Al término de aquella estupida invasión, en donde cada uno de los invitados vieron como solamente huían Nazly, junto a Aņieli y un par de automóviles más, con lo que quedaba de sus sobrevivientes.
Por lo que tanto Maïa, como Bastian, salieron a donde estaban reunidos todos los invitados, aquello de manera pasiva y calculadora, aún portando sus armas favoritas empuñadas en sus manos.
-Lamento la pérdida de cada uno -se pronunció el ruso, haciendo que los presentes enfocarán su atención en la pareja -sin embargo son las consecuencias, de las decisiones que hemos tomado, por que cada uno de los presentes es portador de sangre, venganzas y guerra provocada por la letalidad de nuestras manos, esto es lo que somos, a lo que nos dedicamos y a lo que vamos -pronunciaba al tiempo que dirigía su mirada fría y vacía por los presentes, junto a su esposa que se mantenía en posición firme y altiva de lado suyo.
》Oficialmente se anuncia la cinegética para el clan turco, cada quien jugará a su manera en la cacería, tienen disponibilidad de hacer lo que deseen y al final quiero a sus líderes de rodillas a mi y a mi esposa, también se inicia una venganza por parte de las larvas que le quedaron a D'agostino, quienes se encarguen de esas larvas, tienen con sigo el terreno italiano bajo mi guía.
Finalizó causando placer en los presentes, quienes eran máquinas dedicadas a matar, que disfrutaban arder en las llamas del infierno que encendía la mafia roja.
Por que ellos tenían en claro que la muerte del líder de la mafia italiana, no quedaría impune, vendrían en busca de venganza sus antecesores, que al darle término a la vida de su líder, empezarían con la guerra interna por poder, algo que disfrutaría el clan de la Bratvá, pues el que quede con el poder, será la larva que casarán los mafiosos bajo su mando, que ya sabían el modeló de procedencia de Bastian.
Por lo que dichas aquellas palabras, tomó de la mano a su esposa y giró su cuerpo, no sin antes dirigir su mirada a la pareja en su lateral, quienes lo siguieron hasta el Jeep blindado, de color obscuro.
-No vallas a salir ahora; que cualquier cosa se te informe, la mierda se va a armar de eso debes estar seguro y consiente, ahora solo lárgate y folla con tú exprimido -habló Andreį, adelantándose a cualquier orden que dejase su amigo, por lo que fastidiado, Bastian dejó salir un suspiro cansino, blanqueando al mismo tiempo sus ojos.
-Como sea, mientras estemos lejos, quiero que se cuiden, que muera quien tenga que morir, menos tú mi Evangly -se acercó a la mencionada, para abrazarla y depositar un beso sobre la coronilla de su cabeza sin dejar de abrazarla.
》Cuida a tú mierda también -susurró para que Andreį no escuchase aquello último, ganándose una sonrisa de la mujer que aún se mantenía en sus brazos.
-¿Por que ella sola? -Preguntó Andreį luego de ver la separación del abrazo entre su esposa y amigo.
-Por que tú eres tan mierda que ni reciclado funcionas -contestó divertido, tomando la mano nuevamente de su esposa, la cuál beso de manera casi que inconscientemente.
-Chistosito, espero que por allá te bajen esos humos de grandeza, por que grandes, solo mi mujer y Maïa... ¡ah! Y yo -Alegó sujetándose de la cintura de su esposa.
Observando como Maïa le sonreía ante la mención de está -lo sabemos, pero largó los dos, tenemos cosas que solucionar -finiquitó Maïa, halando a su esposo e introduciéndose con él, en el interior del Jeep.
Por lo que luego de poner en marcha el automóvil, a una distancia bastante separada del lugar en donde se encontraban y sin guarda espaldas, Maïa se acercó a su esposo que seguía conduciendo, quedando un tanto de rodillas frente a esté, pasando su mano derecha hasta su bragueta en donde afianzó su agarré, haciéndolo jadear, para luego tomar entre sus dientes el lóbulo de su oreja.
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𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍Á
RomanceDUOLOGÍA DIOSAS Parte I Ellos son hielo, pero también pasión, son sangre y destrucción. El diablo creía ser invencible, hasta que una diosa griega maldita lo captura En muchas relaciones el amor no es suficiente para sopo...