Capítulo 45

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"¿Prometes olvidar/perdonar.......?"

-Minamo-susurré

-¿Acaso no la extrañas? ¿Por qué te haz vuelto tan frío?

-¿Es ahora que me recuerdas? El tiempo te ha hecho peor de lo que recordaba-decía el chico de uniforme diferente.
-Ni que me conocieras bien-repliqué
-No necesito hacerlo. Ya lo hago-
-¿Es lo único que dirás?-respondí
-¿Y dejarte ir después de tanto tiempo?. Nah, pagarás por tus errores, Hinata-

Su rostro había cambiado, tenía las mangas arremangadas, manos tensas en forma de puño y desee que todo hubiera sido diferente por pocos segundos. Mis manos estaban como las de él, puños listos pero demasiado frágiles, pequeños, inútiles.

Un golpe caía sobre mi abdomen cubierto, otros intentaban alcanzar mi rostro pero mis brazos eran las víctimas perfectas. Casi como ellos, quizás recuerde esto, se quede impregnado en mi retina su rostro al gritar que todo era mi culpa, desde la ruptura de la amistad, los gritos de María, la muerte de su tía favorita, los problemas en el salón, mi huída, el deseo de volver con María y ella no querer acercarse más.

¿Y si realmente fui cobarde? ¿Y si era todo culpa de mi ineptitud? ¿Soy realmente el malo de todas las historias que conozco? ¿Seguirá así toda la vida? ¿Será necesario vivir si todo sigue igual? ¿Cómo podría sufrir María por alguien como yo? ¿Por qué Minamo se ha convertido en su padre? ¿Desde cuándo todo es tan obsoleto? ¿Soy un saco de huesos y piel tanto como me siento? ¿Soy tan insuficiente que nadie aparece? ¿Nadie escuchará si llego a gritar? ¿Alguien vendrá pronto? ¿Seré suficiente para alguien?.

-¡¿Cómo te atreves a volver?!, ¡¿Cómo eres capaz de volver a reír cuando no eres más que un asesino?!, ¡Asesino, deberías estar muerto!-gritaba Minamo al tirarme sobre la pared.

El crugido resonó en el pasillo. La respiración agitada le seguía pero todo dolía como para prestarle atención, mi cuerpo, mi mente -si es que queda algo, si lo tuve alguna vez- mis ojos arden, neblinas frente a mí hasta que caen. Todo cae.

Sangre, sudor y lágrimas. No me atrevo a mirarlo a los ojos -de la forma en que él intenta sacudir mi cuerpo- todo tiembla o así se aprecian sus brazos, sus hombros rasgados con una camisa manchada. No habían dos personas pulcras y decentes aquí, él era silencio, yo deseaba callarme para siempre.

-¿Cuándo tendras suficiente, Minamo?-pregunté.

Y se quedó pasmado. No sabía que pensaba pero todo se sentía inútil.

La boca de Minamo estaba abierta, demasiado cerca, con saliva salpicandome, ojos agrietados, manos sujetando mis brazos, estaba cansado. El sonido de la puerta recién aparece, dos personas ingresan, hay tres rostros sobre mí y sólo giré a mi izquierda para ver el rostro de él. Esperando que este sonriendo de mi desgracia, que esto sea suficiente por todo lo que le hice.

Pero no. Alguien más aparece y sostiene mi rostro por segundos antes de ser separada y gritarle a él. Minamo no parece feliz, ni enojado, ni nada. No había nada. No valió la pena ser un saco de huesos para golpear.

—Hinata, no te duermas. Hinata. ¡Hinata! —gritó alguien pero me dejé ir.

Me permití ir por unos minutos.

—¿Vas a despertar o seguirás fingiendo dormir? Boke —susurró Kageyama después de buen rato.

Todo era blanco, no era el cielo pero el aroma a desinfectante y alcohol me hacen creer que me encuentro en la enfermería. Un ojo se abre antes que el otro ante la luz, su cabello se veía grasoso, sus ojos muy inflamados y parecía que dejaron de estar rojos hace minutos.

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2023 ⏰

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Drowning  (Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora