Capítulo 33

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"Sólo soy yo y su fantasma"

—¿Quieres más, hijo? Hay mucho para servirse —dijo papá sonriente frente a mi pero negué.
—Anda Shouyo, que la pizza está demasiado Rica para negarse —expresó Natsu pero sonriente aún le niego con la cabeza.
—Estoy lleno, pero guardaré algunas para mañana —respondí para sostener dos piezas y guardarlas en algún recipiente con tapa en la nevera.

Mientras regresaba a la mesa ellos me hacían recordar que debía ir con Martha en una hora, por lo que pensar en las tareas que tenía y lo demás que aún no había programado con atención llegaron como un balde de agua helada sobre mi.

Por lo que me veía corriendo por los pasillos del segundo piso en dirección que mi habitación, donde ordené las cosas restantes y veía mis anotaciones junto a mis cuadernos y muchos libros sobre los temas que según yo recordaba tenía tareas por realizar. Parecía que tenía tiempo para avanzar con la mitad de ellas, pero estaba aliviado de que al menos estaba listo por si papá llegase diciendo que debíamos irnos ya.

Mis audífonos estaban enredados en algún lado del escritorio, así como lo demás antes mencionado completamente desparramados entre sí sin ningún orden en específico. Primero sostenía los cuadernillos y libros sobre historia para comenzar a leer los recordatorios y leer en aquellos libros gigantes sobre las cosas que debía realizar.

De ahí supongo que fue casi lo mismo con los demás cursos de letras, para los cálculos preferí sostener primero las de álgebra y geometría, no es que me gustaran, pero a comparación de los demás eran sencillos si veía de nuevo las instrucciones de las anotaciones juntos a los libros por los bordes llenos de investigación extra, casi irrelevante, pero relevante a la vez.

Química y otros más pasaron para el final cuando Natsu me dice que debi prepararme para bajar, por lo que sentir que complete todo para el día siguiente y la mayoría de las cosas pendientes fue un gran alivio.

Veía con atención las cosas guardadas mientras las que dejaba encima de la mesa me decían aparentemente lo desordenado que era. Así como otros ligeros susurros en mis oídos que intenté ignorar cuando avanzaba a cambiarme con una polera crema y pantalones de chándal negros y zapatillas del mismo color.

Debía seguir sintiéndome bien, supuestamente ahora que ya no debían haber monstruos sobre mi pareciera que los extrañaba y odiaba sentir su ausencia porque no eran necesarios de por sí.

—¿desde cuándo lo sabes, Martha? —recordé decir la última vez que nos vimos.

Y como en mi recuerdo, ella parecía preocupada a través de aquella pared del cual sólo se bajaba cuando era muy necesario para ambos. Lo recuerdo bien, y sabía que hoy me volvería a preguntar sobre aquello que sabe, escondo.

¿Me hará bien decirlo?, no es cómo que desconfiar de ella fuera la situación en sí, aún así me sentía ansioso si las cosas se salían de mi control y todas las cosas que aún no se dijeron resultaran en papá y Natsu viéndome como un fenómeno, si eso haría que poco a pocos todos comenzaran a verme como yo me veo en el espejo.

—¿Qué esperas?, ¿pensaste que podrías negarme a mi y a lo que sientes realmente por tanto tiempo? —.
—Aunque esa sea la idea, parece que los dementores jamás se Irán si no soy valiente—.
—Shouyo, ¿todo bien? —interrumpió papá detrás de la puerta.
—Todo bien, ya voy —respondí para ver mi espejo y moverme rápidamente hacia la sala.

Él parecía preocupado pero su sonrisa seguía allí al verme tranquilo por fuera a la vez que Natsu se despedía de nosotros cuando le dijimos que se cuidara, que tenía el teléfono cerca y disponible si cree que algo ocurre. Se me hacía gracioso, no pensé que algo así pasara de un día para el otro.

Mis audífonos me decían tanto entre las canciones que al observar las cosas por la ventana en todo el camino, papá parecía tararear las canciones clásicas que tenía en su dispositivo conectado al auto, para llegar al lugar los nervios igual seguían allí. Avanzar hasta el ascensor, que otras personas ingresen y algunos otros jóvenes se me queden viendo a los ojos no era algo sorprendente, pero ver a Kageyama ser uno de ellos si que me puso nervioso.

