El adolorido cuerpo de la fémina reaccionó ante la posición en la que estaba, quizás por moverse como solía hacerlo Maïa mientras dormía, lo cierto era que estaba prácticamente boca abajo, pero encima del cuerpo desnudo al igual que el suyo, de Bastian.
Por lo que con cuidado se separó del cuerpo de su amante, dándose cuenta que aún estaba oscuro, para luego fijar su mirada en el reloj digital sobre la mesita de noche, el cual marcaba las cinco de la mañana, por lo que se adentró al baño y después de hacer sus necesidades, se paró frente al espejo de medio cuerpo que estaba sobre el lavabo.
En el cual noto varios chupetones, producto de la candente noche que había tenido, permitiéndose cerrar un poco los ojos, en donde irónicamente se devolvió a esa escena, sintiendo como nuevamente el calor se apoderaba de su interior.
Procurando controlar aquel deseó, mordió su labio inferior, mientras se mentalizaba de que no se tocaría, pero aquello fue en váno, pues al abrir sus ojos.
Y más cuando sintió una presencia detrás de ella, que atraves del espejo, lo vio.
Vio el reflejo de Bastian que la miraba con la misma hambre que crecía en su interior, acercándose lentamente, siendo ella la presa de aquella hambrienta bestia.
Por lo que Bastian, colocando sus manos en el lavabo, se acerco a ella por detrás, haciéndole sentir su erecto miembro, el cual cobró vida, cuando salió a buscarla y la vio allí, con los ojos cerrados, pensando quizás lo mismo que él.
Escuchando como a la abogada se le salían suaves gemidos, producto del rose del pene por dentro de sus piernas, el cuál se bañaba por la encharcosa vagina de la fémina, que destilaba líquido los cuales llegaban a sus piernas.
-Te cogeré aquí y ambos veremos como esos senos deliciosos, se mueven mientras te la meto en lo más profundo Zabaţ -susurró en su oído, trayendo con sigo el lóbulo en sus dientes, al tiempo que entraba en la cavidad vaginal de una sola estocada, robando a su vez un largo gemido de Maïa, tanto por la sorpresa, como por la invasión.
Por lo que Bastian no le permitió que esta le diese una respuesta, si no que con movimientos salvajes, empezó a penetrarla, a la vez que flexionaba un poco sus piernas, para entrar por completó.
Causando en ambos un aumento de aquel deseó que se habia apoderado del sistema de ambos, viendo en cada movimiento brusco de la penetración, como aquellos perfectos senos de la mujer se movían de adelante, hacía atrás, haciendo agua la boca de Bastian que moría por tenerlo dentro de ella y saborearlos.
Sin embargo prefirió seguir deleitandose con aquel erotico reflejo, subiendo su vista hasta el par de orbes grises por el deseo, los cuáles miraban los mismo que él, hacía un rato.
Y los cuales estaban oscuros como los de él, por lo que la mano derecha del masculino, calló sobre el glúteo de la mujer, recibiendo varias seguidamente, provocando que ambos aumentaran la excitación, pues cada vez que su mano caía en el trasero de Maïa, el interior de esta se estremecía, haciendo que su miembro perdiera la cordura.
Reencontrandose con ese punto tan candente del orgasmo que curiosamente experimentaban ambos, mientras Bastian con estocadas aún firmes, se vaciaba en el interior de la fémina, que se estremecía por cada movimiento, dejando caer su frente sobre el espejo, mientras se recuperaba de aquello tan delicioso, haciendo que su pecho subiera y bajara con desesperación.
Sintiendo como Bastian salía de su interior por completó, para levantarla y ponerla frente a él, llevando sus labios a los suyos, mientras se unían en un urgente beso y a la vez apasionado beso.
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𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍Á
Lãng mạnDUOLOGÍA DIOSAS Parte I Ellos son hielo, pero también pasión, son sangre y destrucción. El diablo creía ser invencible, hasta que una diosa griega maldita lo captura En muchas relaciones el amor no es suficiente para sopo...