🔥🔥BANDERA BLANCA🔥

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Era curioso.

El simple hecho de caminar al lado de una mujer que no era árabe, pero que sin importar su vestimenta poco convencional e irreverente al país en el que habitaban, está fuese recibida más que con respeto, aquello era miedo; había algo y Bastian estaba dispuesto a descubrirlo, por que lo anterior no era normal y tampoco el que ella fuese tan reconocida, sea por bien o sea por mal.

Por que si ponía las cosas objetivas en balanza, en su parecer le parecía más efectivo el hecho de que el monarca, la mandase a exterminar, sin embargo tal parecía que Maïa le tenía tan bien agarrado de los huevos, que podría serle más inofensiva estando viva, que muerta.

-Te diré algo Bogdanov -se giró a él, sabiendo que aquél silenció solo significaba preguntas y más preguntas de las cuáles no respondería, pero por lo visto Bastian aceptaría, sin embargo aquello no la estaba dejando conforme, no era su Bastian; no su hombre.

》Confórmate con la información que te daré -Lo miró por unos minutos en silenció, en lo que pensaba las palabras adecuadas, además de verlo fijamente de una manera carnal, que le quemaba a ambos.

Ya que Bastian se paseaba por aquella suite de una manera sensual, recogiendo las mangas de su camisa de paño, hasta estas quedar a la altura de sus codos, que eran marcados por sus venas, sintiéndose atraída por aquellos brazos, en los que cada vez que sucumbia al placer, la sostenían para que está no cortase tal exquisita conexión.

Observando cómo luego de aquél delirante acto, esté se sentó en unos sofás largos en forma de L, color gris, mirándola con intriga mientras ella solo le detallaba.

》Su majestad el califa y mi persona, nos conocemos de hace mucho, sé cosas de él, que al ser reclamadas podrían generarse una puerta susceptible a un golpe de estado y no es que no le puedan estar preparando golpes, el problema es que en esté lado del Oriente Medio ése tema es de suma importancia para ellos, un país aparentemente conservador -Lo miró fijamente sabiendo que Bastian por su expresión no sabía de que hablaba, pero le encantaba que no estuviese como loco, buscando respuestas profundas, que por su bien, quizás no pueda dar.

Y aunque confiaba en él no sabía si era suficiente como para dar a conocer aquello tan sensible, sin embargo lo intentaría o almenos eso pretendía.

-¿Hay un hijo de por medio no es así? -indagó con cautela, pues ya sabía los términos que había estipulado su mujer, pero no pudo evitar formular aquello.

-Primogénito y sucesor, que solo yo se quién es y donde se encuentra, además que quién realmente era dueño al tronó, era su mujer, a la que mató por preferir que su legado no tuviese fin -prosiguió explicando con confianza, por que sabía que Bastian podría ser la persona indicada, en quién liberar una parte de aquello.

》Por que así se habia estipulado, que cuándo el heredero cumpliese los veinticinco, la cláusula que solo el califa y yo, sabemos, teniendo yo, una gran delantera por que a mi se me dejó el edicto original, con firma y sello de la madre en cuestión y del padre de está, que misteriosamente ya están muertos -explicó, dándole a entender en medio de dichas palabras que aquello era confidencial.

Acto que por supuesto Bastian entendió de inmediato, jamás contaría aquello, mucho menos en aquél momento en el que se encontraba con su diosa hablando de temas profundos.

Un momento sin discusión y en confianza como una pareja normal; aunque si estuviesen de pelea, jamás la pondría en tela de juicio, a fin de cuentas si a ella le había servido aquello, no se entrometeria, tampoco dañaría a esas altura su al parecer, perfecto plan.

𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍ÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora