Poniéndose unos pantalones pequeños.

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Lleva un rato lloviendo, y se había formado una tormenta. A pesar de haber cerrado las ventanas, Xia Yao seguía pudiendo escuchar el ruido de la tormenta fuera. La lluvia golpeaba contra la ventana, gritando dentro del corazón de Xia Yao, sometiéndolo a diversos shocks.

Camino hacia la ventana y miro fuera de ella por un pequeño espacio.

Si solo fuera la lluvia, entonces estaría bien, pero con ese furioso viento y la tormenta, el paraguas que sujetaba Yuan hacía rato que había sido aplastado.

- Vete a tu coche! - rugió Xia Yao.

Cómo resultado, no solo Yuang actúo como si nada, sino que atrajo la atención de su madre.

- Hijo, ¿Cuál es el problema?

Xia Yao relajo su respiración temporalmente y hablo en dirección a la puerta: - No pasa nada mamá, estoy bien.

-Yao... acuérdate de cerrar la ventana.

- Sí.

En conclusión, Xia Yao no solo no cerró la ventana, sino que fue y la abrió al completo.

-¡Entra!

En el momento en el que Yuan Zong entró de un salto por la ventana, Xia Yao vio claramente como una sonrisa se escondía detrás de su calmado rostro.

Después de entrar en la habitación, Xia Yao, obligó a Yuan Zong a darse una ducha, para que no cogiera un constipado, ni se sentará donde no era conveniente. Entonces sacó un pijama del armario y se lo dio a Yuan.

Nada más entrar en el baño, Yuan Zong se encontró con que los productos para el cuidado de la piel de Xia Yao que estaban a la vista, y no pudo contenerse de cotillear entre ellos, riéndose, ¡Era bastante engreído!

Yuan Zong se dio una ducha, mientras Xia Yao colgaba su ropa mojada para que se secara.

-Tu ropa interior es muy pequeña y ajustada. -Dijo Yuan Zong al salir del baño.

La cara de Xia Yao se volvió verde.

-¿Quién te ha dicho que podías usarla?

-La he visto colgando en el baño y me la he puesto. - El rostro de Yuan Zong mostraba seguridad, mientras Xia Yao le lanzaba una mirada fría.

Yuan dirigió su mano al hueso de su cadera donde se ajustaba el calzoncillo y susurro deliberadamente:

-¿O... Podría quitármelo?

-¡No... hace falta!

Respondió Xia Yao en tono duro, caminando hacia el escritorio con una cara enfadada.

Entonces, abrió el cajón del escritorio y sacó la maqueta de la casa de madera.

-¿Qué dijiste ese día?- Preguntó Xia Yao.

Yuan Zong preguntó: -¿Qué?

Xia Yao añadió algo incomodo: -Que cuando te sonriera, podrías ponerle pantalones.

Y sacó la figura de arcilla.

Yuan Zong vio el córner de los labios de Xia Yao y no pudo contenerse y sonrió.

-¿Qué pasa?

Quién viera esa figura de seguro se reiría, el miembro y el culo de la figura de arcilla hacían enojar a Xia Yao, y él seguía teniendo algunos pensamientos sucios sobre ello. Parecía que Xia Yao había hecho numerosos esfuerzos anteriormente para ponerle pantalones al villano. Como resultado, su trabajo manual no había funcionado adecuadamente y ahora tenía que suplicar.

Yuan Zong sonrió, y dijo ligeramente: -¡La dificultad ha aumentado, una ligera sonrisa no es suficiente!

-¡No te relamas! - Xia Yao miró fijamente a Yuan Zong entrecerrando sus ojos. - ¡Te dejo que lo repares si crees que merece la pena! Si no quieres repararlo, no lo hagas!

Yuan Zong miró a Xia Yao y dijo: -Lo repararé.

Xia Yao dibujo una pequeña sonrisa en su mente.

Así que, mientras la fuerte lluvia caía fuera, dos personas estaban sentadas cerca de la ventana. Xia Yao escuchaba el sonido de la lluvia mezclado con el de la voz de Yuan Zong. Estaba particularmente desconcertado sobre como no había sido capaz siquiera de hacerle una raya cuando lo había golpeado con el martillo. ¿Cómo podía Yuan Zong con un simple cuchillo tallar aquella arcilla especial?

-No tiene que ver con el cuchillo, es sobre la mano -Dijo Yuan Zong.

Sí claro... pensó Xia Yao.

Sin embargo, lo que tenía admirado a Xia Yao esa que ese par de duros y ásperos dedos pudieran hacer un trabajo tan fino. El cuchillo volaba entre sus dedos con un trabajo hermoso. En un momento, el joven pájaro había desaparecido para ser sustituído por unos calzoncillos completos.

No sabía cómo Yuan Zong había sido capaz de tallar en aquel villano. Después de ponerle un pequeño miembro, no solo no lucía vulgar, sino que parecía muy sexy.

La gente dice que cuando las personas están completamente desnudas, no son realmente tan atractivas, que cuando estás medio-desnudo... eso es lo que se llama sexy.

Las habilidades de trabajo manual de Yuan Zong había dado valor a su discurso.

Yao se veía incómodo y le dijo: -Pónle los pantalones.

Yuan Zong levantó la ceja y lo miró antes de decir: -El proyecto es demasiado grande. No puedo manejarlo.

-Ah... no... lo estas haciendo absolutamente intencional.

Yuan se relamió los dientes y dijo: -Solo le he añadido un pequeño miembro según tus demandas. Si lo quieres según tus propios deseos, no deberías haber confiado en mis propias habilidades.

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Gracias.

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