Capítulo 56

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Una mano amiga
...

Pov Minso

Inicios de marzo del 2017

—Ahh... estás aquí.

Exhalé aliviada. Aunque intentaba recuperar la respiración por lo agitada que estaba.

—Avisaré a los demás que ya te encontré —saqué mi celular y llamé a Taro—. Hola.

T: ¿Lo encontraste?

—Sí.

T: Mándame tu ubicación para recogerlo —miré por unos instantes a Jimin.

—No, yo lo llevaré.

T: Ten cuidado.

—Sí.

Colgué.

Park Jimin... acaba de perder a su hermano... Nakamoto Yuta. Había sido enviado a un campamento antes de que viajara a España para estudiar, pero al término, no regresó. Nadie sabe lo que pasó o si está vivo o muerto.

Yuta fue adoptado por el ministro de defensa, el cual lo ama con todo su corazón, con el fin de mantener su buena relación con Japón. Debido a que Yuta es el penúltimo hijo del anterior emperador japonés.

Jimin ama mucho a su hermano. Desapareció al enterarse a la noticia y comenzamos a buscarlo inmediatamente antes de que haga una locura.

Ellos se prometieron verse ni bien llegase... aunque no esperaba encontrarlo en una estación de trenes abandonado.

—Jimin... acompáñame.

Da miedo este lugar.

—Ji-jimin... —lo tomé del brazo, pero se soltó bruscamente— Jimin.

JM: Vete.

—Si no estás bien necesitas de alguien en quién apoyarte.

JM: ¿Por qué piensas que esa puedes ser tú?

—¿Quién me nombró? Puedes decírselo a quien quieras, pero tienes que decirle a alguien.

Se giró a verme y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Se ve demasiado intimidante. Sus fríos ojos azules se posan sobre mí directamente, las uñas de sus manos comienzan a crecer y sus orejas puntiagudas de lobo también. Luego de ello su semblante se transformó en uno soberbio y lascivo.

JM: Kang Minso... —incluso su tono de voz cambió a uno más profundo— ¿intentas provocarme? —con una sonrisa socarrona pude observar sus colmillos— Sabes que no tendré compasión aunque seas débil —tomó con delicadeza un mechón de mi cabello y lo olió—. Me encantan los débiles, lindos e inocentes —de pronto estaba casi apegada a él, ya que me jaló con su mano izquierda por la cintura—. Te soltaré, —se acercó a mi oído— pero si no te vas inmediatamente arrepentirás —respiró cerca a mi cuello—. Aquí nadie te podrá ayudar por más que pidas ayuda a gritos, llores o supliques... —se alejó y me soltó— Largo.

Sonreí sarcásticamente.

—¿Cuán tonta crees que soy? —lo miré burlona— Tú no podrás tocarme.

Me miró duramente.

—Incluso si una uña tuya se posara sobre mi piel sin mi permiso estarías arrepentido —jadeó incrédulo.

JM: Ahh... Dios, me estás pidiendo a gritos llorar sangre.

Mordí mis labios.

Solo quiero lo mejor para ti.

Lights Wandering |JungKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora