IMPARABLE

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M1/2

Bajo la espesura de las tinieblas, provocadas por las altas horas de la noche, se encontraba Bastian sumergido en su habitación matrimonial, la cuál había compartido con su esposa días atrás.

Pero que para ese momento, era ocupada por los intensos gemidos de la mujer frente a la pared de vidrio, que se ubicaba a espaldas del desnudo cuerpo de Bastian y que la embestía sin soltar sus manos de su cabello.

El cuál estaba recogido en una coleta, que para ese entonces estaba deshecha, al tiempo que sus enormes senos chocaban en cada movimiento del vaivén contra el vitral.

Sin dejar de lado el choque de ambos sexos al hacer contacto, el uno con el otro, sin embargo la intromisión de una embravecida Evangly en el interior del lugar, provocó que la acción no se finalizará.

-¡¿QUE ESPERAS PARA SALIR, PUTA DE MIERDA?! ¡NO ME VEAS COMO PERRA QUE SE QUEDO PEGADA AL PENE DEL CAPULLO ESTÉ! -gritó a la mujer que la miraba con odio, por haber interrumpido su ya casi orgasmo.

Lo que también provocó que el masculino se saliese del interior de la femina, caminando sin pudor por el lado de la molesta mujer, dirigiéndose Bastian hasta el cuarto de baño en donde retiro el condón, volviendo a la habitación con una toalla blanca que cubría su cintura hacía abajo.

-Vete, después te llamo -despidió el masculino a la mujer, que no importaba que tan molesta estaba Evangly, esperaba una respuesta de Bastian y que para su infortunio, está había dado poder en la orden de la enfurecida italiana.

Viendo Evangly como la puta de turno, tomaba un vestido para cubrir su siliconada desnudez, para luego cerrar aquella puerta de la habitación con molestia y frustración, lo cuál demostró al chocarla con fuerza sobre el marco.

-Antes de que hables alguna estupidez -empezó la italiana al ver que el ahora también molesto Bastian, tenía intensiones de refutar su presencia.

》Te voy a aclarar que no estoy aquí por que la haz cagado con Maïa con respecto a tú matrimonio, ni mucho menos te voy a reclamar el hecho de que hoy te estés empavonando en la silicona, así que baja tus guardias de gallito fino -se explicó mirándolo con ira contenida y algo de asco.

》Estoy aquí por que me pareces el ser más despreciable, aparte de cobarde, que yo he conocido y te lo resaltare en una sola acción, por que es la única que me interesa, dejarla sin trabajo fue lo más acertado que hiciste mi querido gilipollas, cortale las alas a una mujer y te aseguró que cuándo sus heridas sanen te peleara con espadas -finalizó cansina, tragándose cualquier repertorio, ya que su conclusión había llegado a la de 《el pez, por su propia boca muere pensó.

-Mide tus palabras, te diriges al Bratvá, así como las decisiones finales, sobre la vida Maïa, se deben a mí, yo no le tengo por que dar explicaciones a nadie y mucho menos a ti Evangly -finalizó, señalandola amenazante con su índice, en lo que pareció para la italiana aparte de una ofensa, la evasión perfecta al tema en curso.

-¿Que harás Bratvá? ¿Me quitarás mi trabajo o mis acciones? Por que es lo que mejor sabes hacer en esté juego, ¡oh!... ¿Acaso se te olvida que aunque para el mundo los únicos socios sean tú y Andreį, los tres somos socios a partes iguales? ¿Eso se te olvida? Y te digo que para quitarnos de en medió, nos debes matar -concluyó, plasmando su mano sobre la mejilla de Bastian, la cuál debido al impactó giro su rostro, ignorando la marca que sabía había quedado.

Pero que para Evangly era el perfecto retrato de una pequeña satisfacción, tenía muchos días anhelando hacer aquello y aunque minoro un muy mínimo su molestia, para ella algo era algo y de poquito en poquito se llenaba su jarrito.

𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍ÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora