"Tenemos muchas razones para dudar, pero quisiera pensar que aveces el futuro no puede ser más hijo de puta de lo que es el pasado y de lo que se propone a ser el presente"
—Shouyo, papá dice que te vayas levantando. Sin apuro, no iremos a la escuela —susurró Natsu al otro lado de la puerta antes de que sonara la alarma.Miraba el techo como las demás horas de insomnio me permitían, sentía mis ojos achicarse por las lágrimas derramadas, a la vez que mis muslos marcaban lineas rojizas en las vendas que las sujetaban. La ventana estaba cubierta por una cortina crema, sintiéndome como en una película me senté al borde de la cama mirándola con atención, como se movía atraves del aire frío.
La habitación tenía tonos oscuros, casi naranjas por las hojas que caían sobre el piso; la imagen de papá abriendo la puerta preguntando si me sentía bien me hizo despertar del toda la ensoñación de antes, asintiendo mientras murmuraba que iría en unos minutos.
Él sonreía mientras me decía lo gracioso que se veían mis cabellos desordenados, para cerrar la puerta y encontrarme con un cascabel sobre la mesita de noche al lado de mi móvil, que estaba repleto de mensajes: Kageyama era el que decía que no fuera idiota y dijera antes si entraría o no, Tanaka fue el que preguntó si todo estaba bien directamente, Daichi y Sugawara preguntaron a la vez si iría a la práctica de la tarde, mientras que una compañera de salón decía si quería sus anotaciones para mañana por faltar.
Lo dejaba a su sitio sin responder para concentrarme en ducharme y ponerme algo acogedor. Las pantuflas de zorro me acompañaron cuando iba secándome los mechones rebeldes al bajar por las escaleras, veía a Natsu desayunando con un tarareo de alguna banda popular mientras papá se sentaba para mirarme y comer luego de agradecer.
La comida espumeaba y olía muy bien, la mesa estaba repleta de platillos y vasos, platos semi servidos y uno en peculiar completamente vacío mientras que la bebida caliente era lo que llamaba mi atención.
Papá tenía una de las tazas sobre sus manos, sosteniendo una tostada con la otra mano mientras tenía una llamada de trabajo; Natsu tomaba del platillo con los cubiertos especiales, soplando cada que el humo se veía muy cargado sobre su rostro. En pocas palabras, me los encontré mirándome a la vez que desayunaban en un día extrañamente frío.
—Tendremos un día familiar —exclamó el adulto al terminar la llamada para mirarnos a los ojos.
—Creo que no es tan mala idea —dijo Natsu sin saber que decir.
No era la única, yo me sentía completamente igual. Sólo que terminó asintiendo con la cabeza en vez de arriesgarme a decir algo que no funcione o tenga sentido aparente.
Menos mal él no se sintió incómodo ante ello, menos mal también era temprano -de forma relativa, claro- para pasar el tiempo juntos. Sabiendo que saldríamos mucho más tarde, que por el momento estaríamos viendo maratones de películas y terminaríamos dialogando sobre las cosas que más nos habían gustado.
Así como intentar cocinar y comprar al final algo por delivery. Ya saben, cosas normales de familias como nosotros.
Claro, ignorando por completo los mensajes de Kageyama diciéndome que deje de ser flojo y vaya a la escuela, o de los sempais, quienes aceptaron la excusa de sentirme mal para no llegar al club el día de hoy. Me pregunté si Hitsune tendría bilis por su garganta al no verme o pensaría tal vez que soy muy cobarde para meterme con él.
¿El profesor Chang estaría dando las clases de ayuda a los demás? Era curioso como era la primera falta y ya sentía como si algo malo fuera a ocurrir luego.
—Shouyo, ayúdanos con las compras —exclamó papá, para verme correr por la cocina hasta la sala.
Donde él regresaba con las cosas de la casa y dulces. Natsu iba a su lado sosteniendo unas pequeñas bolsas de decoraciones o lo que sea que entrara ahí. La situación era cómoda aunque se sentía plana, la alegría de ellos mientras hacían las cosas comunes de alguien que se queda en casa, para luego ir a sus habitaciones de vez en cuando, no lo sentía ni bien ni mal del todo.
Mamá hubiera hecho muchas cosas, creo que las primeras dos palabras se me quedaron en la garganta muy seguido desde esa vez. Y aunque la idea de dejarla ir me gustaba, no quería desaparecer con ella en el intento.
—¿Les gustaría salir a algún lado? —preguntó papá y con una sonrisa Natsu y yo nos miramos y lo arrastramos por las escaleras hacia su habitación.
Donde escogimos las cosas que se pondría y le dijimos que lo esperaríamos en la sala. Este sonrió y la puerta se cerraba para correr por el pasillo, bajar por las escaleras y esperar en el sofá mientras Natsu se preguntaba si se pondría lo que le escogimos y yo dije que lo haría.
Seguro de ello al verlo con el saco y botas caqui, suéter blanco y pantalones marrones, sonreímos y le preguntamos si estaba cómodo.
Las respuestas y la salida hacia el auto fueron de lo más gracioso, pero prometimos divertirnos hoy y olvidar un poco las cosas de la vida cotidiana, guardar los momentos estresantes de nuestros días soleados para estar juntos.
Sabia que no funcionaba del todo, pero esta vez sentía también que a comparación de otros días, nada parecía ir en mal camino.
Por una vez, que no es la primera y no sé si será la última, supe que el futuro no podría ser peor de lo que ya me dieron en estos años, sólo esperaba que, por algún milagro de las circunstancias.
Nada me haga retroceder mucho más de lo que ya andaba atrasado entre la vida que continuaba y mis demonios.
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Drowning (Haikyuu!!)
Fanfiction"El agua es incolora pero a la vez se ve azul. Es densa cuando le tienes miedo y no te daja escapar. Parece amigable, aveces pudo serlo. Nadie me dijo que eso podría matar a alguien" Hinata Shouyo tiene muchas cosas por ocultar de sus compañeros...