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No moriré por ti.

Como resultado, a la mañana siguiente, cuando Xia Yao salió de casa... se encontró con su bicicleta parada fuera.

La cadena había sido reemplazada por una nueva, y las partes dañadas también habían sido reparadas. Parecía la misma de antes. Xia Yao miró alrededor pero no encontró ningún rastro de Yuan Zong. No pudo controlar el grito.

- Al final había hecho algo bien. Sin embargo, Xia Yao no planeaba montar la bicicleta para ir al trabajo ese día. Tenía altas sospechas que con el carácter de Yuan Zong, en caso de hacer algún esfuerzo extra su seguridad tras la reparación no estaba garantizada.

Así que, por su propia seguridad, Xia Yao se fue a trabajar patinando.

Comparado con el día anterior, tanto su cuerpo como el equipamiento eran llevados por el viento, y se deslizó hasta la puerta de su unidad, encontrándose con varios de sus compañeros que salían. Cuando Xia Yao apareció en su línea de visión, ellos empezaron ha hablar energéticamente.

-¿Qué le está pasando últimamente a Xia? Ayer vino montado en bicicleta. Esta vez a cambiado por los patines en línea.

-Tú lo has dicho... ¡es muy cool! ¿No?

-¿Qué quieres decir... yo también tengo la oportunidad?

-Con tu cara y tu piel...

-...

Por la tarde después de trabajar, Xia Yao iba con sus patines corriendo arbitrariamente por las calles y carriles, lanzándose a través de los callejones. ¡Si tienes la habilidad alcánzame!¡Sígueme! Voy a hacer que seas incapaz incluso de ver mi sombra.

Después de varios días de ausencia, Xia Yao finalmente podía experimentar la sensación de volver a casa sin que nadie le observara y volar libre. Era placer para su propio corazón que pensaba celebrar con una gran cena.

Cómo resultado, cuando se fue a dormir esa noche, Xia Yao fue a correr las cortinas, pero lo que vio lo asustó y le hizo dar un salto enorme hacia atrás.

Después de ver la imagen al completo le gritó a la ventana.

-¡Véte de aquí!

Ese grito, asustó al pájaro que descansaba en su jaula.

La madre de XIa Yao golpeo en la puerta -¿Qué pasa hijo mío?

Xia Yao cogió ambas cortinas con fuerza y las cerró.

-Está bien mamá, vuelve a la cama.

Después de que su madre se fuera, Xia Yao se quedó solo. Sentado con las piernas cruzadas en la cama, con su vista fija en la ventana... por suerte su habitación era lo suficientemente grande como para mantener la distancia desde la cama hasta la el pequeño balcón. Sí no se hubiera vuelto loco ante la visión de lo que ocultaba aquella cortina.

¿Cómo es que había gente tan desesperada, acosadora, de piel dura?

¿Todo por un regalo?

Por qué no lo había tirado. Vuelves y le dices a tu hermana, ¿Solo se habrá terminado cuando lo entregues en mano?

¡Por todos los dioses!

Después de que Xia Yao consiguiera calmar sus emociones, sus ojos no pudieron evitar dirigirse a la ventana, intentando adivinar si Yuan ya se habría ido, había pasado más de una hora. ¿Ya debería haberse ido?

Xia Yao no estaba seguro, así que se acercó con paso sigiloso a la ventana y secretamente abrió una pequeña abertura entre ambas cortinas.

Cuando Yuan Zong vio el hermoso ojo que lo observaba desde la brecha, se llenó de tentación, sospecha y precaución. Entonces apareció otro ojo, seguido por una fuerte barbilla y su expresión era de irritación.

Al final, las cortinas fueron cerradas de nuevo, seguido por el sonido de pasos tumultuosos.

Al día siguiente, antes de que Xia Yao se fuera a trabajar, cambio las pilas de su grabadora y la colocó junto a la jaula del pájaro.

Repitiendo lo que Xia Yao había grabado el día anterior.

-¡Vete, vete, vete...!

Por la tarde, Xia Yao seguía usando sus patines para poder despistar a Yuan Zong. Deseando llegar a casa, cenar, y alimentar bien a su amigo, esperando escuchar al loro hacerlo lo mejor posible.

El pájaro empezó a cantar incluso antes de que Yuan Zong llegara. Y cuando lo hizo gritó aún más fuerte.

-¡Vete de aquí!¡Vete!¡Vete!

Xia Yao no tuvo que abrir las cortinas, pero se pudo imaginar cómo lucía la la cara de fuera, luciendo como un lobo. Sin poder controlar la comisura de sus labios, escondiendo un par de palabras.

-No moriré por ti.

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