Drowning (Haikyuu!!)

Prólogo

Si te dijera que dentro de unos meses, calculando un promedio de seis, que tu vida daría un giro de ciento ochenta grados, reencontrándote con personas que jamás quisiste reconocer, estoy seguro que te reirás de mi por ser dramático.

Es irónico, porque yo hubiera pensado y dicho algo muy similar. Pero veme aquí, temblando como un completo crío, mientras una de mis manos intenta sostener aquel brazo que asfixia el delicado cuello de la mujer peli castaña frente a mi. Con los llantos de mi hermana pidiendo ayuda a pesar de lo alejado que están de casa en casa, con ese rostro sonriente al ver que las fuerzas de las manos tratando de detener su cometido, caen hacia el suelo y sólo puedo observar sus ojos acuosos sin vida.

Este sostiene mis cabellos, y con lo único que me queda le grito a mi hermana que corra a donde sea, que vaya lo más rápido que pudiera y llame por auxilio, tal vez mamá podría despertar, quizás también olvidaría esto pronto.

Los gritos de este individuo no parecen importantes, no a comparación del dolor con el que me tiene cerca a sus dedos ensangrentados, recorriendo mi rostro por las escaleras, esta furioso, y esa palabra se siente un nada cuando rompe la puerta del baño y puedo ver el filo de la bañera llenándose. Pregunté que iba a hacerme, sin embargo siquiera pude con la primera palabra cuando sumerge mi cabeza al agua; cerré los ojos instantáneamente junto a mi boca, sintiendo sus dedos sostener con furia mis cabellos a la vez que sentía mi cabeza completa sobre la bañera, quería gritar, debía intentar batallar con este hombre que sólo conocí dos veces en toda mi maldita vida, debí correr y llamar a la policía ni bien lo vi ingresar a casa en busca de mamá.

Mis pulmones se llenaban de agua, podía sentirlo a la vez que mi pecho se apretaba con todas sus fuerzas por la angustia, abrí mis ojos en un ataque de hacer algo, vi rojo entre el mármol azul que rodeaban las paredes del baño. Intenté alejar mis manos de esa mano sin resultado alguno, como si fuera un señal colocó mi oreja izquierda sobre el piso de la bañera y torció un poco mi mandíbula para verlo sonreír.

Decía muchas cosas, pero por el agua no podía entenderlo, no quería en todo caso escucharlo, pensaba si Natsu pudo pedir ayuda, si alguien le creerá que un hombre está haciéndole daño a su hermano y que mamá estaba sobre el suelo. Suena surrealista, suena patético más era cierto; respiraba el líquido rojizo de mi alrededor sin remedio, mi aguante estaba disminuyendo en creces, mis ojos se estaban debilitando cuando ligeros sonidos podían escucharse desde afuera de la casa.

Personas corriendo, uno que otro llanto y un sonido como bam resonando en todo el baño, quise ver quién me sostiene con tanto cuidado, quisiera tocar el rostro de Natsu para decirle que estaré bien, sin embargo estoy cansado y asustado, siento como si aún me estuviera ahogando sobre la bañera, con mis pulmones a nada de explotar y mis ojos dejándome caer.

Más gritos resuenan la habitación, uno en especial me hace querer llorar. Lamentablemente no soy de piedra y simplemente caigo en lo que fuera que me esté sujetando, con la leve idea de que estoy siendo salvado, mejor dicho, con la total claridad de que Natsu fue salvada del tormento.

Y es mientras mantengo mi vista cerrada cuando me pregunto si mamá logrará despertar, si sonreirá diciendo que estaba bien a la vez que acariciaba nuestros cabellos.

Colocan mi cuerpo en una camilla cuando el cansancio principal recobra sentido y mi pulso disminuye, puedo sentir una manos sujetando un lado de mi cuello con cuidado mientras supongo hablan y tratan de apresurarse.

Yo sólo quería que mamá estuviera bien, ¿sería ideal anhelar que papá venga a vernos cuando se entere?, supongo que era lo más notorio, sentiría al menos un apoyo conciso pero gentil. Tal vez también mantenga la situación al margen para los demás y se sentiría bien.

Natsu, no la escuchaba en ningún lado. ¿Estará bien al lado de algún policía?, ¿O quizás estará siendo abrazada por la persona que llamó a las autoridades?.

Negro, azul mejor dicho, era lo único que podía ver a pesar de sentirse igual a la bañera. Comienzo a odiarlo, o tal vez amarlo, no lo sé con claridad. Pero parece que el tiempo pasa rápido, y lento a la vez.

Quizás esto sea sólo un episodio y todos salgan bien. Quiero que todos estén bien.

Quería que todos estuvieran bien.