"Desperté por los gritos que me decían que me vaya de sus vidas. Eso dolió, o eso creí cuando recordé despertar enserio y saber que sólo era yo mismo pidiendo escapar de algo imposible"
Tuve miedo cuando las figuras frente a mi se posaban y sus bocas se abrían exageradamente, parecían querer comerme mientras susurraban cosas que no podía escuchar a pesar de la cercanía que nos teníamos los monstruos y yo.Algunas luces aparecían cuando tenían sus dientes afilados rozando mi piel, estas también regresaban a la nada tan rápido las miraba con desesperación. Y ellos mordieron, tragaron y se relamieron los labios llenos de sangre. Sonrieron al verme con intención de escapar, rieron cuando mi cuerpo se tambaleaba por la pérdida de algo más que músculo y sangre.
Ellos hablaron de nuevo, corriendo esta vez, para llamarme de muchas formas.
No mentían cuando me decían mentiroso, no se sentía mal cuando me decian cruel, no le di importancia la vez que gritaron en coro el estorbo de aire que era para el mundo y para las personas que me conocen.
No, definitivamente los escuché con la cabeza en alto, para correr entre las risas y sus piernas largas, tropezando en el momento exacto en el que dos focos de luz se multiplicaban a tres, de ahí en cuatro, ¿cinco tal vez?, era incierto saberlo con exactitud ahora que estaba en medio de dos bandos.
La respiración agitada, el temblor de mi cuerpo y la garganta incapaz de poder decir algo por si misma. Mi valentía se comía a sí misma para seguir constante, mi orgullo era apuñalada por ambos lados y mi miedo incrementaba mientras todo comenzaba a darme vueltas.
A gran velocidad, pero tan lentas y tensas que mi cuerpo no sabía como reaccionar.
¿Qué demonios era mierda?, ¿me quedaré aquí y tendré que pelear con estas cosas también?.
Mierda, mierda, y santa puta mierda.
—Cállate —grité pero ellos me ignoraban.
Mi estómago no podía soportar más la tensión, mi ira combinada con el miedo. O lo que sea que fuera esta sensación de hundirme sin escapatoria y mi cuerpo expulsó una cantidad sorprendente de baba negra, espesa, oscura, y totalmente ácida al paladar.
Ellos me miraron, unos sonrieron, otros me ignoraron e iban acercándose para comer algo de mi de nuevo.
Y de nuevo.
Y otra vez.Hasta que mi cuerpo era más hueso que músculo y grité de agonía mirando el rostro de papá totalmente asustado frente a mi.
Y uno de ellos escapando a sus espaldas por la puerta de mi habitación, corriendo por los pasillos.
—Natsu!! —grité levantándome de la cama pero papá me sostuvo diciendo que era una pesadilla.
Que nada ocurre con mi hermana.
Pero la adrenalina me hacia gritarle que algo iba a su cuarto, que ese algo le haría daño y que no me lo perdonaría nunca.
Él me sostuvo con muchas fuerzas los brazos, a un punto en el que ya comenzaba a dolerme. Me hacia verle los ojos diciendo que era un mal sueño, que lo que sea que le haría daño a Natsu no existía.
—Papá no volverá a permitir que les hagan daño a mis hijos —susurró con una mano dando círculos sobre la espalda.
No quise pelear con él, algo me decía que Natsu necesitaba ayuda de nosotros, pero la sensación de sueño, los brazos reconfortantes de papá susurrando una canción de cuna que reconocía, la voz de Natsu resonando desde la puerta de la habitación, corriendo hacia nosotros para decirme que sucede.
—Tuvo una pesadilla, Natsu. ¿quieres acompañarlo mientras hago chocolate caliente? —susurró desde lejos
La vi asentir con seguridad para abrazarme estando acostados en la cama un tanto sudorosa, algo que le dije y ella ignoró por completo. Susurró que estábamos bien, que todo iría bien, que ella me protegería cuando yo no tuviera fuerzas para protegernos a los dos.
Ella parecía tener una capa brillante y una espada infinita, no sonreía pero se podía sentir que la valentía venía de familia cada que la miraban pasar sobre su caballo reluciente.
Con la cabeza un poco más inclinada, me acomodé sobre la almohada seca, tirando la húmeda al suelo para sentir los cabellos de Natsu sobre mi mandíbula, para susurrar muchas cosas que pasaban en los cuentos que ella quiso que contara para dormir.
Creo que vi la imagen de papá sin nada entre manos, sonriendo de forma cálida para sentarse en una de las sillas.
Y creo que volví a dormir, porque despertar con Natsu sobre mi no podría ser algo mejor para ello. Papá nos susurraba en alto que nos levantemos para ir a la escuela.
Pensé un poco en ello y resulta que no llegaría para el club quisiera desayunar o no, Natsu me susurró que creía que papá dio una justificación para mi falta en la mañana al profesor Takeda, fue un pequeño alivio. No sabía si quería ver a alguien aunque todo ese embrollo haya sido culpa mía.
—Vamos, ni chan, hay que ir a la escuela —susurró mientras la tenía entre mis brazos y negaba
—Lo digo enserio, Shouyo ni, hay que levantarnos si no queremos al señor cosquillas —dijo con un puchero y riendo la dejo ir
La vi estirarse mientras yo avanzaba en levantarme y sostener mis cosas para ducharme. Ella me dio un beso en la mejilla mientras decía que el señor cosquillas estaba cerca, antes de abrir la puerta y desaparecer hacia el pasillo.
Miré el techo con cierto sinsabor en el paladar, recordando el vómito negro de mi pesadilla sin comprender que podría significar ese líquido espeso, y sobre todo el porqué mi subconsciente imagino monstruos que me perseguían cuando querían pero se iban cuando pensaba que me matarían.
—Debería de dejar de pensar en ello —me dije a mi mismo para abrir la puerta del baño y cerrarla
Mirarme al espejo jamás se había sentido tan extraño y tenso a la vez. Eso lo supe el día de hoy, cuando juraba ver mi cuerpo lleno de mordidas y con partes faltantes de músculo, como si la pesadilla fuera una realidad me asusté. Y observar que la realidad era un tanto angustiante por igual no solucionó el susto.
Reprimi un gemido de disgusto para tapar el espejo con un espejo, ponerme en la ducha 3 ignorar el sentimiento de miedo ante el agua chorreando por mi cara y nariz.
Avanzar a la habitación me hizo respirar de nuevo, inconsciente miré la carcasa de mi celular y aunque los nervios me hacían temblar las piernas negué, preocupándome de que alguien lo notara en algún momento. Pero es que el dolor seguía tan latente que mis cortas pero afiladas uñas aruñaron con la suficiente fuerza entre mis muslos para dejar líneas gruesas de sangre.
Con las uñas en sangre seca, rostro sonrojado y un cuerpo tembloroso me dispuse a cambiarme luego de colocarme una vendas entre los muslos, para sostener mi mochila de deporte y la de clases con el mismo brazo, celular y audífonos conectados y las llaves de la bicicleta junto a las de la casa por alguna emergencia.
Avanzo que la sala donde Natsu estaba cambiada y sonreía de verme más calmado, papá me daba las píldoras que al parecer me había olvidado, y las tomo de un porrazo para dar sorbos de mi café amargo para despedirme con un beso en la mejilla de ambos pelirrojos frente a mi.
"Martha a de estar furiosa por mi ausencia de ayer"
Conecto los audífonos a mi celular antes de manejar en bicicleta rumbo al Karasuno.
Donde al primero que veo es a Hitsuno frente a la puerta como yo. Ambos llegando demasiado tarde para permitirnos entrar.
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Drowning (Haikyuu!!)
Fanfiction"El agua es incolora pero a la vez se ve azul. Es densa cuando le tienes miedo y no te daja escapar. Parece amigable, aveces pudo serlo. Nadie me dijo que eso podría matar a alguien" Hinata Shouyo tiene muchas cosas por ocultar de sus compañeros...