Advance Bravely En Español

Las dos mejores granadas.

La temperatura había descendido,  los días habían progresado tranquilamente, y ya era viernes de nuevo. Anteriormente durante el fin de semana, Xia Yao se forzaba a sí mismo a ir al entrenamiento, porque ya terminaba bastante agotado del trabajo, por lo que era normal que el fin de semana estuviera fatigado. Pero ahora esperaba que fuera fin de semana, parecía que hacía multitud de esfuerzos para tenerlo todo a tiempo pronto y así poder salir del trabajo antes, pero además llegaba a la agencia antes de que el entrenamiento empezara.

Xia Yao salió del trabajo a las tres de la tarde y cogió una caja de granadas para llevarlas a la compañía de Yuan Zong.

Después de todo, los alumnos estaban recibiendo entrenamiento en los exteriores. Xia Yao vio como Yuan Zong estaba haciendo una demostración a los estudiantes. Durante la marca, las armas fueron disparadas directas al objetivo siguiendo el ritmo del tambor. Los 25 objetivos cayeron al suelo. Xia Yao lo observó durante un largo tiempo, hasta que sonó el silbato, y entró en el campo de entrenamiento.

Al entrar en la sala de entrenamiento, Xia Yao apoyó la caja, y sopló aire caliente sobre sus manos heladas, y entonces eligió las dos granadas que tenían mejor aspectos y eran más grandes.

Poco después, todos fueron entrando uno tras otro.

-¡Yeah! Xia Yao, ¿Cuando has llegado?

Xia Yao miró a sus compañeros y los llamó: -Venir, os he traído granadas. -Aún no había acabado de hablar y los chicos ya se habían acercado a coger una. Cada vez que Xia Yao traía algo era bienvenido por todos. Por un lado, porque ese joven era de una especie rara y nadie quería meterse con él, y por otro lado, lo que Xia Yao traía era siempre realmente bueno. Siempre que traía algo eran productos especiales que habían sido enviados desde el campo y no eran productos que circulaban en el mercado.

Después de que todos habían elegido una, Xia Yao sacó las dos granadas que había guardado y las puso de vuelta en la caja.

En ese momento Xia Yao entró y vio que todo el mundo estaba sujetando una granada en sus manos y le preguntó a Xia Yao: -¿Dónde está mi ración? -Xia Yao levantó la barbilla: -Ellos ya han elegido las mejores, a ti te quedan las sobras.

Yuan Zong cogió una y la sopesó. De repente un instructor que pasaba por ahí vio las dos granadas en las manos de Yuan y no pude evitar murmurar:

-Yuan Zong como puede ser que tu tengas esa granada... ¿Y por qué es mucho más grande que la mía? Ante su discurso, cuatro o cinco personas que estaban cerca se acercaron para comparar su granada con la de Yuan Zong.

-Oh, también es mejor que la mía.

-El punto es que es muy roja. Veis la que me ha tocado a mi esta llena de motas verdes y rojas.

-¡Sí! Y yo he sido el primero en elegir. Y no vi esa.

-¿Cómo es que él tiene la mejor?

Ojos llenos de preguntas cuestionaban a Xia Yao. Después de esos comentarios, las orejas de Xia Yao se habían vuelto rojas. Y le gritó a la multitud: -¿Cómo podría saberlo yo?¡Si no estáis contentos podéis devolvérmela...!

Todos los que habían participado en la broma se apresuraron en guardar sus cosas e irse a casa, dejando a Xia Yao y Yuan Zong solos en aquella gran sala.

Yuan Zong había encendido la calefacción de su oficina previamente, caldeando agradablemente el lugar. Cuando Xia Yao entró en la habitación, fue cogido por Yuan Zong y empujado hasta una de las esquinas de la habitación, donde no pudo esperar más y lo beso. La prisa y la atmósfera pesada y caliente se mezclaron con la textura única de los delgados labios de aquel hombre, estimulando los sensibles y ansiosos nervios dentro del cuerpo de Xia Yao.

-Tú hijo de... déjame... No he terminado.... heee aaahhh...

Xia Yao había perdido la cuenta de cuántos besos había recibido ya de Yuan Zong (N/T: Y los que te quedan...), y cada vez era como si fueran de alguien que acabara de volver de la guerra... Yuan Zong encontraría cualquier oportunidad para tirar de él y besarlo. Incluso cuando Xia Yao quería liberarse no podía deshacerse de Yuan Zong. Dejó de tratar de huir y se quedó allí quieto mientras Yuan Zong le besaba. Como si estuviera entumecido o aceptando su destino... Xia Yao no mostró la más mínima resistencia, y Yuan Zong se llenó con su sabor único.

Durante un largo rato, la lengua de Yuan recorrió los labios de Xia Yao hasta que al final se detuvo.

-Esas dos granadas, ¿Las habías reservado especialmente para mí?

- Eso es lo que tus alumnos han dicho porque les dabas pena. Deliberadamente han dejado las dos mejores. ¿De verdad crees que no las han visto? Te tienen miedo.

Yuan Zong sonrió, bajando ambas manos hasta que llegaron a la cintura de Xia Yao, justo el punto donde su camiseta se metía dentro de sus pantalones.

Xia Yao reaccionó rápidamente y quitó la mano de Yuan Zong de golpe, con una advertencia en sus ojos. -¿Qué te crees que estás haciendo?

Yuan Zong le lanzó una mirada aún más severa y bajo su voz: -¿Estás llevando esos pantalones tan bajos de nuevo?

-¿La cintura es baja? Es igual que los uniformes de la academia. -Contestó Xia Yao.

-¿Cómo no van a ser bajos? -Mientras hablaba Yuan Zong deslizó ambas manos hasta entrar en contacto con la suave piel del bajo abdomen de Xia Yao, con una expresión enfurruñada e irritada mirando hacia Xia Yao. -¿En qué estación estamos?¿Por qué no llevas algo más para cubrirte?

La mano de Xia Yao siguió las de Yuan Zong, y las detuvo antes de que continuaran con su escrutinio.

-¿Por qué tienes la piel tan fría?¿No llevas otro par de pantalones debajo?

Xia Yao respondió: -No me he puesto uno de esos en años.

-¿Clase baja?

-No es porque sean inferiores. Es más algo espiritual, una actitud de vida, me niego a comprometerme con la naturaleza. Hey, sabes que... tú no puedes entenderlo. No es algo para gente de tu edad.

Nada más decir eso, Xia Yao recogió su mochila, y con un estilo muy cool abandonó la sala.

Yuan Zong llamó al administrador y le dijo: -Antes de irte enciende la caldera. Mañana empezaremos oficialmente a encender la calefacción

-¿Encender la calefacción mañana?

El manager estaba sorprendido. -Hoy es 2, se supone que encendemos la calefacción el 17 o el 18 de este mes, eso es casi medio mes antes, ¿Cuánto incrementará eso los gastos de este mes?

-Deduce los gastos de mi cuenta personal.

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¡¡De aquí solo va a mejor!! A veces me cuesta tanto entender a Xia Yao... pero aún así le queremos.

Seguro que algunos aún estáis de resaca post Still 2gether, así que espero que este capítulo os haya sacado una sonrisa.

¡Y Avanzar Valientemente gente!