Capítulo 44| Preguntas sin Respuesta.

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Leah:

Minutos antes:

— ¿Qué tal todo? ¿Cómo la están pasando? —le pregunto a mi hermana mientras me coloco mi par de pantuflas.

Todo está bien —responde ella a mi pregunta—. Salvo que Zayn y el hermano de Matt, Mikhail, han venido un par de veces. Parecen preocupados.

Frunzo el ceño.

— ¿No dijeron que querían?

Hace un sonidito.

No.

— Bueno. Pásame a Alice. Me alegra que la estén pasando bien —sonrío un poco.

Bien. Adiós, Leah. Nos vemos mañana —imagino su sonrisa y eso me hace sentir tranquilidad.

— Adiós, Elena —suspiro mientras oigo como mi hermana le pasa el teléfono a mi mejor amiga.

— ¿Leah?

— Sí. ¿Qué tal estás? —curioseo, poniéndome de pie para ir donde Matt.

Bien, pero los que creo que no están bien son el ardiente hermano de Matt y el sexy mejor amigo del mismo. Han venido dos veces ya preguntando por él. ¿Habrá pasado algo?

Niego aunque ella no me ve.

— No lo sé, por acá todo está tranquilo.

— ¿Matt no ha hablado con ellos?

— No ha tomado su celular en todo el día.

Quizá se deba a eso, tal vez solo están preocupados.

Respiro hondo.

— Eso espero.

— ¿Debería estar pasando algo malo con ellos? —inquiere ella con curiosidad.

— No lo sé. Será mejor no preocuparnos —la tranquilizo, aunque yo no lo esté. Algo me dice que algo malo está pasando.

Decido ir hacia la sala en busca de Matt aun con el teléfono en mi oreja.

Sí, pero las expresiones de Zayn y Mikhail realmente no ayudaban, parecían nerviosos, les pregunté qué pasaba y solo evadieron el tema e intentaron lucir casuales.

Me rasco el cuello.

— No estás ayudando, me estás poniendo nerviosa.

Perdón, mejor cuelgo y dejo que Matt te relaje ya sabes cómo —sonrío y ruedo los ojos—. Terminen de pasarla bien, espero nada arruine su noche.

— Yo también lo espero —suspiro mientras llego a la sala. Frunzo el ceño al no encontrar a Matt—. Las amo.

Nosotras también a ti.

Cuelgo la llamada y busco al pelinegro con mis ojos. La sala no es muy grande así que no tiene donde esconderse si es lo que busca para asustarme. Miro la puerta corrediza de cristal que da a la piscina abierta. Dijo que quería nadar, pero no pensé que fuese a hacerlo mientras yo hablaba por teléfono.

Me acerco a ella y lo oigo hablar. Un segundo después me doy cuenta de que es por teléfono.

— ¿Qué quieres? —silencio—. Dime, ¿qué es lo que quieres?

Mi corazón se acelera. Lo que siento es nerviosismo o adrenalina. Puedo estar hablando con Mikhail o con Zayn…por alguna razón siento que no tiene nada que ver con ellos.

Me separo de la puerta con lentitud. No quiero escucharlo, no quiero espiarlo…no lo necesito. Es un acto poco respetuoso, temo escuchar algo que no me guste.

Cayendo Por Ti [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora