"Podría haber sido una pesadilla, pero juro que podía verlos reírse de mi mientras los observaba desde el borde del precipicio"
"Si nadie se entera no pasó"
"No es como si a alguien le importara realmente, porque si lo hiciera ellos sabrían que estas mal desde el principio"
"Será un rasguño, no es como si esto fuera a robarte a alguien que amas"—¿Me puedes venir a recoger? —susurré ignorando las constantes palabras en mi cabeza
—Estaré en unos minutos, espérame en la puerta principal —dijo mientras se podía escuchar la voz de Natsu preguntando a donde iba a la vez que el sonido de las llaves resuenan claramente sobre el móvil que termina apagándose.
¿Era buena idea?, ¿será buena idea?, ¿siquiera pensé que podría ocurrir con esta idea?
No, no y absolutamente no.
Mis muslos dolían pero un paño pudo limpiar mis piernas con mi botella de agua lo suficiente para no percibir el aroma a sangre tan rápidamente, el aire se encargaba de secar las heridas y la delicada presencia del perfume no denotaba alguna rareza más allá de mi malestar.
Era una de las peores recaídas que he tenido en toda mi maldita vida. Pero era también una donde al menos podía decir que había alguien a quien acudir. Papá estaría llegando en unos minutos según me prometió, y creo que era buen momento para pararme y caminar por los pasillos hasta verme en las afueras de la puerta principal.
¿Alguien del equipo habrá notado mi falta?, ¿los profesores habrían llamado antes a mi papá para preguntar si estaba en casa por algún motivo en particular?, ¿qué habrá dicho mi padre ante eso si realmente ocurrió como mi mente lo imagina?, ¿Se habrá asustado tanto que tenía su teléfono al tanto por si llamaba?.
Creo que si fuera mamá ella me rompería el teléfono con llamadas constantes mientras maneja en dirección a la escuela, pero creo que lo más realista es que ella temblará de miedo con sólo abrir su teléfono y su hermano lo note. Pero si lograra hacerlo tendría pánico de contestar demasiado fuerte y hacer notorio los gritos y llantos atraves dem martirio que le harían pagar por no hacer caso a las reglas de la casa.
Las recuerdo tan bien que siguen doliendo como si aún viviera en esa época.
Mi cuerpo parece retroceder a esa época mientras el tiempo me dice que no, que estaba en otra completamente diferente. Pero quisiera que de ese tiempo me trajeran a mamá de vuelta, seríamos felices, ¿sabes?, ahora nadie faltaría en nuestra casa, mamá me ayudaría a preparar cosas en la cocina cuando me diera el aburrimiento y un abrazo jamás sería dado de falta.
Mamá le daría más importancia a las pequeñas cosas y sonreiría mucho más que en ese entonces. No tendría que ver su cuerpo tembloroso cada que la puerta se abría y el toque hacia ella tampoco la haría llorar.
Mamá volvería a ser ella y con ello nosotros seguiríamos siendo las personas que una vez nos arrebataron la oportunidad de ser.
¿Realmente crees que que aunque ella esté tú serías aquel chico que conoció Nate?
Negué con una sonrisa amarga, mirando entre los pasillos vacíos la desdicha de esa pregunta.
—Si aún yo fuera un fenómeno con ella aquí, sé que por ella no haría las cosas que ahora hago —susurré tan quedo que cuando escuche algún movimiento apresurado me escondi en una de las paredes.
Pude escuchar a gente hablando, parecen asustados de algo, mis piernas retroceden y voltean para correr lo más rápido que puedo hacia la última puerta que tenía por cruzar. Mis lágrimas seguían decayendo hacia el suelo, y cuando veo por detrás de mi espalda no había nadie buscando mi ruido abrupto.
Y el auto de papá estaba muy a la vista, se detiene y al salir de la misma yo ya estaba rodeando sus brazos mientras dejaba a un lado mis cosas al suelo. Él parecía sorprendido pero cuando las lágrimas seguían cayendo sobre su ropa y los sonidos de dolor que no podía controlar me delataron, sus brazos rodearon mi espalda.
Mis piernas se sentían cada vez más débiles, pero la suyas se arrodillan con las mías a la par hasta que quedábamos en el suelo, quería detenerme, quería dejar esos brazos seguros por algún motivo, sin embargo estos me sostienen con las seguridad que antes y aunque siento sus lágrimas caer sobre mi cabeza, nada puede compararse a esta sensación agradable de poder llorar sobre el hombro de alguien que nunca me va a dejar a un lado.
Unas risas detienen mi llanto, podía oírlo claramente, se reían muy cerca a nosotros, pero papá parecía no escuchar lo mismo que yo porque me susurraba que no había nadie alrededor nuestro.
Pero podía jurar que escuchaba unas risas agudas sobre mi espalda, y temblando se lo dije con demasiada claridad.
—Hay que ir a casa, ¿Te parece bien? —dijo al mirarme y quitar los residuos de lágrimas sobre mis mejillas y asentí sin confiar en mi voz.
Lo vi pararse y darme una mano para pararme de a pocos, así como sus brazos dejar colgar las bolsas para dejarlas al lado trasero del auto y mirarme con cierta seguridad y paz que me hacen entrar al auto al costado del conductor.
Podía escuchar más lejana aquellas risas de antes, pero observo frente a mi que realmente no había nadie detrás de mi en ese momento como papá dijo. Cuando el auto se movió no sabía a dónde fijar mi vista, si en papa manejando, si en el cielo oscuro con algunas gotas de lluvia golpeando el ambiente o quizás frente a mi donde se veían otros autos manejando a la misma dirección que nosotros.
Incliné mi cabeza a un lado y crei ver algunas cosas interesantes, no demasiado para pensar en ello, pero si para pensar que pasaría mañana que debía ir al campamento para luego ir al Nekoma, quizás papá se niegue a que vaya y le diga alguna excusa de salud promedio al profesor Takeda.
Más aún no podía afirmar algo.
¿realmente quería ir por mi y mi amor al voley o eran esas ganas de ver si podía ser normal llendo con gente normal?
Natsu nos esperaba en la sala con tres taza de chocolate caliente con malvaviscos derretidos, estaba sentada bajo un montón de almohadas y unas sábanas rodeando su cuerpo cuando nos ve entrar.
Siento sus brazos rodearme la cintura y a pesar de tener algo de miedo de verme vulnerable ante ella. Se sentía como en casa antes de todo ese pequeño gesto hacia mi y hacia papá sin ningún miedo alguno.
Sonará mal pero aún podía jurar que recordaba esas risas agudas que parecían estar detrás de mi mientras lloraba sobre el hombro de papá. Y no sabia si temer por mi cordura o si quizás sea alguna ilusión Sonora que me dio una mala jugada.
Papá me pasa una taza de las tres que hay frente a nosotros y en silencio degusto el sabor un poco amargo pero exacto al sentimiento reconfortante que hay en mi.
Quizás los malvaviscos puedan endulzar este dolor y papá aún me permita ir al campamento y a Tokyo aparte de mañana.
Y muy en el fondo, que los chicos del club no hayan notado mi ausencia.
ESTÁS LEYENDO
Drowning (Haikyuu!!)
Fanfiction"El agua es incolora pero a la vez se ve azul. Es densa cuando le tienes miedo y no te daja escapar. Parece amigable, aveces pudo serlo. Nadie me dijo que eso podría matar a alguien" Hinata Shouyo tiene muchas cosas por ocultar de sus compañeros...