Capítulo 0

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"Todas las luces dicen ser paz,
¿Entonces porque me siento caer?"

—Shouyo —escuché la voz de papá cuando mi consciencia regresó

Era clara y amable como lo recordaba, los ronquidos de Natsu se percibieron de alguna forma al igual que la voz de una de las enfermeras explicando la situación a mi padre desde afuera de la habitación donde me encontraba.

Los sucesos seguían en mi, por lo que cuando abrí mis ojos intenté hablar, con todas mis fuerzas quise gritar donde estaba mamá, si se encontraba bien en todo caso; pero no pude decir nada, mi garganta tenía un tubo conectado a una de las máquinas que estaban a mi lado derecho, que cuando volteo mi rostro a ver mejor el lugar, una máquina de presión se encontraba llevando una tira hacia algo que apretaba mi dedo índice izquierdo.

Papá me observó y corrió para sonreír con pena, susurrando que le alegraba verme bien, que estaba ahora conmigo y Natsu, que esta vez viviríamos con él y seríamos la familia que desde se fue a trabajar a los Estado Unidos había dejado un sabor agrio.

Natsu seguía dormida sobre el abdomen de papá, y este me hablaba de cosas que no podía comprender, yo sólo quería saber si mamá estaba bien, necesitaba que ella estuviera bien, para ser una familia feliz y completa como antes, ver esa sonrisa brillante de la que todos dicen que heredé otra vez.

Y pareciera que él entendió mi preocupación, sin embargo se quedó callado y llamó al médico, susurrando algunas cosas que no comprendí por la lejanía. La enfermera tenía una inyección entre sus manos mientras el médico platicaba con papá, los flashbacks de esa vez recorrieron por mi mente con rapidez, moviéndome de un lado para el otro negándome a que me coloquen algo a mi cuerpo, los pulsos se repetían con fuerza atraves de la máquina conectada a mi, así como la luz cegadora que en vez de brindarme la paz de un hospital me generaba escalofríos.

Temblaba por donde quiera que me mires, mi vista estaba dirigida a un punto muerto, papá gritaba por ayuda mientras el médico me sostenía y la enfermera aún tenía entre sus manos la inyección con un contenido que desconozco, me recordaba a las inyecciones que tenía el hermano de mamá, esas mismas que lo volvían agresivo y violento.

Y no quería tenerlas cerca, todo lo contrario, gritaba para que se alejaran y no me tocaran ningún pelo, pero papá parecía llorar mientras calmaba a Natsu y me decía que todo iría bien si me calmaba. Yo no quise calmarme, no quiero dormirme, sólo quería respuestas.

¿Mamá estará bien?, ¿Estará enojada por mi forma de actuar?, ¿Natsu sabrá lo que está pasando?.

Un pinchazo sobre uno de mis brazos me levanta del suelo abierto que tenía, sintiendo como aquel líquido desconocido comenzaba a tomar efecto en mi; los ojos se me caían por un cansancio inducido, mis brazos se sentían como gelatina y era imposible subirlas o siquiera sostenerme por mi propia cuenta.

Lo último que vi en esa ocasión, fue a mi padre llorando mientras abrazaba a Natsu, y le decía que me habían dado algo para dormir y calmarme. Con unos médicos apareciendo y platicando con ellos, entre puertas cerradas de mi vista, cayendo en un mundo oscuro, y denso, como el agua de aquella vez, sumergido en la neblina.

Era una pesadilla, que de alguna forma me molestaba y me agradaba a la par, aunque eso no quería decir que no me asustara del todo.

Porque él seguía arremetiendo contra mamá, yo seguía sin saber que hacer, Natsu seguía llorando mientras se negaba a huir por ayuda como le gritaba cuando sentí unas manos sobre mis cabellos. Mamá seguía en el suelo con mucha sangre desparramada, la policía llegaba y la ambulancia me llevaba sin reconocer absolutamente nada de mi alrededor.

Si. Yo seguía con estaba en ese bucle, y no sabía cómo remediarlo.

No quería sentir lo que siento, no quería repetir ese recuerdo en lo absoluto.

Pero el mar se sentía y se veía rojo y azul por las baldosas. Y mamá no me daba respuestas que necesitaba.

Drowning  (Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora