Si lees este antes pues ve al anterior que hice actualización doble
Litus sintió la puerta que sonaba y no tuve que hacer mucho para saber quién estaba del otro lado de la puerta. El olor que se filtraba incluso del otro lado era bastante potente y era bastante denso.
Layan estaba molesto.
El alfa abrió la puerta y por supuesto se esperó que el puño del líder del Consejo se estrellara contra su rostro. Más de un hueso crujió en su mejilla más no dijo nada mientras se mantenía sentado en el suelo. Era un alfa, sí, pero estaba tanto en la manada de Layan como había tocado a la loba de él. Que solo lo hubiera golpeado, y bueno casi desgarrado el cuello, era un milagro.
Ya lo hubiera mandado a matar y no hubiera pasado nada. Era el líder del Consejo. Podía hacer lo que le viniera en gana.
-¿Se puede saber que mierda estabas haciendo?- el gruñido del alfa de cabello rojo hizo retumbar las ventanas.
-¿A qué parte te refieres?- Litus mantuvo la calma.
Layan lo fulminó con la mirada, sus ojos estaba sumamente dorados.
-A todas. Desde el beso a Priscila hasta liberar sus emociones. Estás loco. Acaso pretendes que ella muera- se dio cuenta que estaba gritando y chasqueó la lengua.
Litus se levantó del suelo con agilidad pero con movimientos medidos. Layan no estaba de buen humor y no debía provocarlo.
-Ella me lo pidió-
-¿Pedir qué?-
-Que liberara sus emociones-
A Layan le tomó unos segundos procesar sus palabras. ¿Para qué Priscila querría eso?
-¿Y tú simplemente lo hiciste? Tú mismo fuiste el que selló sus emociones para salvarla de que muriera. ¿Cómo demonios piensas que va a lidiar ahora con eso?- sus colmillos se mostraban.
El rostro de Litus se mantuvo tranquilo.
-Al principio realmente me negué. Incluso cuando lo hice y comencé a deshacer la barrera que estaba dentro de ella todavía me lo cuestionaba. Pero me informaron lo que a ella le pasó. ¿Liberó tu poder?-
Layan escondió ligeramente sus colmillos y asintió.
-Entonces no estés tan alarmado. Ya no debe correr peligro-
-¿Dé que estás hablando?-
Litus alzó el mentón.
-Si ella aprende a controlar tu poder puede curarse por sí sola y retener el envejecimiento acelerado de sus células-
Y Layan se quedó sin palabras.
***
A pesar de que Layan le había pedido que se quedara en la habitación, Priscila estaba agotada de estar o en una cama o descansando. Por eso y antes de darse cuenta ya estaba caminado por los terrenos del castillo. Aún estaba algo confundida sobre todo por sus emociones y aprendiendo de ellas o lo que podía recordar.
Había un vestigio de cuando dormía con sus hermanos y era abrazada por ella. La forma en que se sentía en esos momentos era lejana pero se sentía bien. Cuando su madre le daba un beso o su padre la cargaba en sus brazos. Felicidad. Esa era la palabra indicada y le hizo sonreír ligeramente.
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Reina del Alfa #2 Serie: Almas De Lobo
WerewolfSegundo novela de la Trilogía Almas de Lobos Ella, la hija de Nebraska y Hades ha nacido con la sangre de los cinco grandes alfas. Siendo la loba más fuerte de su tipo no puede controlar su poder haciéndose daño. Layan sabe que ella lo reclama como...