿Qué, Leah? Acepta que si lo es.

— No necesita aceptarlo, yo sé que ella sabe que lo soy —me guiña un ojo.

— Ya está tarde, solo apresúrense comer —me levanto de la silla y camino al fregador.

— ¿Por qué caminas como si te doliera hacerlo? —pregunta Elena detrás de mí, haciendo que mis mejillas se tiñan de un rojo intenso. No sé ni cómo voltear y mirarle la cara a ambos.

— Yo estuve haciendo ejercicio —miento inmediatamente. No pienso decirle a mi hermana menor que Matt casi me deja en silla de ruedas gracias a su enorme amigo de unos veinte tantos centímetros.

— Sí, eso oí. El mejor ejercicio que has hecho ¿no es así, Leah? —me doy vuelta sobre mis talones y veo la mueca completamente coqueta de Matt.

— Muy bueno, sí —concuerdo—. Ahora iré a buscar unas cosas a la habitación. Elena, apresúrate por favor.

Muerde su media luna.

— ¡Estoy terminando!

Asiento y me dirijo hacia mi habitación a hacer justo lo que dije. Tomo mi bolsa y meto dentro de ella los libros correspondientes, mi teléfono y cosas de importancia personal.

Cuando termino me poso frente al espejo, buscando si la base no se ha corrido y cumple su propósito el cual es mantener oculto los chupetones de Matt. Mientras me miro, el que antes mencioné entra por la puerta de mi habitación.

— ¿Has visto mi teléfono? —pregunta antes de mirarme.

— Sobre la cama —señalo sin dejar de verme, acomodando el cabello que hoy llevo suelto para disimular mi desenfrenada ronda de sexo de anoche.

Lo toma y lo mete dentro del bolsillo de sus jeans nuevos. Sonrío al ver que esa chemise azul le queda esplendida.

— Así que un muy buen ejercicio —se posa detrás de mí y comienza a besarme el cuello, sonrío mientras siento que entro en un trance—. Siempre podemos practicarlo cuando tú quieras.

Escabulle una de sus manos hasta mi vientre y me apega hacia él.

— Gracias por la noche —me doy vuelta y me poso frente a él.

Parece impresionado.

— ¿Cómo?

— Fue una gran noche —lo tomo por el cuello y le doy un beso suave.

— Lo fue —concuerda él, sonriendo un poco.

— Espero que hayan más como esas —le guiño uno de mis ojos y comienzo a caminar hacia la puerta de mi habitación.

Me toma de un brazo y me roba un beso que hace que me derrita.

— ¿Cómo esa? Habrán mejores —me guiña, saliendo de mi cuarto antes que yo.

Cayendo Por Ti [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora