Finge ser mi enamorada // Christopher Vélez y tú. [TERMINADA]

Capítulo cincuenta y dos

Christopher:

Nos dirigíamos a la casa que estaba en nuestra mira cuando Zabdiel me tomó del brazo.

- ¡Esperen! - nos dice a todos. - ¿Ese no es el tipo que se la llevó?

- Sí, es él. - dije sintiendo mi sangre hervir. - Están aquí oficial... ¡Se lo dije!

- ¡Vamos por él! - dice el agente  de manera cautelosa escabullendose para acorralar lo.

Nosotros nos quedamos estáticos mirando hacia el mar para no ser visto y que él no sienta la presencia del agente.

- Guarda silencio, ya que todo lo que digas será usado en tu contra. - dice el agente apareciendo detrás del hombre mientras lo apunta con el arma.

El hombre no se esperaba eso ya que su deber era vigilar la casa.

Entramos mientras el agente lo esposaba.

Él se quedó vigilando y los chicos y yo entramos a la casa.

Dimos pasos sigilosos por la casa y caminamos por el pasillo que nos condujo a un cuarto que estaba con la puerta entre abierta, al mirar al cuarto vimos a ___________ amarrada en una silla.

Verla así hizo que actuará sin pensarlo y me adelanté.

Entré a la habitación corriendo sin premeditar mis actos, los chicos se quedaron atrás sin reaccionar.

- Mi amor... - la abracé.

Ella estaba llorando. Le quité el trapo que tenía amarrado en la boca.

- Christopher... - dijo sollozando.

- Te liberaré... - digo tocando la.

- No te la vas llevar. - se escucha la voz de Sebastián.

Él aparece en escena cerrando la puerta encerrandonos junto con él en la habitación.

Me pongo delante de ella protegiendo la.

- ¿No podías desaparecer? - grita. - Haces las cosas más difíciles.

- No puedo estar sin ella y sabía que mentía, ella solo me ama a mi.

- ¡Ella no mentía! - grita tomando un bate que estaba detrás de él.

Eso me alarma, y ella estaba más que asustada.

- ¡Por favor no le hagas daño! - Grita ella. - Ya te dije que me voy a ir contigo... Déjalo ir.

- ¿Qué estás diciendo? ¡Claro que no! - dije al escucharla decir tantas cosas sin sentido.

- No hagas las cosas más difíciles... - susurra ella.

- No me puedes pedir que te deje sola con este tipo... ¡Está loco! ¡Date cuenta! - grito desesperado.

- Sí lo sé, pero no tengo opción... Sebastián déjalo ir. - él asiente.

- Sebastián, no sé cómo harás para sacarme de aquí, yo no me voy sin mi _________.

Escucharme decirle "mi ___________" lo enfurece.

- Con mucho gusto te sacaré de aquí. - dice con una sonrisa.

- ¡No lo lastimes! - grita ella.

- Lo siento pero no puedo complacerte. - vuelve a sonreír.

Empieza a dar golpes sin poder darme ninguno, hizo algunos daños en algunos muebles de la habitación pero si seguíamos así en algún momento iba a darme, empecé a moverme por la puerta para que él la golpeara y así poder darles una señal de q estoy en peligro a los chicos.