Locura

17.2K 2K 145
                                    

Litus abrió varias veces su boca para después cerrarla sin que saliera ningún sonido cuando por fin pudo hablar.

-Estar al lado de Layan tanto tiempo te ha vuelto loca  ¿verdad?-

Priscila alzó una ceja.

-tengo rostro de estar loca o de estar jugando. Hablo en serio. Necesito que liberes mis emociones. Sino lo haces tú buscaré alguna forma de hacerlo. No me importa hacerme daño en el proceso-

Litus no lo podía creer. Primero le parecía estar escuchando al mismo Hades hablando. En segundo esta loba le hablaba como si él no fuera un alfa que tuviera autoridad. Estar al lado de Layan definitivamente le estaba haciendo daño.

-Me niego- dijo cruzando los brazos delante de su pecho- Eres muy cachorra y muy inestable. La razón por la que se sellaron tus emociones fue para que tus poderes se controlaran. Tienes idea del desastre que puede ocurrir ahora sin esa limitante-

-Soy consciente de ello. Lo he pensado pero necesito precisamente quitarme esa limitante para usar mis poderes-

El rostro de Litus se ensombreció.

-Pídeme lo que quieras menos eso. No me importa que Layan te haya mordido. No creo que él sea capaz de lidiar con todo tu poder si pierdes el control-

-No te voy a pedir algo más porque eso es lo que quiero-

-No seas terca Priscila. Nada justifica que pueda quitar algo que fue un acuerdo del Consejo. Yo también sería castigado por ello-

-Hablaré con Layan y la razón será bien justificada para que no te castigue-

-Entonces dime la razón- presionó Litus.

Ella negó.

-Ya veo, así que ni siquiera confías en mi- el lobo pareció molesto- No insistas, no quitaré la barrera, así que intenta por tus medios pero te puedo asegurar que no lo podrás hacer- pasó por su lado y comenzó a alejarse.

Priscila se mordió el labio hasta el punto que este sangró. Pensó que Litus cooperaría pero no, estaba renuente a ayudarla y no podía decirle sobre Liam. SI tenía conocimiento sobre él era muy probable que se adueñara de su cuerpo y no quería que Layan y él pelearan a muerte.

Se dejó caer en el suelo sintiéndose agotada. Su cabeza dolía de pensar tanto en todo sin hayan una respuesta. Fue entonces que se dio cuenta que la tranquilidad de aquel estanque no estaba tan mal después de todo.

Poco a poco dejó que su cuerpo se fuera transformando hasta que su piel estaba completamente cubierta de espeso pelaje negro. Estiró sus patas y oyó sus músculos crujir. Hacía días no salía a correr. Se había concentrado en su entrenamiento pero su parte salvaje necesitaba tener libertad y relación con su entorno. Sabía que Layan no quería que ella saliera a correr sola pero necesitaba unos minutos para ella misma.

Así que sin mirar atrás comenzó a correr dejando atrás todas sus preocupaciones.

Layan bajó las escaleras esperando ver a Priscila detrás de Litus pero no fue así.

-¿Dónde está?- exigió.

-No sé, pregúntale tú mismo cuando la hagas entrar en razón- dijo el alfa molesto subiendo por a lado de Layan hasta la habitación que se le había asignado.

Layan pestañeó confundido. Era extraño ver a Litus molesto. Era alguien tranquilo y bastante neutral. ¿Qué habría pasado entre él y Priscila para que se pusiera así?

Salió hasta el jardín buscando a la loba y no la encontró, no estaba por todo aquello. Frunció el ceño y se giró hacia uno de los guardias.

-¿Han visto a Priscila?-

Reina del Alfa #2 Serie: Almas De Lobo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora