Capítulo 1

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La extraña vida de unos desconocidos
...

Pov Minso 

¡Soy feliz! Inmensamente feliz.

He vivido una gran vida durante estos casi 9 años. Nunca he sido tan dichosa, así que cada que es mi cumpleaños me emociono a muerte porque se cumple un año más en este maravilloso mundo, con mi maravillosa familia.

Esta tierra no es muy distinta a la mía, salvo que aquí sí hay igualdad. Ya seas humano, híbrido o cualquier otro ser. Vivimos todos en armonía. Aunque claro, algunas zonas son exclusivamente para híbridos o humanos, pero eso existe en cualquier lugar. No es nada de qué preocuparse.

Aún son vacaciones, por lo que he venido con mi mamá a Seúl a visitar a una tía este fin de semana, pero como es domingo y como mi madre es una devota a muerte venimos a misa. A ella no se le puede decir que el domingo no hay misa porque le da algo. Me gusta acompañarla, a pesar de no ser fiel creyente a su Dios. Si eso la hace feliz deseo acompañarla en su felicidad.

x: Disculpe, padre.

—Madre —aclaré.

x: ¿Qué? —preguntó inocentemente sin comprender aquel varón.

—Madrecita.

Vine a ocupar el lugar del padre en el confesionario, ya que es un lugar seguro para comer chatarra sin que mi mamá me diga mi vida.

x: ¿Dónde está el padre? —me crucé de brazos con una sonrisa.

—En el baño. Verás, ¿has visto el nuevo restaurante mexicano que han abierto a dos calles?

x: Sí.

—Mi mamá le trajo un burrito, pero creo que le cayó mal. Por lo menos no saldrá del baño en unas 2 o 3 horas —dudé—. Mínimo...

x: Ya veo, entonces me iré.

—Claro.

x: Gracias.

Volví a agarrar la hamburguesa, porque sinceramente le hice un berrinche a mi mamá para no comer ese dichoso burrito y ella no me anda consintiendo cada que quiero.

x: Aunque —decídete pues, varón—. ¿Nos conocemos? Porque tu voz me resulta familiar.

—No y soy muy buena recordando voces —no es cierto, a veces hasta me olvido del nombre de mi hermana.

x: Bueno, suenas como una adolescente.

—No debería revelar esta información, pero soy una adolescente —impactantes revelaciones.

x: No... ¿en serio? —dijo en tono bromista.

—Como lo escuchas. En unos meses cumplo 17.

x: ¡Yo tengo 17! —mi oído.

—No grites, este es un lugar sagrado.

x: Lo siento.

—Madrecita.

x: ¿Ah? —soltó confundido.

—Nada. Bueno, ya dime que es lo que quieres.

x: Ok, hay una chica...

Esto es un confesionario, no un lugar para que cuenten sus fracasos amorosos. Si quiere eso que se vaya a un programa de televisión.

—¿Y esa chica qué?

x: Me gusta, pero soy invisible ante sus ojos. Aunque no es que yo me haga notar —aclaró y suspiró frustrado—. Es que ella es muy popular y no me da oportunidad de hablarle—sí, seguramente es por eso.

Lights Wandering |JungKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora