Capítulo treinta y siete.

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T/N:

Sonó el timbre y salí a abrir la puerta, ya no había nadie en la sala, mi madre y hermana ya se hallaban en sus respectivas habitaciones.

- Hola... - susurra Christopher desde el otro lado.

- Hola... - susurro con una expresión de pocos amigos.

- ¿Que sucede? - pregunta entrando.

Yo miro a todos lados antes de decirle que me acompañe al balcón.

- ¡Uy vamos al balcón! - dice con un tono sarcástico sin causar emoción en mi. - Parece que lo que ha pasado es muy grave.

Me apoyé en el balcón mirando hacia el cielo.

- ¿Vas a contarme que pasa? - dice haciendo lo mismo.

- No sé cómo decirlo. - digo.

- Pues entonces no lo digas. - yo lo miro, no entiendo lo que quiere decir. - A veces solo necesitamos compañía sin necesidad de hablar... Aquí estoy para ti, princesa.

- Gracias. - Me quedé en silencio pero no por lo que dijo, en realidad, estaba buscando la manera de decir lo que estoy pensando en ese momento. - Christopher...

- Dime, ¿Ya quieres hablar?

- Y te dije que vinieras solo porque quise que lo hicieras... No tenía razón para hacerlo, creo que quería verte... No lo sé...

- _________, ¿Lo dices en serio? No me emociones sino es cierto.

- No lo sé...

- Siento que las cosas no están bien, algo te perturba... ¿Quieres hablar de eso?

- No lo entenderías...

- Trataré de hacerlo, desahogate... - su sonrisa me inspira confianza.

- Hablé con mi mamá de mi situación actual.

- ¿Tu situación actual?

- Ella sabe lo de nuestro trato, lo que siento por Zabdiel y sobre tus sentimientos hacia mí... Está enterada de todo.

- Así que le hablaste de tus sentimientos por Zabdiel. - puedo notar como se entristece pero trata de ocultarlo. - ¿Qué dijo acerca de eso?

- No dijo mucho, me preguntó qué es lo que pensaba de él.

- Y le dijiste que tenías el mejor concepto de él.

- Pues le dije todo lo que sentía y pensaba de él pero ella dijo que lo que siento por él es solo admiración.

- ¿Admiración?

- Sí, esa palabra no ha dejado de estar en mi cabeza desde que la dijo...

- ¿Y que dijo de mi? Quiero saber lo que piensa de mí... En realidad... Quiero saber que le dijiste de mi. - él se sonroja.

- Christopher... Yo no sé, siento que mi mamá me ha quitado la venda de los ojos.

- ¿A que te refieres? - pregunta.

- Todo este tiempo pensé que lo que sentía por Zabdiel se podría transformar en amor pero aunque me duela admitirlo, lo que sentía era admiración.

- Te entiendo... Pero si solo lo admiras... ¿Por qué te duele admitirlo?

- En realidad me duele pero no mucho... ¿Eso está mal? - le pregunto.

- Pues no lo sé, esto también es nuevo para mí.

- ¿Cómo que nuevo?

- _______, yo he tratado con muchas mujeres, la he pasado muy muy bien con todas ellas, he salido y he pasado gratos momentos pero ninguna me ha hecho sentir como tú... Nunca antes me había enamorado como lo estoy de ti y estoy siendo sincero.

- Christopher... - susurro.

- No te diré que no me alegra que lo que sientas por él sea admiración porque en realidad me alegro mucho pero también te diré que seguiré aquí, esperándote hasta que te decidas a apostar por mi amor... Te seguiré esperando pero por ahora, creo que es hora de irme. - suspira.

- Espera te. - en un impulso para que no se vaya lo tomé de la mano. - aún no te he dicho lo que pienso de ti.

- ¿En serio lo harás?

- Estos últimos días han sido geniales, he aprendido a pasarla bien contigo... Cuando estamos juntos me olvido de mis problemas y todo lo que haces por mi me resulta muy dulce... Gracias. - beso su mejilla.

El lleva su mano a su mejilla acariciando la.

- Y seguiré haciendo las cosas que hago por ti, para ayudarte y mostrarte que en realidad puedes confiar en mi y que he cambiado.

- Chris, ya no tienes que demostrarme nada porque yo ya creo en ti.

- ¿De verdad lo haces? - yo asiento. - Gracias, princesa... No te vas a arrepentir. - dice besando mis manos.

- Christopher... Quiero que te ganes mi corazón por completo. - le digo con una sonrisa.

- ¿Por completo? - tartamudea.

-  Así es porque ya te ganaste una partesita.

- ¡No lo puedo creer! Dime que no mientes, por favor. - se emociona.

- No mentiría con algo así pero solo te has ganado una partesita super chiquita.

- Pues esa partesita super chiquitita se convertirá en todo tu corazón, bonita. - lo que dice me hace sonrojar.

Estuve tanto tiempo enfocada en lo que creí sentir por Zabdiel que no me di cuenta que la persona a la que quiero esta más cerca de lo que pensé y que incluso antes de saber que lo quiero ya eramos enamorados.

- Quiero que continuemos saliendo... Me gusta pasar tiempo contigo. - sonrío.

- Y así va a ser porque ni loco dejo de pasar tiempo con mi enamorada. - dice apapachandome.

Un cálido abrazo fue el que me dió, me tuvo un momento entre sus brazos y si que me gustó.

- Creo que es hora de irme... - dice al soltarme.

- Sí, ya es tarde... - digo sonrojada por lo que acaba de pasar.

Él se acerca para besarme pero se contiene y dirige sus labios a mi frente.

- Que descanses, princesa.

- Gracias, descansa Chris. - digo acompañándolo a la puerta.

Christopher:

No podía creer lo que acaba de pasar, sentí que estaba volando... Lo que tanto esperé se había vuelto realidad.

_______ es mi enamorada, si bien es cierto lo era pero ahora sí es de verdad.

Al llegar a su casa fui con la intención de renunciar a ella pero al verla no pude hacerlo, no pude renunciar a la felicidad. La vi tan frágil, tan vulnerable frente a sus problemas y lo único que pensé fue acompañarla.

Llegué a casa tratando de contener mi felicidad y así no perturbar a nadie, en especial a Zabdiel. Lo que a mí me causa felicidad a él puede destruirlo.

Quién diría que esto del amor es tan complicado y que podemos dañar a personas tan importantes para nosotros. Pero está no fue solo mi decisión, también fue la de ella... Ella ahora me corresponde y haré lo posible para que se enamore de mi completamente.

Finge ser mi enamorada // Christopher Vélez y tú. [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora