Antes que nada y primero que todo, quiero aprovechar esté espacio, para hacer una dedicatoria a mis queridisimos lectores quienes se han mantenido activos en los últimos dos capítulos de está historia; así que, esto es para ti...
Naaaa ya lo sabrán.
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Los primeros rayos de lo que pintaba ser un día fabuloso en San Petersburgo, penetraban aquel enorme ventanal que tenía las cortinas abiertas y que quedaba frente a la enorme cama matrimonial.
En la cual dormía boca abajo Bastian que estaba a la vez sobre el desnudo dorso de Maïa, sin dejar de rodear su cintura con su trabajado brazo, mientras la nombrada disfrutaba del tal vista, de la cuál se desviaba a aquel blanquecino trasero duro de su pareja, aquello sin dejar de enredar su desaliñado cabello entre sus pequeños y curiosos dedos.
Por lo que la griega consciente de la tranquilidad que rodeaba al ruso en su pesado sueño, se giró junto con él, dejando el cuerpo masculino boca arriba que ahínco su agarre en la menuda cintura de Maïa, obligandola a posar ahora su cuerpo sobre él.
Pero aquello facilitaría lo que deseaba como buenos días para el Bratvá, por lo que la abogada aprovechando que el masculino tenía su erección matutina, se soltó del fuerte agarré de su pareja, para luego levantarse a horcajadas sobre la desnudez de esté.
Iniciando con aquellos movimientos una suave fricción que le permitía la lubricación de su vagina, al hacer contacto con la dureza bajo está, ya que a medida que la vagina de Maïa le albergaba con su calidez, está misma lo sentía crecer.
Incitandose a continuar con cada fricción por lo que en medio del morbo que aquello le generaba se permitió mirar hacía abajo, en donde vio aquel rosado glande con pequeñas gotas pre seminales, por lo que pasó su lengua por aquellos anhelante labios que querían también probarlo, pero al mismo tiempo su vagina deseaba jugar.
Por lo que al momento en levantar su mirada y poner sus manos sobre el dorso duro de su pareja, se encontró con ese par de orbes oscuros que reflejaban el placer que le causaba la fricción que provocaba su mujer, al tiempo que lo veía apresar cautivo del placer su labio inferior.
Lo que provocó en la fémina una ladina sonrisa que la hizo moverse aún más, bajando hasta sus labios, con los cuales se unió en un caluroso y apasionado beso donde ambas lenguas bailaban al compás de los dulces gemidos que empezaban a llenar de aquellas paredes.
-Buenos días amor -susurró Bastian sobre sus húmedos labios, los cuales se curvaron en una línea fina, provocada por una genuina sonrisa en su mujer, sintiendo el aludido como su corazón se hinchaba de amor por momentos como el vivido junto a su pareja.
-Buenos días mi amor -respondió está girando su cuerpo.
Quedando así de espaldas al acostado cuerpo que estaba debajo de ella y que tenía sobre los costados de sus glúteos sus manos, no pasando por alto la sonrisa socarrona de su ya casi esposo al escucharla nombrarlo con tal apelativo.
La imagen de su espalda desnuda, para Bastian era una obra de arte y más cuando está levantó su trasero causando con tal acto, la separación de sus gemelos, viendo con ello aquellos labios vaginales que destilaban pequeños líquidos de su esencia y que los cuales caían en gotas pequeñas sobre su abdomen.
Causándoles placer a ambos cuándo la sintió tomar su falo entre sus manos e introducir su glande en la cavidad vaginal y aún estrecha de Maïa, que acomodó sus manos sobre el colchón, dejando en medió las piernas de Bastian.
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𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍Á
RomanceDUOLOGÍA DIOSAS Parte I Ellos son hielo, pero también pasión, son sangre y destrucción. El diablo creía ser invencible, hasta que una diosa griega maldita lo captura En muchas relaciones el amor no es suficiente para sopo...
