-Déjame decirte algo más, te ruego que me escuches –Decía mientras se detenía –Te amo, te amo tanto, no puedo poner mis ojos en otras mujeres...solo tengo ojos para ti, aún siento que te pertenezco, siento que vivo para ti. Desde que no estamos juntos, ya no puedo dormir porque lastime a la persona que más amo en el mundo. Casarme contigo fue la mejor decisión que he tomado en mi vida. Sé que es difícil volver a confiar en mi, lo entiendo, pero...si no te amara, ni siquiera hubiera venido aquí esta noche o aquella noche que te volví a ver desde lo que paso y ya no sé qué hacer o si podre reconstruir mi vida amorosa sin ti, siento que no lo haré porque...mi corazón te pertenece a ti y estoy igual o más enamorado de ti que antes.
-Basta Jin –Llorar era lo único que podías hacer en ese momento mientras tu cabeza estaba baja.
Sentías como Jin se acercaba a ti, podías comenzar a sentir su respiración golpear con tu frente. Tu cuerpo quería abalanzarse a él, besarlo y abrazarlo. Te tomaba de las manos, las juntaba y las elevaba a la altura de su boca mientras depositaba un tierno beso en ellas para luego volver a bajarlas y soltarlas suavemente.
-Comprendo si quieres que me vaya de una vez –Jin se giraba para salir por la puerta
Jin cruzaba la puerta y salía.
Ibas a cerrar la puerta cuando escuchaste a Jin llamarte.
-¡_____!
Fijabas tu mirada en él.
-Por favor, no lo deseches o rompas, te lo ruego –Jin retomaba su camino.
"¿A qué se refiere?" te preguntaste.
Cerraste la puerta y te giraste. Ahora tu atención estaba centrada en lo que te había dicho Jin.
En vez de resolver tus preguntas, quedaste más confundida."¿Enserio quiero a Jin fuera de mi vida?" Te lo preguntabas mientras te dirigías a la mesa para recoger el vaso de agua que Jin...ni siquiera había tocado.
Una vez frente a el, observaste que debajo del vaso había algo...un pequeño papel doblado a la mitad.
Alzaste en vaso para poder sacar aquel papel y volvías a poner el vaso en la mesa.Un número telefónico y debajo de el, "Jin".
Asi que era eso a lo que se refería. Y acatarias su pedido, no lo desecharias.
-Jin dijo que jamás la amo –Hablabas por teléfono con Jimin luego de haber limpiado y ahora estabas sentada en el sillón mirando a la nada.
-¿Tu le crees? –Jimin con curiosidad preguntaba
-Quiero creerle, enserio pero no estoy segura de nada
-¿Qué sentiste cuando te lo dijo? Me refiero a...¿sientes que te lo dijo honestamente?
-Si, lo sentí en sus palabras, sentí su arrepentimiento
-Te diría que no cedieras, pero si Jin en realidad está arrepentido y que en realidad te ama –Pausaba y suspiraba –Deberias darle una oportunidad.
-Si...pero no se si pueda confiar en el de nuevo, es decir, tengo miedo a que me engañe de nuevo
-La confianza se recobra poco a poco...te lo aseguro –Jimin decía con un tono dulce y comprensivo.
-Gracias Jimin, enserio, estuviste ahí cuando yo estaba muy triste por todo esto
-Ja, soy el mejor amigo de todos