Capítulo Treinta.

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T/N:

Estuve conversando con Christopher hasta que llegaron Richard y Zabdiel.

- ¡Zabdi! - lo abracé apenas lo vi.

- Hola... - susurra. - ¿Cómo has estado?

- Pues en estos días todo ha estado bien. - sonrío.

- Me alegro. - Me muestra esa hermosa sonrisa que tiene.

La mamá de Christopher tose y eso hace que ambos dejemos de mirarnos.

- Hola Richard. - lo abrazo disimulando lo que acaba de pasar.

- Hola preciosa... ¿Me extrañas te? - pregunta él.

- Un montón... Los extrañé a todos.

- Bien... Ya estamos completos. - dice su manager.

- Es hora de irnos... - comentó Christopher.

En ese momento sonó el teléfono de Walter.

- Esperen me un minuto. - dijo alejándose.

- ¿Qué vamos a comer? - pregunta Erick.

- No lo sé, tenemos que hablar con Walter y... - Joel es interrumpido por Walter.

- Christopher... Ven un segundo. - él se dirige hacia Walter y al minuto viene.

- ¿Nos vamos? - pregunta Richard.

- _______, tú y yo nos vamos a ir a otro lugar. - dice Christopher.

- ¿A dónde? ¿Sucede algo? - pregunto.

- Si, es algo importante... Tengo que decirte algo importante. - yo asiento.

- Espera... Los acompañamos. - dice Zabdiel.

- No, este es un asunto que sólo nosotros dos podemos resolver. - dice Christopher. - te agradezco por la intención de querere ayudar... ¿Nos vamos ______?

- Si, vamos. - salimos de aeropuerto a tomar un taxi. - ¿A dónde vamos? - pregunto con curiosidad.

- Ahora te lo explico... Primero tomemos un taxi.- dice tomándome de la mano.

Subimos a un taxi y nos dirigimos a su agencia.

- ¿Pará qué vamos a la agencia?

- ________ tu padre está en la agencia. - al escuchar eso me quedo en shock, no sé cómo reaccionar. ¿Escuché mal?

- ¿Mi papá? No... Eso es imposible. - digo con una risa nerviosa.

- Créeme , él está ahí... Esperándote.

- ¿Pero cómo?

- No lo sé, tal vez vió el programa o alguna nota donde hablan de la enamorada de Christopher Vélez. - Responde él.

- ¿Qué le voy a decir? - pregunto nerviosa.

- ______ tranquila, dile lo que piensas... Lo que sientes... Lo que viste. - eso me entristece. - Hey... Yo estaré contigo. - Me toma de la mano.

- ¿Y si mejor no vamos? - estoy muy asustada.

- Si es lo que deseas está bien pero te  aconsejo que converses con él para que cierres ese capítulo en tu vida. - yo solo sonrío al escucharlo.

Llegamos a la agencia y subimos al tercer piso.

- Detrás de esa puerta está él esperándote. - dice él.

- Mejor vámonos, no estoy segura de esto. - doy un paso adelante pero él me detiene.

- Ya llegaste aquí... No te arrepientas. - Me abraza y me dice susurrando al odio. - estaré aquí esperándote.

Entro y ahí estaba él.

- Papá... - digo sollozando al verlo.

- Hijita... - se acerca a abrazarme pero yo me alejo. - ¿Qué pasa? Esperaba un abrazo después de tanto tiempo sin vernos.

- No nos hemos visto porque así tú lo haz querido. - digo a la defensiva.

- ¿De qué estás hablando? ¿Recuerdas por qué vine aquí? - me dice pero me quedo en silencio. - parece que no lo recuerdas... Vine a conseguir un mejor trabajo para poder apoyar a tu mamá.

- ¿Así? ¿Entonces no conseguiste trabajo o solo trabajaste un mes? Porque te recuerdo que ese fue el tiempo en el que enviaste dinero... Un maldito mes. - le reclamo.

- Hija... Las cosas no han salido tan bien como hubiera querido. - se excusa.

- papá yo tuve que buscar un trabajo de medio tiempo para poder costear los gastos de la medicina que ella necesitaba. - grité.

- Sé que no era justo que tú te hagas cargo de los gastos.

- No, no lo era y no lo es... Mientras tanto tú estabas dándote la gran vida con tu nueva pareja. - se sorprende al escuchar eso. - ¿Qué te sorprende? ¿Qué yo esté al tanto de tu relación?

- Mira las cosas no son como tu las imaginas... Al llegar aquí estuve solo hasta que encontré a un grupo de inmigrantes como yo que me ofrecieron un hogar y ahí fue donde la conocí... Entre la angustia, la falta de trabajo y la desesperación se fueron dando las cosas y nació el sentimiento que ahora nos une.

- Y la desesperación te orilló a abandonar a tu familia, a tu esposa enferma y a tus hijas que tanto te necesitaban y necesitaban el dinero que se supones ibas a mandar.

- No quise hacerlo.

- ¿A que viniste papá? No tiene caso seguir con esta conversación y por favor no vuelvas a buscarnos... Estamos mejor sin ti.

- Hija no me digas eso. - fue lo último que llegué a escuchar.

Salí de la habitación y ahí estaba Chris esperándome.

- ______...

- Vámonos... Por favor, sácame de aquí. - él asiente y me pone su gorra para así no noten en los pasillos mis ojos llorozos.

Tomamos un taxi y nos fuimos a un centro comercial.

Sentados en una de las mesas de una heladería, Christopher empezó a hablar.

- Discúlpame... - dijo mirándome. - No debí presionarte para que conversaran.

- Christopher... Gracias. - sonreí.

- ¿Cómo?

- Gracias por animarme a hablar con él... Me siento mejor de lo que pensé, tenía que decirle todo lo que había guardado. - al escucharme decir eso se siente aliviado.

- No me gusta verte triste... ¿Estás segura de que te encuentras bien?

- Sí, tenía que decirle que es un mal padre y un mal esposo... Tenía que enfrentarlo y reclamarle por todo este tiempo de ausencia. - suspiro aliviada.

- No quiero que sufras, _______. - eso llama mi atención.

- Gracias por acompañarme hoy.

- De nada. - Me toma de la mano. - Sé que este no es el mejor momento para decirte esto pero...

- ¿Pero qué?

- Siento que no debería decirte esto pero al mismo tiempo hay algo que me impulsa a hacerlo.

- ¿De qué hablas?

- Tenía muchas dudas sobre esto pero al verte así se despejaron... ________ estoy empezando a sentir algo por ti, un sentimiento que no puedo explicar pero se siente tan bien. - ambos nos quedamos en silencio. - _______ creo que me gustas.

Al escuchar eso me suelto rápidamente.

- Christopher... Yo estoy muy confundida y no sé qué pensar.

- ¿Confundida?

- Voy a ser sincera contigo... Yo también creo que gusto de alguien pero ese alguien no eres tú, Christopher, creo que me gusta Zabdiel.

- ¿Zabdiel? - hubo un silencio incómodo. - Pues no lo acepto.

- ¿Qué?

- Sé que no confías en mi y en lo que te estoy diciendo... Y cómo hacerlo si mi comportamiento ha sido el peor, pero te juro _______ que algún día tendré tu amor... Te lo juro.

Finge ser mi enamorada // Christopher Vélez y tú. [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora