DEVIL FIRE

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PART II

Al recibir Bastian su bazuca, disponiéndose a disparar, del lado izquierdo observó al cuerpo también ensangrentado de la egipcia, que procuraba mantenerse escondida de los armados, detrás de lo que antes había sido unas tumbonas de madera.

-¡ANDREĮ! -gritó al susodicho que le miró de reojo, sin dejar de disparar con una M16 al lado de su esposa -cubre mi cinco -le indicó haciendo que ambos mirasen a la izquierda de Bastian, sin dejar de disparar, siendo escudados en ése pequeño lapsus de tiempo por el maduró que estaba tan desquiciado como ellos.

Pero al darse cuenta Evangly de lo que se trataba, se dirigió con cuidado, junto a Bastian para socorrer a la egipcia que en efecto estaba herida en el costado de su abdomen, encontrandola débil por la pérdida de sangre que había tenido y que al parecer era mucha, por toda la mancha que había sobre la gravilla.

-Nena mirame, te necesitamos, no puedes irte, ni cerrar los ojos -le habló con preocupación, tomandola Evangly del rostro; tratando de sostener aquellas lágrimas que querían salir de sus cuencas, por que necesitaba sostenerse firme.

Ademas no podían ser dos perdidas, por que también se había fijado en el pequeño que había sido herido y que necesitaba canalizar sus emociones para ver si con ello podía concentrarse en lo que tenía frente a ella, al tiempo que deseaba exterminar a los malditos culpables de tal osadía.

-Llevatela, Maïa se dirige a la cabaña del sur, está sola y necesita quién le ayude con mis hijos, en dos horas las alcanzamos -aunque quiso sorprenderse por Bastian haber reconocido en voz alta a los trillizos como hijos, no se dio esa oportunidad, no había tiempo del que gozar.

Así que asintiendo ante su orden, ya que las palabras se habían quedado atoradas en su contristada garganta; se levantó con la fémina herida, a la que le colocó su brazo sobre su hombro y así levantarse con ella, para caminar enrutandose hasta las mazmorras, mientras que Bastian abría fuego para respaldar la espalda del par de féminas, al mismo tiempo que dejó salir una de sus ojivas a un grupo armado que estaban acabando a sus hombres.

Y los cuáles inmediatamente explotaron ante la ojiva que salía del injerto de bazuca, haciendo que algunos de los que se habían salvado, huyesen suponiendo que aquello era para buscar apoyó, mientras que otros seguían impactados por la sangre y los restos de cuerpo humano desmembrados sobre si.

Acto que tuvo provecho en Bastian para moverse en dirección a Andreį y a Apoloniusz que estaban resguardados detrás de una mesa metálica que habían improvisado como escudo, mientras seguían abriendo fuego a todo lo que se les atravesase.

》Deberías irte con ellas -le indicó Bastian al ponerse al lado del maduró, que sabía él, cuánto le gustaba aquel tipo de acción, pero le preocupaba que también saliese herido; Apoloniusz ya no tenía edad para aquello de manera tan abierta.

》Necesitan la orden para que puedan llegar a Auchwitz- Birkenau -le informó pero la mirada de ambos estaba puesta en su frente, acabando gracias a la ayuda de Bastian y el injerto, con la mayor parte de los estupidos que se habían atrevido a emboscarlos en su propio territorio.

-La orden está dada, pero no pretendas que yo me pierda de esté circo -le explicó, a lo que Bastian no refutó, escuchandolo sonreír como maniático.

Acto que no criticaría, por que siendo sinceró, él, por momentos también tenía esa necesidad; la de reír ante los efectos que eran provocados por la hormona de la epinefrina y la evidente diversión que aquello le causaba, pero ése día no.

Sus pensamientos estaban centrados en sus hijos, en especial en Dharius su primer amor y a la vez segundo, después de su esposa, por que ya no quería mentirse así mismo, le mentiría al mundo, pero a él no, era su hijo, al que conoció y amó de primero, por aquella ayuda de la egipcia.

𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍ÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora