🔥𝓥𝓲𝓼𝓲𝓽𝓪𝓷𝓽𝓮𝓼 𝓹𝓸𝓬𝓸𝓼 𝓭𝓮𝓼𝓮𝓪𝓭𝓸𝓼🔥🔥

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Luego de que Bastian subiera con su abogada en brazos hasta la habitación que había mandado a preparar para ella, la cual quedaba exactamente frente a la de él.

Bastian aún con todo el dolor que sentía por sus testículos cargados, al igual que su miembro y que le exigían liberación, se abstuvo de intentar algo por ese día, pues sabía que ella no estaba muy bien de su pierna, por lo que se dirigió a su despacho en donde trabajaría toda la tarde y trataría de hacer a un lado sus ganas de follar.

Por lo que sentándose en la silla detrás de su escritorio en madera de roble, hizo varias llamadas a su secretaría la cual lo puso al día con su agenda, sin embargo desde su número privado recibió una llamada la cuál era de su socio y amigo.

-Bastian estamos en problemas -habló de inmediato su Andreį en un tono muy preocupado.

-Sin rodeos Kozlov -le siguió mientras se levantaba y se dirigía al balcón de su despacho.

-Hay un nuevo oficial que nos quiere hacer mierda y no hace parte de la nómina, nuestras fuentes nos dijeron que está tarde se nos meterán con una orden de auditoría, por que quieren los detalles del viaje a Dubái, resulta que a Mohamed le hicieron un embargo de los misiles y estos alegan que son de nuestros registros.

-¿Quien puto es ese oficial? -Preguntó en un rugido molesto, detestaba cuando las cosas se le cerraban de esa manera.

》Necesitó que mandes a alguien a que le haga una cacería, pero también que le des la bienvenida, a mi ningún policía marica me va a poner entre la espada y la pared.

-Lo haremos Bas, pero primero necesitamos saber cómo vamos a salir de esta mierda bien librados, además necesitó que estés aquí, por si se forma un mierdero.

No recibió respuesta, pues tampoco la esperaba por lo que colgó la dichosa llamada, mientras pensaba como mierda iba a salir de eso.

Sin embargo sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de la puerta abrirse, acto mismo que lo obligó a girarse con curiosidad.

Pues sus empleados sabían que mientras él se encerrarse en su despacho, nadie debía intervenir, pero allí estaba su diosa maldita recostado su cuerpo a la puerta, en lo que él supuso que era para ella descansará.

Y aquello, después de la llamada que cambió su humor, le divertía, más al ver la cara molesta de la abogada la cuál odiaba tener que depender de los demás y más si su pierna le dolía tanto.

-¿Estás segura que no quieres que mande a pedir una silla de ruedas para ti? Incluso puedo pedirle a mis hombres que la personalicen, puede tener dibujitos de abogados, fiscales, incluso citas de algunos renombrados abogados, de los cuales estudiaste, la idea es que te sientas a gusto.

-Que chistoso Bogdanov, sin embargo eso no se te dará, primero se te cae la boa, a que yo permita que tú me veas en una silla de ruedas como una lisiada -respondió molesta, mientras la veía luchar, tratando de afirmar su pierna y así avanzar, pero al parecer el dolor era muy notorio y eso la impedía proseguir.

Sin embargo Bastian, se acercó a esta con una sonrisa de superioridad -¿quieres que te ayudé?

Le preguntó burlon, acto que ella negó, prefería caminar, además ella tenía que acostumbrarse, no estaba dispuesta a depender siempre de Bogdanov por el simple hecho de no asimilar el dolor.

-Puedo sola -caminó como pudo hasta la silla más cercana en la cual se sentó, pero antes de hacerlo escuchó tras ella, la burlesca risa del masculino.

》No vine aquí para ser tú payasa, necesitó dos favores tuyos -Al ver que no recibía respuesta de esté, la abogada decidió proseguir hablando -primero estoy aburrida y quería preguntarte si te molesta que mi asistente de VINEG BUFFETT & ASSOCIATES venga hasta aquí para trabajar con migo en estos días de ausencia y la otra es que necesito un celular ¿podrías conseguirlo y la mismo tiempo pedir que me lo cambien a número privado, con la línea que ya manejaba?

𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍ÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora