A duras penas a estas alturas, lo que no te mata te vuelve más fuerte, hablaba Maïa consigo misma, dándose esa calma interna que no encontraba.
-¿Qué posibilidad hay que yo me muera en un parto múltiple? -quizás parecería egoísta, pero ya ella lo era, llegó el turno de pensar en ella, aún cuándo tenía dudas acerca de su hijo o más bien, sus hijos.
Aquella pregunta, aunque había tomado por sorpresa a los presentes, en forma diferente de pensamientos, provocó que un sorprendido Alexander pasará saliva un tanto incómodo.
-Bueno no son partos normales, por que es múltiple y por lo general debes dar más de ti en lo que darías por uno, pero esté tipo de embarazos se monitorean con más análisis con el fin de darle a la madre más opciones, como la cesárea, eso sí, debes decir siempre que te sientes, no importa si crees que exageras -se explicó pasando su mirada a los presentes.
-¿Son dos cierto? -indagó temeroso Andreį, tomando la mano de su esposa, creándose un plan en su cabeza de que haría o como actuaría, si en caso la griega quisiera traer a esos niños al mundo, que al parecer era lo más factible, en sus pensamientos.
-Bueno... -que el médico dudase cuándo hacen dicha pregunta, te pone los pelos de punta, provocando que los ojos de Maïa se cerrasen en la espera del gran golpe.
》Son tres -silencio al sentirse intimidado, ya no sabía si interpretar aquello como una crisis nerviosa o como una amenaza que atentaría contra su vida al dar la noticia, que al parecer era más fúnebre -¡Eh!... yo debo ir a llenar unos papeleos para su estancia aquí, Maïa -agregó inseguro, saliendo del recinto sin esperar respuesta alguna.
-Alexander -lo llamó Maïa, antes de que esté saliera por completo, girando su cuerpo tenso en su dirección -nadie en absoluto, debe saber que son tres, ni siquiera el registró -demandó segura, mirándolo a los ojos fríamente, haciendo que el masculino solo asintiera, para luego por fin salir de aquel lugar.
-¿Como es posible que si Bastian se hizo la vasectomía, hoy pasemos por esto? -murmuró Andreį creyendo que lo hacía para si mismo, ganándose una mirada de odio por parte de su esposa y la egipcia.
-¿Acaso insinúas que Maïa le ha sido infiel al puto macho de los tres pelos? -preguntó molesta la italiana, regalandole una mirada cargada de odio.
-¡JODER Y UNA MIERDA! -agregó exaltado y molestó de que su esposa estuviese tan irritable -¿dime que al menos tú entendiste mi duda? -se dirigió a Maïa, ignorando a la aún encabronada Evangly, por haberla gritado, pero si no la veía no sentía, eso decía el dichoso refrán.
-Esa pregunta también me la hice, pero ya de que vale si tengo a tres que no se como se van a acomodar, juró que si no estuviera aquí le cortaría el pene a tú amigo y de pasó me mató por idiota de abrir las piernas -agregó llena de rencor, acomodándose la ropa, pues no se había dado cuenta que estaba casi en ropa interior frente a Andreį.
-Bueno, Alexander había explicado dentro de los cuidados que no escuchaste, la razón o la posible razón -anexo un poco calmada Leto, teniendo para si la mirada interrogante de Andreį, junto a la de la griega y una tranquila por parte de Evangly que ya conocía aquella versión.
》Ok, eso quiere decir que hablé -pronunció al ver que todos quedaron en silencio, por lo suspiró y se sentó, impacientando a todos, por la calma que está mostraba, aunque aquello era mentira, el sentirse el centro de atención la hacía sentirse insegura.
》Se habían encontrado en los exámenes de Maïa un alto contenido de antibióticos, como también anticonceptivos y calmantes, esto me supongo fue cuándo te secuestraron y te hicieron la herida, sin embargo los antibióticos por ser un agente de componentes superiores a las hormonas que tienen los anticonceptivos, hacen que pierdan su funcionamiento y quedes embarazada -se explicó limpiando sus sudorosas manos en el vestido que portaba.
ESTÁS LEYENDO
𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖇𝖔𝖌𝖆𝖉𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝔹ℝ𝔸𝕋𝕍Á
RomanceDUOLOGÍA DIOSAS Parte I Ellos son hielo, pero también pasión, son sangre y destrucción. El diablo creía ser invencible, hasta que una diosa griega maldita lo captura En muchas relaciones el amor no es suficiente para sopo...