—Hey, boke —dijo para ver a mi papá y saludarlo.
—Hola, idiota —respondí sin saber que más decir, papá parecía querer reírse de nuestra incomodidad, por lo que al llegar al mismo piso me dijo que me quedara donde nos encontrábamos.

Aveces no sabia que sentir, cuando le pregunté a Kageyama si se sentía bien lo vi un tanto angustiado, pero sólo susurró que venía a ver a su hermana, lo que al preguntar por mi dije que papá iba a ver algo y quise acompañarlo. Fue sencillo, fue práctico y no se sintió nada bien mentirle, sobre todo con la misma estúpida sonrisa que me manejaba todo el tiempo.

Me dijo muchas cosas cortas, cómo que aveces se sentía muy frío o tal vez las cosas que podría ayudarlo en mejorar, yo sorprendido sólo pude comentar que no haría con mucho gusto, y verlo sonreír de nuevo me dió un brinco dulce al corazón, así como el gran peso de mentirle descaradamente. ¿me odiara si se enterara?.

Le dije sobre acompañarlo aprovechando que papá parecía ocupado, y entre todo el camino por las habitaciones sus manos temblaban aunque su respiración fuera calmada su rostro estaba tenso, casi en pánico al verme detenerme con él frente a una de las muchas habitaciones.

Reconocía ese comportamiento desde hace dos días, incluso ayer cuando veíamos aquel bello cielo rojo parecía desconcentrado, casi ido en su mundo, ¿será que de siente mal?, ¿será que a su hermana algo le ocurre?, ¿será algo más que desconozca?, aveces no quería ser tan curioso ni deducir las cosas que más me importaban.

—¿Crees que estará bien? —susurró y sentí que podía ser absurdo ya que desconocía todo, pero negué y sostuve sus manos para que me mirara.
—Ella estará bien, Tobio —susurré mientras mis dedos daban pequeños círculos sobre el dorso de sus manos que no dejaban de temblar.
—¿Pero si el accidente fue peor de lo que pensamos?, ¿y si ella no vuelve a caminar?, ¿si me dicen que está en coma?, mis padres estarán devastados —murmuraba mirando la unión de nuestras manos y sólo pude escucharlo siguiendo la secuencia de círculos sobre sus manos.
—No lo sabremos si no la ves detrás de esta puerta —me observó cuando lo dije y junté mis dedos con los suyos— Yo estaré aquí como el obstinado amigo que jamás te ha dejado en la cancha, sabes que eso es algo —susurré y verlo reír con aquella mueca mientras me respondía con un "no le digas a nadie de esto, baka" fue reconfortante.

Abría la puerta para ver a una linda chica sentada en la camilla, parecía tranquila y nos sonreía con una mueca extraña pero familiar -cofKageyamacof- mientras la observaba mirar los asientos y la mano de Kageyama sostenían las mías tanto que comenzaban a doler, avancé con la poca fuerza que tenía mi cuerpo a comparación de él, y se le caía sentarse junto a mi preguntando que le dijo el doctor. Ella tranquila dijo que estaría en reposo por unos días, y que aparte de un chequeo mensual todo estaba bien.

Su cuerpo dejó de estar tenso, mi cuerpo asustado de que papá viera que no estaba paso desparecido incluso de mí mismo al charlar con la hermana de mi gran compañero tragón y gigante rey de la cancha.

El tiempo transcurrió hasta que el enfermero nos informó que se había completado el horario de visitas, y al despedirme de ella luego de Kageyama y verlo acompañarme hasta donde estaban Martha y papá esperándonos fue un gran escalofrío que espero él no haya notado.

Me dijo que nos veríamos mañana en el gimnasio, luego se despidió de los adultos que nos miraban sonrientes y sentí un bochorno horrendo cuando él bajaba por el ascensor.

—Dejen de verme así ustedes dos —dije para avanzar a la habitación donde las mismas cosas parecían cambiadas de lugar más recostado en el sofá de cabeza y observar el cuerpo de Martha avanzar en una de las sillas con sus anotaciones diciendo que nos veíamos bien Kageyama y yo como pareja hizo que aún sonrojado la viera enojado.

—Ok, ok, mala broma de mi parte, ya entendí León enojado —dijo sonriente para dejarme acomodarme en el sillón.

No crei nunca que la conversación fuera tan intensa después de ello.

Drowning  (Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora