Disparador de tres segundos.

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          Xia Yao se sentó en su habitación y esperó a que llegara la hora de salir de cama para ir a trabajar. Había un pequeño movimiento en el balcón.

         Dio un par de zancadas y abrió la las cortinas de golpe, y vio el rostro que tanto odiaba. Yuan Zong golpeó la ventana y cogió la jaula. El tiempo que tardó Xia Yao, desde que oyó el movimiento hasta que abrió las cortinas, fue menos de dos minutos, y la jaula ya estaba fuertemente sujeta por Yuan.

        -¡Bueno...! Xia Yao midió su tono.

          Yuan Zong dijo con calma: -Tu camiseta está desgastada, y deja tus pezones expuestos.

           Xia Yao llevaba una camiseta de tirantes. Y como había rodado muy rápido de la cama la llevaba mal puesta. Los pantalones del pijama se le había subido, revelando unos suaves y bien proporcionados gemelos, com las piernas separadas, caballeroso y amistoso sin perder su masculinidad

          ¿Por qué eso era especial para él? Lao Tzu no producía leche (Creo que la frase en sí quiere decir que no hay una dependencia entre ellos)*. ¡Era como si hubiera una gran diferencia entre los aspectos positivos y negativos! Xia Yao estaba complacido y salió fuera al balcón con una voz inusual.

        -¡Dámelo!

         -¿Qué?

         Xia Yao dijo fríamente: -El regalo de tu hermana.

         Yuan Zong volvió a su coche, a por la caja de galletas de Yuan Ru. Y volvió con la caja que había contenido comida.

        Una vez que Xia Yao la tuvo en sus manos, los últimos vestigios de resistencia por controlar su propio temperamento se esfumaron:

        -Ahora que has cumplido con tu tarea satisfactoriamente, después de esto... no quiero volver a verte frente mío, y lo que sea que tengas que hacer, hazlo solo.

         Cuando termino de despotricar, cerró la ventana de un portazo.

         Quería tirar el regalo directamente a la basura, pero volvió a pensarlo después de ver la caja.

         Así que Xia Yao abrió la caja que contenía galletas.

         Después de ver lo que había dentro, Xia Yao abrió los ojos de golpe.

          Dentro había un pez de madera, exclusivo de los monjes y en su interior había medio abierta otra caja que contenía un libro.

          La sangre hervía dentro del cuerpo de Xia Yao y su cabeza estaba a punto de explotar.

         Con ambas cosas aún sujetas corrió hacia la ventana, quería tirárselos directamente desde la ventana, como resultado, cuando abrió la ventana Yuan Zong seguía plantado allí, su postura no había cambiado.

          -Ya te puedes ir. Xia Yao apuntó a la cabeza de Yuan Zong y dijo: -Dile a tu hermana, que la quiero ver por una última vez. ¡Si ella aún quiere darme una buena impresión, avísale de que no debe llevar minifalda!

          Esa noche, cuando ella descubrió las nuevas noticias estaba realmente excitada.

          -¡Oh madre mía! ¡Eres bueno! He estado persiguiéndolo por tanto tiempo. Nunca me responde cuando yo le pregunto.

          Yuan Zong mostró su amor por Yuan Ru. Estaba preocupado por ella: -¡Primero deberías de pensar en que ponerte mañana!

         -¡Okayyy! Yuan Ru entró en su vestidor privado y abrió los cuatro o cinco armarios que tenía. -¿Debería llevar esto?¿Es muy brillante? ¿Este otro?¿No? No encuentro los zapatos a juego...

Advance Bravely En EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora