Esta bien, me tienes a mi.

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Por la tarde, cuando Yuan Zong estaba ayudando a Xia Yao a terminar de ducharse y arreglarse, se dio cuenta que las cremas y otros productos para la piel que había en el armario habían desaparecido. Así que preguntó de forma casual: -¿Dónde están tus cremas?

La mentira salió tan pronto como Xia Yao abrió su boca, -Le he dicho a mi madre que se los llevara a casa.

Yuan Zong no dijo nada mientras volvía al baño llevando con cuidado el cuenco lleno de agua.

Esa noche, la pareja decidió dormir juntos en la pequeña cama, a menos de un metro de separación entre el uno y el otro.

Una de las cosas que más le gustaba hacer a Xia Yao antes de irse a dormir era mirar a Yuan Zong. Había descubierto que los hábitos de Yuan Zong no se parecían en nada a los suyos ni a los de nadie más. Yuan Zong apenas jugaba con su móvil, y cuando lo hacía era para revisar si tenía algún mensaje o llamada perdida. Después de comprobarlo, lo volvía a colocar en el cajón y no lo volvía a tocar en toda la noche. (N/T:¿Hábitos de militar?

Pero no solo era eso, la postura con la que solía dormir Yuan Zong también era muy ordenada y limpia, tumbado sin moverse, rara vez mostraba algún tipo de posición extraña al dormir. El edredón estaba colocado de forma correcta, y la sábana nunca se enrollaba de forma torcida. Varios años de trayectoria como militar debían haber hecho que esos hábitos se arraigaran en su corazón.

Xia Yao no puedo evitar pensar, ¿Será demasiado agotador vivir con una persona así?

(N/T: Créeme es mucho menos agotador que vivir con un desastre como yo... creo que solo mi perrita me aguanta jajajaj.)

Yuan Zong levantó el cigarrillo, e inhalo lentamente.

(N/T: No me puedo imaginar a Yuan Zong fumando, los veo a los dos de ese tipo de personas que cuidan tanto su cuerpo que no les veo teniendo un vicio como fumar.9

Los ojos de Xia Yao inspeccionaron el espectáculo que tenía delante con alegría: El borde la manta de Yuan Zong había sido colocado sobre la parte baja de su abdomen, medio cubierto, medio desnudo. Las líneas de sus músculos y la textura ruda de ellos remarcaban su sexualidad y temperamento. Desde el hueso de la ceja hasta la barbilla y la manzana de Adán, todo estaba conectado en un arco frío como una espada. Pero la mirada estoica se perdió dentro de esa mirada oscura que seguía siendo flexible y entrañable, haciendo que todo el rostro de Yuan Zong pareciera vivo y animado.

Yuan Zong miró de soslayo a Xia Yao, el cual estaba jugando con la almohada en forma de champiñón. (N/T: O según Xia Yao en forma de P...)

La persona apellidada Xia, que una vez había prometido no jugar nunca en la cama, estaba jugando con su gran almohada descuidadamente. Apretando de forma constante la punta del champiñón, que seguía expandiéndose y contrayéndose bajo la entusiástica fricción de las manos de Xia Yao. Xia Yao sacó su lengua, deteniéndose a apenas unos centímetros de la almohada. Desde la parte de abajo, siguió avanzando, haciendo gestos que simulaban lametazos, su mirada oscura llena de travesuras, provocando satisfactoriamente al hombre enfrente de él.

Yuan Zong, quién apenas había conseguido enfriarse, había sido atrapado de nuevo en un tipo distinto de fuego.

Un poderoso brazo se extendió, agarrando la parte delantera de la ropa de paciente de Xia Yao y tiró del joven de 70 kilos sobre su cama.

La sonrisa de Xia Yao se prolongó con picardía, dejando al descubierto el disfraz normal de Xia Yao y mostrando su color natural debajo de la máscara: desenfrenado y desenvuelto, lleno de juventud.

El caliente aliento de Yuan Zong rozó la mejilla de Xia Yao, .¿Qué te ha hecho volverte así?

-Travieso por naturaleza.

Yuan Zong descubrió que las palabras de Xia Yao eran completamente ciertas, cuanto más interactuaba con Xia Yao, más difícil encontraba manejarlo.

Sin saber cuándo había ocurrido, Yuan Zong se sintió repentinamente impulsado a mostrarle a Xia Yao lo loco que lo había vuelto este hombre. El médico le había prohibido repetidamente el uso de "grandes movimientos" que pudieran desgarrar la herida; sin embargo, a Yuan Zong le resultaba extremadamente difícil mantener la compostura.

Yuan Zong bajó la cabeza.

Las dos piernas de Xia Yao fueron sujetadas por la gran mano de Yuan Zong y así mantener una postura que le impidiera moverse. Cada vez que se excitaba tanto que quería usar sus dos piernas para sujetar el cuello de Yuan Zong o cuando quería luchar inconscientemente por el placer cegador, siempre era detenido por la fuerza de Yuan Zong. Este sentimiento restringido aumentó la sensación de Xia Yao, haciéndola aún más poderosa, como un masoquista que suplica perdón.

Cuando los dedos de Yuan Zong finalmente se apartaron del cuerpo de Xia Yao, todo lo que quedó fue una sensación de vacío inconsciente.

-¿Cuándo lo haremos de verdad? -Preguntó Xia Yao.

Yuan Zong tuvo que asegurarse que esas palabras de verdad venían de la boca de Xia Yao.

La ceja de Yuan Zong se levantó unos centímetros, y su nuez de Adam subió y bajó. -¿Qué acabas de decir?

-Solo deja de lado tu dignidad y déjame que te lo haga una vez. -Lanzó sin cuidado las palabras Xia Yao.

Yuan Zong resopló, -¿Contando con ese par de piernas tuyas?

-Puedes hacérmelo tú entonces.

Al escuchar esto, una mezcla desordenada de humor extremadamente inquieto y rabia apareció de nuevo dentro de Yuan Zong.

Después de un largo silencio, La repentina presión en el interior de la habitación del hospital obligó a Yuan ZOng a soltar una regañina incontenible.

-Antes cuando eras capaz, no me dejabas tocarte, ahora que no podemos follar ¿Quieres?

Xia Yao no pudo evitar esbozar una amplia sonrisa, lo que hizo que Yuan Zong presionara bruscamente su miembro contra la parte inferior del cuerpo de Xia Yao en un movimiento de castigo.

En un instante, un dolor se le clavó a Xia Yao en la parte inferior de su cuerpo, como si hubiera sido atropellado por un coche. Ese era todo el castigo que Yuan Zong podía darle a Xia Yao debido a lo poco que su cuerpo podía tolerar en ese momento.

Xia Yao uso la almohada para golpear un par de veces a Yuan Zong por detrás.

De repente, la voz de Xia Yao sonó en una mezcla de pena y dolor. -Creo que me he corrompido.

-Esta bien, me tienes a mi.

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Xia Yao está cada vez más travieso... me encanta. 

Gracias por leer.

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