Capítulo 39

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"Mientras más me hacen reír, más quisiera no haberlo hecho"


-Hay una compañera nueva, es tan linda y maja, Shou. Espero la puedas conocer si sales pronto -dijo un compañero de clases por la tarde.
-Aunque es tímida no dudes, es muy amigable y se sienta cerca a nosotros -exclamó el otro. Mientras miraba a ambos sonriente preguntan por mi padre y mi hermana.

Mi padre estaba con Natsu viendo la película nueva de un anime que nos gusta a ambos, ellos no querían ir sin mi, pero con tranquilidad les dije que fueran primero sabiendo que los boletos se acabarían rápido al ser de pocas funciones disponibles.

-Están ocupados, vendrán más tarde -respondí para verlos sonrientes.
-¿Entonces...? -.
-¿No estará mal si caminamos un rato? -.
-¿Verdad?-dicen ambos y resignado acepto.

Quizás se sientan extrañados más desde la segunda semana en este lugar no quise salir mucho por los pasillos, incluso con menos probabilidades si debía ser con aquella bata casi transparente si no fuera por la ropa debajo de la misma y mis frecuentes ganas de vomitar.

Si, me había resignado a tanto ante la mirada sorpresiva de mi padre y del personal médico. Pararme y sentir aquel mareo frecuente para sonreír y sostener en suero en aquel metal largo los hace reír creando chistes malos sobre enfermos y eso dio tanta gracia que reír incluso dolía de forma literal.

Esa curva dolía, necesaria el dolor me perseguía con ellos platicando sobre gente nueva y clases, sobre ese chico molesto y el profesor que pregunta los avances de mi estadía en el hospital. Ahora que recuerdo, había sido él quien me cargó hasta la camilla de ambulancia. Supongo que tendré que agradecerle.

Las escaleras eran lo más tormentoso de soportar, los mareos constantes mientras uno de ellos me cargaba en su espalda y la comida que de más tuve que comer me hacían revolotear la tripas, no dejaban de sonar, no dejaban de gritar y pararme en la azotea parecía calmar esta ansiedad imparable poco a poco.

El cielo era gris, las nubes parecían condensarse a llover pero joder que bello se veía el dia así. Mis dos compañeros suspiraban en mal sentido de la palabra por el clima, y de nuevo me veía mintiendo sobre lo mal que era este clima sonriendo con lástima falsa.

Ellos sonrieron para decir que igual saldríamos, y que fuéramos rápido a mi habitación esperando a que mi padre regresara con Natsu para pedirles permiso de salir. Esperaba tanto que él se negara sabiendo de antemano que no sería así y eso me hizo más triste de lo que quisiera admitir.

-Ellas dicen que regresarás el mes que viene, él venia seguido hasta que supo de tu estadía en el hospital. Aunque bueno, andan organizando algo para ti, era un secreto pero te haces el sorprendido, ¿ok?-.
-Baboso, la sorpresa debía ser, no sé, ¡SORPRESA! -.
-¡Hey!, eso duele -.
-Siquiera me dijeron de que era la "sorpresa" -.

Ambos se miraron y me reí sosteniendo con una mano mi abdomen, la sensación de dolor era tan mínima que las carcajadas aunque fueran toscas se mantenían al margen. Ellos se vieron y juro que podía recordar dos personajes peculiares actuar igual, las posturas, las bromas y los regaños, sólo que eran humanos y definitivamente más inteligentes de lo que parece.

Al llegar a la habitación ellos me esperan afuera de la puerta y sostengo algunas ropas que guardadas estaban por si quería salir por los pasillos. Veo a papá con mi hermana dormida al abrir la separación de la habitación y el pasillo. Ellos piden permiso a mi padre para salir a algún lado fuera del hospital, sin dudarlo sabía que aceptaba por la sonrisa en su rostro.

No quería defraudarlo más de lo usual, tres personas corrían hacia nosotros, en poste andante fue el primero en notarse entre los dos que le seguían el ritmo lento al verme con otra ropa desde hace unos días atrás.

Drowning  (Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora