Capítulo treinta y cinco.

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T/N:

Fui a la universidad sabiendo lo que me esperaba, la fama que había ganado por las fotos que ayer pusieron los chicos conmigo, el cargamonton de mis compañeros del por qué no les comenté que ayer era mi cumpleaños... Como si les interesara.

Traté de evitar ese tipo de conversaciones y me senté en mi lugar de siempre, queriendo estar apartada de todos pero no lograrlo.

Acabaron las clases y salí del aula en dirección a mi casa, al ver a la multitud en la puerta como si fuera un concierto, ya sabía quién estaba ahí.

- ¡Hola Christopher! - digo detrás de un muchacho que se pone a un costado para quedar al frente de Chris quién se encontraba tomándose una foto con una chica de mi facultad.

- ¡Ah! Hola mi amor. - se acerca a besar mi frente. - ¿Nos vamos?

- Claro. - sonrío y él hace lo mismo...

Subimos al auto, él después de mi y de mandar un enorme beso a sus fans... Se le ha echo costumbre venir a mi universidad.

- ¿No te sorprende verme? - dice manejando.

- Ni un poquito, tal vez lo haría si no hubieras venido aquí casi todas las semanas. - digo riendo.

- Me encanta tu sonrisa. - dice mirándome.

- Enfócate en el camino o vamos a chocar. - Río abriendo la ventana... Hace mucho calor aquí.

- ¿Sientes calor? Deberías ver como te ves cuando estás rojita. - comenta.

- Deja de decir esas cosas y mejor dime, ¿A que viniste?

- Pues vine para nuestra cita... No lo he olvidado. - Responde.

- Yo tampoco, es por eso que recuerdo que nos íbamos a ver más tarde, apenas son las dos de la tarde. - digo mostrándole la hora de mi nuevo teléfono.

- Si ese era el plan pero pensé, ¿Y que tal si voy a verla antes y comenzamos la cita antes?

- Y es por eso que estás aquí.

- Exacto...

- Y no te pusiste a pensar "¿Que tal si ella necesita un baño y arreglarse para la cita?"

- Entonces admite que es una cita. - dice con un tono de voz distinto.

- No, solo vamos a salir... Eso es todo.

- ¿Y es no es una cita? - insiste.

- Para que te digo que no si lo vas a tomar como mejor te parezca. - respondo.

- Haremos una parada antes de ir a almorzar. - yo me quedo en silencio esperando a que diga donde. - Iremos a tu casa para que te bañes y te arregles para nuestra cita.

Llegamos al departamento, Christopher tiene una larga charla con mi hermanita mientras yo tomo un baño y me arreglo para ir con él.

- Ya estoy lista... - digo al salir de mi habitación.

- No cabe duda de que cada vez me deslumbras más. - comenta él y eso me sonroja.

- Gracias... ¿Nos vamos? - él asiente.

En poco tiempo nos encontrábamos almorzando en un lujoso restaurante.

Al inicio me negué a ordenar ya que los precios de la carta eran muy caros pero él insistió en que no me preocupara de eso, que pidiera lo que se me plazca.

Tomamos un vino muy bueno junto a lo que ordenamos, estuvo delicioso y disfrute de cada mordisco que le di a esa carne.

Estábamos por salir del restaurante cuando los vimos.

- Zabdiel... Amigo mío, ¿Que te trae por aquí? - pregunto Christopher.

- El hambre... - Responde él. - Hola ________.

- Ho-Hola - es lo único que sale de mi boca al verlo con una guapa modelo, sí, él estaba muy bien acompañado.

- ¿Y la señorita es? - pregunta Chris.

- ¡Que cabeza la mía! Los presentaré, Lucía, él es Christopher... Christopher, ella es Lucía.

- ¿Y ella? - Lucía me mira fijamente.

- Ella es _______.

- Un gusto conocerte. - dice ella con una gran sonrisa.

- Ella es... - interrumpí a Zabdiel cuando estaba dándole explicaciones.

- La enamorada de Christopher, también es un gusto conocerte. - digo sonriendo.

- Sí, es su enamorada. - agrega él.

- Tenemos que irnos, aún tenemos planes para esta tarde. - dice Christopher tomándome de la mano.

Eso fue como si me hubiera leído la mente, me sentía tan incómoda ante esa situación...

Salimos del lugar y suspiré aliviada, él lo notó lo que hice y sonrío.

- Descuida, ya estás a salvo. - dice.

- Gracias... - le sonrío.

- ¿Aún quieres ir a ver una película? - me pregunta desanimado.

- Claro, ¿Por qué lo preguntas?

- Por lo que acaba de pasar, tal vez no... - lo interrumpí.

- No supongas nada, vamos a ver una película y para sentirme mejor compra pop corn, ¿Si?

- Cómo negarme, amo comer mientras veo películas, además... Me gusta complacerme, bonita.

Fuimos al cine más cercano al restaurante y vimos una película de terror, al inicio me negué cuando lo propuso pero también sentía curiosidad por ver de que trataba... En realidad, tengo miedo al ver esas películas pero él dijo que no pasaría nada y... Confíe en él.

- Esa fue una película muy buena, cuando apareció esa...

- ¡Ahh! Ya no sigas. - digo tapando mis oídos.

- Ja ja ja, disculpa... - ríe. - ¿Not te gustó la película?

- No estuvo nada mal pero no pude evitar sentir un poco de miedo... Si hoy no puedo dormir, te culparé a ti. - lo señalo.

- Tengo la solución a tu problema. - dice.

- ¿Así?

- Si, la solución es que hoy duermas conmigo así cuidaré tus sueños. - no sé si enfadar me o reír de lo que dice, la sonrisa con la que lo dice es muy tierna.

- No me propongas cosas indecentes...

- No te proponga nada indecente, solo cuidar tus sueños.

Ambos reímos y salimos del lugar.

- ¿Que quieres hacer ahora? - pregunta.

- No lo sé, ¿Que tal si vamos a un parque de diversiones?

Él se pone contento con mi propuesta

Nos subimos a muchas atracciones y jugamos como un par de niños, eramos un par de niños en ese lugar.

- Creo que ya debemos irnos, ya probamos todos los juegos. - dice sentado a mi lado en una de las bancas.

- Espera... - lo tomo de la mano.

- ¿Que sucede?

- Mi teléfono es nuevo, no tengo ninguna foto aquí, ¿Tomamos una?

- Claro, quiero ser lo primero que ves al abrir esa galería. - dice con una sonrisa coqueta.

- No sé porqué no vi venir esa respuesta. - digo entre risas.

- Esta bien, tomemos la foto para recordar esta hermosa cita.

- Sí, fue una hermosa cita...

Finge ser mi enamorada // Christopher Vélez y tú. [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora