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Al final te atrapé

Xia Yao abrió un poco sus ojos, y vio que Yuan Zong no estaba en la habitación. Con cuidado arrastró su mano hasta la toalla colocada debajo de su manta.

Estaba húmeda... pedazo de...

Xia Yao casi muere, mientras mordía su labio, era como si se estuviera auto-infligiendo y auto-defendiendo a la vez, rodó asegurando que su cuerpo estaba completamente cubierto por las sábanas como si fuera una cebolla.

Por su lado Yuan Zong seguía en el baño, apretó con una fuerza brutal una toalla en sus manos mientras imaginaba que cubría las nalgas de Xia Yao levantadas hacia él. Mientras balanceaba de arriba a bajo. Su cuerpo era todo sangre moviéndose a presión, y su parte de abajo había crecido y rugía ferozmente. Yuan Zong continuó durante un largo periodo de tiempo, acelerando la velocidad de su mano, las facciones de su cara se contrajeron, los músculos de su cuello estaba marcado debido a la fuerza, su respiración se había acelerado y profundizado, saliendo con fuerza por sus expandidas fosas nasales, y finalmente descargó una gran sustancia blanca por la pared de enfrente...

Xia Yao estaba realmente cansado, Cuando Yuan volvió a la habitación, ya se había quedado dormido.

Yuan Zong se acercó a la persona que dormía plácidamente y le sopló en el oído.

Xia Yao no se dio cuenta que se estaba moviendo y se giró para colocarse cara a cara con Yuan Zong.

Yuan Zong hizo un círculo con sus brazos, e inconscientemente se colocó descansando entre los brazos de Yuan Zong.

Pero no todos en esa habitación estaban tan cómodos como Xia Yao, Yuan Zong tuvo que levantarse de la cama e ir al baño de nuevo. Tuvo que liberar a su dragón unas 5 o 6 veces esa noche hasta que amaneció, y el baño estaba impregnado con la fuerte esencia de las hormonas y el sudor masculino, y era difícil que desapareciera pronto.

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Era pronto por la mañana, Xuan Da Yu fue a la casa familiar de Xia Yao cargado de regalos.

Cuando la madre de Xia Yao lo vio, tuvo una sensación familiar al ver su rostro. Apenas tardó unos segundos en recordar a quién pertenecía aquella cara tan familiar, y sonrió con sorpresa.

-¿Oh, eres Da Yu, verdad? Hace años que no te veía. Madre mía ya no eres más ese pequeño niño que corría por todos lados. Hace unos días, Xia Yao me contó que habías vuelto. Esperaba que te pasaras por aquí para saludar. Entra... y come en casa. Te acuerdas cuando eras pequeño, cada vez que tenías ganas de comer venias corriendo a nuestra casa diciendo que nuestra comida era deliciosa. Luego cambiamos de cocinera, pero tu seguías viniendo aquí siempre que podías. Tu madre siempre nos preguntaba como es que te gustaba tanto la comida de nuestra casa, pero todo era una excusa para jugar con Xia Yao...

Xuan Da Yu sonrió mientras entraba en casa con la madre de Xia Yao.

-Deja que te haga una taza de té.

Xuan Da Yu negó rápidamente con la mano. -No quiero molestar, además estoy lleno.

A pesar de lo que acaba de decir Xia Yao, ella fue a la cocina a hacer té.

Xuan Da Yu recorrió toda la casa. Como no había demasiadas habitaciones le fue fácil encontrar la que pertenecía a Xia Yao. Empujo la puerta, pensando que Xia Yao aún estaría durmiendo.

(N/T: Puede que sí pero no en su cama... y no solo)

Como resultado, se encontró con una cama perfectamente hecha, y un uniforme recién lavado y planchado colgado en la puerta. Obviamente, Xia Yao hacía rato que se había ido.