Capítulo 44

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"El miedo carcome vivo a todo aquel que quiere dejarlo atrás"

—¿Y cómo te fue?—dijiste al salir del exámen.
—Sé que perfectamente bien—respondí.

Te veías más calmado, caminando hacia la salida mientras estaba a tu lado derecho, dando saltos largos para perseguirte, lograr estar al mismo ritmo. ¿Por qué tenías que ser tan malditamente alto?, piensa al menos en alguien pequeño como yo.

Mierda, comienzo a sonar como tú, Baka.

Nuestros teléfonos resuenan, Tanaka nos llama diciendo que el auto acaba de llegar y corremos pensando en la hora, anhelando llegar a tiempo al campamento, sabiendo que sólo te necesitan a ti, perfectamente era lo correcto. De todos modos quería verlos a todos jugar, jugar con ellos, vencerlos, aprender, lo que fuera necesario para avanzar.

Una chica de cabello rubio, lacio y corto nos esperaba parada delante de un gran auto gris, sentía mis mejillas calentarse ante la idea de que ella nos ayudara, estaba feliz de conocer a todos los que conozco en estos momentos.

—Perdona tomar tu tiempo en nosotros, cuida bien de nosotros por favor—grité
—¿Pero que estás diciendo?—se pregunta sonriente, dar un guiño juguetón para decirnos que subamos al auto rápido.
—No sabía que te gustaban las rubias, Boke—susurras y al comienzo no lo entendí.

Cuando pienso en mis acciones volteo para verlo con la boca desencajada, en completa sorpresa exclamé— ¡¿Ah?!, ¡Pero que dices idiota!—
—Entonces no te gustan las rubias—dices y la chica nos observa
—Aunque si quieres, llámame—comenta y se ríe a carcajadas

Todos reíamos, dando comienzo a pequeñas pláticas del voley y cómo ella como hermana de Tanaka senpai había sentido las vibras del pequeño gigante, comentando lo sorprendida que estaba del anhelo a un deporte y todo lo que esté nos ocasiona. Dice haberse sentido un poco decepcionada de su vida luego de verlo reaccionar de esa forma, aunque ríe reconociendo que era un poco tonto tirar su cabeza sobre los casilleros, sobretodo cuando un balde cae sobre su cabeza, metido de lleno en ello.

La imagen era graciosa, aunque la mejor estaba en la ventana donde me encontraba sentado, la parte trasera del auto. Él me observaba cómo si viera una novedad, pero sólo era yo inclinado con la cabeza fuera del auto, con la rubia hablando sobre el buen clima y nuestra ambición sobre el voley, comentarios sobre las cálidas brisas en un caluroso mes.

-No me mires así-le dije cuando me percaté
-No entiendo a que te refieres, boke-respondió
-Nada, Kageyama, nada-comenté

Me dolía el estómago, ignoré mis sentimientos contradictorios, ¿Por qué me miraba de esa forma?, ¿Era aprecio? ¿Preocupación?, no lo entiendo, decidí dejarme sentir la brisa sobre mi y escuchar la canción que la hermana de Tanaka había puesto en la radio, tarareaba lo más bajo que podía, pero podía escucharlos a ambos cantar como un completo desastre, no podía evitar sonreír e incluso reírme ante los gallos de ambos en diferentes partes de la canción.

Que sonaba un poco triste, pero la verdad no sabía cómo describirlo, simplemente me sentía con ganas de sentirme así con alguien de repente, aunque bien reconocía que no podría ser así. No conmigo, no así ni ahora. Sonaba alegre, cuando recuerde este día donde cantabas con ella y casi nos vamos a la mierda en una de las rotondas, gritos y risas, un bello atardecer que podía quemarme toda la cara sino fuera por el bloqueador que me había puesto.

El día no parecía oscurecer, eran las siete de la tarde cuando llegamos y le agradecemos a la hermana de Tanaka por llevarnos, sostiene nuestros cabellos y los revuelve un poco, eso dice ella, sólo un poco para sonreír y decirnos que lo hiciéramos bien.

Drowning  (Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora