Estabas relajada en tu sillón, todo era paz y tranquilidad después de un largo día trabajando.
Sonaba la puerta principal. Hobi había llegado a casa.Generalmente, Hobi llegaba después que tu ya que su trabajo demandaba más tiempo, a veces llegaba muy tarde que tu ya estabas dormida.
-¡_____! – Decia Hoseok emocionado al entrar y verte –Al fin llegue– Caminaba feliz hasta donde tu estabas recostada. El se recostaba a tu lado.
-Al fin llegas –Confirmabas lo que él había dicho segundos atrás.
Hoseok tomaba tu mano y la ponía sobre su cabeza
-Acariciame mi cabello, hace mucho no me haces mimitos
Reías porque rara vez te lo pedía. Podría tratarse de dos cosas: en realidad quería mimitos o te iba a pedir algo.
Y tal como el lo pidió, lo acariciabas como un niño.
-Oye, ¿te puedo preguntar algo? –Lo sabias– ¿Podemos pedir algo de comer?
-Eso no debes preguntármelo, solo hazlo.
Ya casi termina este libro...
Dos capítulos más.